El regreso de Eric Bledsoe al Staples Center, su duelo contra Chris Paul, el enfrentamiento entre dos equipos punteros en la Conferencia Oeste... los alicientes para el enfrentamiento entre Los Ángeles Clippers y Phoenix Suns de esta noche eran muchos. Si bien parecía impensable a principio de temporada, los Suns han demostrado ser un equipo sólido, no sólo flor de un día. Una poderosísima dupla en el backcourt formada por Eric Bledsoe y Goran Dragic, la explosión de Miles Plumlee, una segunda unidad devastadora... No son pocas las virtudes del equipo dirigido por Jeff Hornacek, como tampoco lo son las de los pupilos de Doc Rivers.

El hasta ahora hermano pobre de la ciudad cuenta con una poderosísima plantilla, mermada por la lesión de JJ Redick. Chris Paul, Blake Griffin... un equipo que lo tiene todo para llegar muy lejos esta temporada si consigue juntar sus piezas y ofrecer un buen nivel en la defensa interior, su asignatura pendiente hasta el día de hoy.

Tanto por el potencial de estos equipos como por el dramatismo añadido de la vuelta de Bledsoe al Staples Center, el partido se presentaba como un espectáculo que no se podía dejar pasar.

El sol deslumbró al Staples Center

El encuentro comenzó de forma inmejorable para Phoenix Suns, con un espectacular parcial de 1-11. Tres robos de Dragic nada más comenzar el periodo permitieron sendos contraataques, todos terminados en canasta. Un lejanísimo tiro de Jamal Crawford proporcionó tres tiros libres al escolta local, pero sólo logró anotar uno de ellos, tras lo cual PJ Tucker se aprovecharía de un magnífico pase para hundirla sin oposición alguna. De ahí en adelante, los Clippers hicieron acto de presencia en el encuentro, convirtiendo el cuarto en el enfrentamiento de poder a poder que se esperaba.

Dragic robó 3 balones en los primeros dos minutos, para una racha de 1-11

Exceptuando los dos primeros minutos, de clara supremacía visitante, el cuarto fue igualado, con gran cantidad de faltas para ambos equipos (Dudley y Plumlee tuvieron que marcharse, con dos faltas). Destacaron sobre todo las actuaciones de Goran Dragic (13 puntos, 3 asistencias y 3 robos) y Blake Griffin (10 puntos), como líderes de sus respectivos equipos. En su retorno a la que fue su casa los últimos dos años, Eric Bledsoe se mostró más comedido en los primeros 12 minutos.

Pero, a falta de Eric Bledsoe, Goran Dragic siguió con su ritmo anotador. No en vano estamos ante el tercera mejor pareja en el backcourt de la NBA (36.5 puntos por partido, frente a los 37.5 de Kyrie Irving y Dion Waiters y los estratosféricos 42.9 de Stephen Curry y Klay Thompson). Dragic sumó 7 puntos en este cuarto, para un total de 20 al descanso, adornados con 4 asistencias y nada más y nada menos que 5 robos al descanso.

Mala noche para Blake Griffin, con 4 pérdidas, otras tantas faltas, malos porcentajes y peor defensa. (Foto: Jae C. Hong | AP Photo).

La dominación visitante en el segundo periodo fue sorprendente, dejando a los Clippers con tan solo 16 puntos. Al otro lado de la cancha, las cosas no podían ir mejor en ataque para los Suns: Gerald Green sumó 14 puntos en el segundo cuarto, con un espectacular 4 de 7 en tiros de tres y un no menos espectacular mate a la media vuelta desde debajo de la canasta que mañana ocupará sin duda un puesto elevado en el Top 10 de la noche. Pocas cosas positivas dejaron estos Clippers en los segundos 12 minutos del encuentro, con Darren Collison como máximo anotador con 6 puntos y un rosario de pérdidas que valieron a los Suns para irse al descanso con una abultadísima ventaja de 21 puntos.

Esta primera mitad estuvo marcada por las pérdidas de los locales, con un total de 10, que darían pie a 16 puntos de Phoenix. El desacierto de los Clippers, unido a una gran defensa de los Suns, dejó unos números nefastos para Los Ángeles Clippers: 30.4% de acierto en tiros de campo y 12.5% en triples. Sorprende más todavía si se compara con el acierto de Phoenix Suns, con 52.1% y 35.3% en tiros de campo y triples, respectivamente.

Supremacía sin contestación

Después del descanso cabía esperar una reacción de Los Ángeles Clippers, pero el equipo parecía seguir con la actitud y la falta de puntería de la primera mitad. El parcial del tercer cuarto fue más que positivo para Phoenix Suns: 19-27. La diferencia seguía aumentando, llegando a los 29 puntos que señalaba el marcador del Staples a los 36 minutos de juego del comienzo del partido. Channing Frye fue el protagonista del cuarto, anotando tres triples sin error, gracias en parte a la lentidud de Blake Griffin para acudir a puntear sus lanzamientos exteriores. Goran Dragic siguió a un gran nivel, repartiendo 4 asistencias y anotando 6 puntos.

Jamal Crawford fue el más destacado de los suyos, con 11 puntos y un acierto del 50% en tiros de campo y triples, pero nadie parecía estar a su nivel. Llamaban la atención especialmente los números de Deandre Jordan, con 19 rebotes pero tan solo 2 puntos.

Trámite para concluir la humillación

El último cuarto no tuvo historia, ya que ambos entrenadores firmaron una tregua ante la imposibilidad de cambiar el sino del partido. Tuvieron minutos los jugadores más residuales de las dos plantillas y la diferencia no cambió demasiado, aunque los Clippers maquillaron el resultado a pesar de seguir perdiendo balones al ritmo que lo hicieron los anteriores 36 minutos.

Estas pérdidas fueron el lastre principal de Los Ángeles Clippers. Es complicado destacar a alguien: sólo Jamal Crawford (15 puntos) dio la talla a pesar de no obtener ningún tipo de ayuda de sus compañeros. Del lado visitante, Goran Dragic fue la figura más importante con 26 puntos, 8 asistencias y 5 robos. Su compañero de backcourt, Eric Bledsoe, no jugó un buen partido ofensivamente en su regreso al Staples Center, aunque sí aportó en defensa. La segunda unidad de Phoenix siguió a su altísimo nivel habitual, con 21 puntos de Gerald Green y 11 puntos y 12 rebotes de Markieff Morris.

Expectativas excedidas y duras realidades

Si a cualquir aficionado de la NBA (hasta al más fanático de Phoenix Suns) se le hubiese dicho a principio de temporada que la franquicia de Arizona terminaría el año con un récord positivo de 19-11, probablemente habría tomado a quien lo dijera por loco. Sin embargo, la realidad es bien distinta: se esperaba que los Suns se dejasen perder para acceder a elecciones altas en primera ronda del próximo Draft, pero entrarán en 2014 como el sexto equipo de la durísima Conferencia Oeste, a medio partido del cuarto puesto y sin dar la sensación de que este espejismo se vaya a desvanecer. Una plantilla unida, mucho talento, buena dirección... una serie de factores se han alineado para convertir a estos Suns en el equipo revelación de esta temporada.

Mientras, los Clippers terminarán el año con la peor derrota de lo que llevan de temporada, llegando a perder por 29 puntos. Muchas pérdidas, mala defensa, poco acierto... La charla de Doc Rivers a sus jugadores al final del partido habrá sido de todo menos amistosa. Este equipo lo tiene todo para dar la cara en la postemporada y queda mucha temporada por delante, pero hay que corregir muchos aspectos si la intención de Los Ángeles Clippers es sacudir el trono de Miami Heat.