Siempre que hay un clásico, el ambiente cambia. El nivel de adrenalina sube, no solo para los hinchas, sino para los propios jugadores. Sin embargo, este será un clásico distinto al de los últimos años. Con un América más sólido que años anteriores, que llega como vigente campeón, y que de a poco trata de borrar la imagen que dejo, tras estar cinco años deambulando en el exigente torneo de ascenso colombiano.

Gran parte del éxito de los escarlatas, ha sido tener al profesor Alexander Guimarães en el banquillo rojo, el brasilero nacionalizado costarricense, supo superar la adversidad y armó un equipo a la medida de la exigencia americana.

Y es que una de las fortalezas en que ha trabajado Guimarães con sus dirigidos, es la parte mental. El de América de hoy es un equipo aguerrido, que disputa cada encuentro como si fuese una final, un equipo que irradia rebeldía y que siempre sale en busca de la victoria.

La cuota de talento la tiene Duván Vergara, el cordobés es el jugador habilidoso y encarador, que es capaz de desarmar cualquier férrea defensiva que se enfrenta a los diablos rojos. La experiencia y la voz de mando, en defensa la representa el argentino Juan Pablo Segovia, el central desde el fondo da orden y el equilibrio a la defensa americana.

Adrián Ramos, cuota de gol y talento, es uno de los refuerzos más interesantes del fútbol colombiano, el equipo de Guimarães con Adriancho es más peligroso en el frente de ataque y es constante referencia a la hora de atacar.

Por último, los goles son amores, y de ello se encarga, un rompecorazones, Michael Rangel, goleador americano, puede marcar la gran diferencia en el frente de ataque y deberá hacer todo lo posible para vulnerar el arco de David González.

La más probable nómina del América para este sábado sería con: Éder Chaux; Cristian Arrieta, Marlon Torres, Felipe Jaramillo, Edwin Velasco; Luis Alejandro Paz, Rafael Carrascal, Carlos José Sierra, Duván Vergara, Adrián Ramos; Michael Rangel.