El Deportivo Independiente Medellín regresaba al Metropolitano de Barranquilla tras haber eliminado de la Liga 1 al Junior, sin embargo el equipo que llegaba ya no era el mismo que lo había vencido uno a cero en la Arenosa y empatado dos a dos en el Atanasio Girardot; el que llegaba era un equipo que después de un buen arranque de torneo estaba comenzando una curva descendente que facturó al final 11 partidos sin ganar contando Liga y Copa Colombia.

Por esos días, al DIM le asomaba también una crisis institucional puesto que las directivas del Poderoso habían vendido, justamente luego de la última victoria frente a Millonarios por uno a cero en Bogotá, en pleno torneo a Didier Moreno, capitán y referente vital en el medio campo del equipo; lo cual significó un dolor de cabeza por esos días para el DT Octavio Zambrano, quien demoró precisamente los mismos 11 partidos en reemplazarlo.

Esa noche Medellín planteó un buen partido en el Metropolitano, salió a jugar "de tú a tú" con Junior pero, al igual que en esos 11 partidos sin ganar, el Rojo atravesaba lagunas en la creación de juego ofensivo y contaba  con serias desatenciones en la defensa que costaron varios  partidos, lo que facilitó al Tiburón abrir el marcador aprovechando la falta de presión del debilitado mediocampo del DIM, Jarlan Barrera filtró un pase a Luis Díaz que definió muy bien eludiendo la salida de David González.

Desde ahí Medellín demoró un poco en despertar pero trabajó el partido, no era muy insistente sin embargo intentaba empatar el juego buscando hilvanar jugadas con Leonardo Castro, Cano, Caicedo y Andrés Ricaurte. Para la segunda parte el Rojo mejoró y jugaba bien en la casa del Tiburón, sin embargo Junior encontró una falta al borde del área al minuto 71, el portero Sebastián Viera cobró por debajo de la barrera y llegaba el segundo para el cuadro de Curramba. Parecía que todo acababa ahí, pero si algo ha caracterizado al Rojo en esta Liga antes, en medio y después de la racha negativa que tuvo es la resiliencia y la capacidad de jugar mejor en los momentos más difíciles.

El Medellín se vistió de Poderoso nuevamente, a los 75 minutos descontó; Larry Angulo, que había entrado en la segunda parte, interceptó un balón en el último cuarto de cancha tocando de primera con Elvis Perlaza que paró el balón y envió un centro al área a media altura que encontró al Matador Germán Ezequiel Cano, el cual aguantó la marca y filtró un pase entre dos centrales para que Juan Fernando Caicedo definiera de primera para dar alas a un Medellín que terminó haciendo méritos para llevarse el empate de Barranquilla pero la suerte le negó  la posibilidad.

Del infierno a las puertas del cielo: El Desenlace Rojo

Desde ese juego, el Medellín se demoró varios partidos para volver a jugar bien y hacer méritos, no encontraba el reemplazante de Didier Moreno o la variante que supliera su ausencia desde lo táctico. 

Deportivo Independiente Medellín se demoraría casi un mes en encontrar la forma, moviendo piezas, dibujando estrategias hasta que al final el ecuatoriano Octavio Zambrano casi iguala la máxima racha ganadora de la historia del DIM dirigida por el "Flaco" Jaime Rodríguez allá por 1990 con siete juegos ganados en línea en el Torneo Clausura de ese año.

Zambrano descubrió al juvenil Brayan Castrillón en el empate dos a dos frente a Santa Fe en el Atanasio, el momento más álgido de la crisis futbolística; ocho días después con Castrillón de titular, al igual que Larry Angulo y William Parra, el entrenador encontró en esos tres jugadores las variantes que necesitaba para encontrar el equipo que luego forjaría una racha de nueve partidos sin perder, vencería en cuartos a Bucaramanga y en semifinal a Tolima para clasificarse a la gran final que comienza, justamente, en el Metropolitano de Barranquilla a las 19:00 horas ante  Junior de Barranquilla con transmisión de Win Sports y RCN.