El Pascual Guerrero estaría repleto para la noche de ese sábado 7 de junio del 2008, América llegaría con seis puntos obtenidos de seis disputaos, a la fecha 3, a recibir a Santa Fe.
En un duelo bastante disputado en el que de ganar los diablos rojos, se perfilarían seriamente como finalistas del grupo; hasta el minuto 75 el encuentro no tenía goles. Minutos antes había sido expulsado Hernando 'El Cocho' Patiño para la visita.
Y fue en el último tramo de partido, que Paulo César Arango abrió el marcador con un potente remate de pierna derecha, arriba e imposible para Agustín Julio, tras un rebote. 1-0 ganaban los escarlatas.
Sobre los minutos que restaban, los dirigidos por Diego Umaña con certeros contragolpes, con goles de Víctor Cortés y Adrián Ramos sentenciaron el marcador y fue al final un 3-0 a favor de América, después de que en el minuto 75 el partido estaba sin goles.
Llegaban en ese entonces, los diablos rojos a nueve puntos de nueve posibles, que le alcanzarían para al final con 13 unidades ser líderes de su respectivo grupo y llegar a la final del primer semestre del 2008, que perderían posteriormente con Boyacá Chicó con cobros desde los once pasos.
Era una sinfonía ese América de Diego Edison Umaña, con Adrián Berbia en el arco; Iván Vélez y Pablo Armero eran sus laterales, mientras Carlos Valdéz y Harold Viáfara sus centrales; Jaime Córdoba con John Valencia en la primera línea de volantes; Paulo César Arango y Adrián Ramos como extremos; Víctor Javier Cortés como media punta y Luis Tejada como centro atacante.
Un equipo que a pesar de su poderío en ataque, había sufrido de irregularidad en el todos contra todos, ya que se había clasificado en la séptima casilla con 26 puntos, pero que intentaba crecerse en los partidos clásicos, ya que a rivales como Nacional, Millonarios, Junior, Medellín, Cali y el propio Santa Fe, los derroto en ese gran e inolvidable 2008 para sus hinchas.