El marco del espectáculo deportivo fue envidiable, las dos hinchadas convivieron en paz todo el fin de semana en lo que sería el clásico más largo de la historia. Un clima perfecto y la grama espectacular del Atanasio fueron testigos del mejor partido del campeonato colombiano en lo que lleva del año. Dos equipos que fueron al frente y buscaron la victoria y el honor ante su afición.

Nacional empezó un poco errático, le cortaban las líneas de pase y la defensa quedaba desorganizada y dejando espacios en los costados, los cuales aprovecharía el rival para generar las dos primeras oportunidades de gol en el partido. Luego de algunos sustos y la actuación brillante de Monetti, que mantendría su nivel todo el partido, Nacional se equilibró en la cancha y manejó el juego.

Por consecuencia de la presión alta del equipo rojo aparecieron los espacios a las espaldas de los laterales, que aprovecharían muy bien los carrileros que propuso Almirón, Helibelton y Delgado. En una acción de despliegue por el costado derecho, Palacios logró enviar un centro justo a la cabeza del goleador Dayro Moreno, quien abriría el marcador. “El que no los hace los ve hacer”.

Aunque Medellín empezó generando peligro, y luego tendría unas cuantas acciones más para anotar, Nacional estuvo lúcido en la creación de jugadas y superó no solo en goles, sino en llegadas claras a meta, donde David González sería el gran salvador de la jornada. Luego de encajar el primero Nacional se fue tomó más confianza y fue a liquidar el partido.

Andrés Rentería, luego de que el árbitro no pitara una supuesta agresión contra Dayro Moreno, sacó un remate potente con destino de gol que obligaría a que el portero aprovechara su envergadura y volara hacia su costado derecho para enviar el balón con mano cambiada al tiro de esquina. Nacional cobró y el capitán verde remataría de cabeza contra el palo izquierdo del arquero, la suerte ya favorecía al contrario.

Nacional terminó el primer tiempo encima del rival. Tuvo el control del balón y generó las opciones suficientes para irse al descanso con ventaja de dos o más goles. A pesar de que Medellín no desentonó y supo jugar con los recursos que tenía, los “verdolagas” exhibieron el poder de su nómina y más talento con la pelota para dominar y someter al rival, aunque sin mucha puntería.

En el segundo tiempo los jugadores verdes entraron con la tranquilidad del marcador, sabían que la obligación era del rival y manejaron muy bien los ritmos de juego. Medellín logró tener más el balón que en el primer tiempo pero la línea de 5 que propuso Almirón a la hora de defender estuvo impecable. Diego Braguieri se jugó el mejor partido desde que llegó a Nacional, se entregó por completo en el clásico.

El argentino despejó todos los balones aéreos que le llegaron, estuvo muy fuerte al momento de cerrar y siempre ganó los duelos con la vehemencia que lo caracteriza. Todo el bloque defensivo estuvo muy coordinado y lograron neutralizar los ataques del rival, los pocos que perduraron fueron anulados por Fernando Monetti, quien demuestra cada partido su capacidad para defender el arco nacionalista.

El orden fue la clave para un Nacional que se plantó en terreno medio, seguro en defensa y apelando a transiciones rápidas en ataque. Logró equilibrio en todas sus líneas, cerró los espacios y tuvo salidas rápidas, las cuales no tuvieron fortuna hasta el minuto 91, donde Vladimir, el hombre de los goles sobre la hora, marcó el 2-0 para cerrar el partido.

La victoria fue merecida para el elenco verde, Almirón leyó muy bien el partido, manejó las cargas físicas de los jugadores y se llevó tres puntos que lo dejan comandando el torneo. Atlético Nacional tendrá por fin una semana completa de trabajo para planear el siguiente partido y validar lo realizado en el clásico paisa.