Partido trascendental en la lucha por los Playoffs en el que los Chicago Bulls reciben a los séptimos clasificados de la Conferencia Este. Un partido y medio era la distancia que separaba a Pistons y Bulls antes del inicio del encuentro. Ambos conjuntos sabían lo que se jugaban y desde el principio dieron muestra de la importancia del choque.

Inicio fulgurante

De inicio el quinteto de los Bulls presentaba novedades obligadas ya que, debido a las lesiones de Taj Gibson y Derrick Rose, iban a ser Bobby Portis y E'twaun Moore los titulares en los puestos de base y pívot.

La primera canasta del encuentro se hizo esperar, pero una vez que Pau Gasol abrió la lata comenzó una serie de acierto en los dos equipos ofreciendo un partidos bonito al espectador. El pívot español de los Bulls lideró junto con Jimmy Butler a unos Bulls en los que también brilló el rookie Bobby Portis que buscó mucho a Tobias Harris. En los visitantes se vio una buena versión de Marcus Morris a pesar de que su equipo fue a remolque durante los primeros minutos.

Un triple de Nikola Mirotic tras una gran jugada colectiva de los Bulls ponía la primera gran ventaja de Chicago con el 23-18. Reggie Jackson no quería que la situación siguiera así y tras quebrar a Mirotic igualaba las cosas con el 25-22. En la última posesión del cuarto Doug McDermott anotó un triple pero fuera de tiempo y posteriormente Steve Blake casi anota un triple desde el centro del campo.

Batalla en todo momento

El segundo cuarto empezó con las espadas en todo lo alto y una canasta tempranera de Marcus Morris ponía a los Pistons por delante con 27-28, algo que no había pasado en todo el primer cuarto. Dos triples consecutivos de los Pistons por parte de Anthony Tolliver y Marcus Morris daban a su equipo una ventaja de tres puntos con el 31-34.

Los Bulls sacaban a relucir el que ha sido su gran lastre esta temporada, esa irregularidad que les hace estar por debajo de las expectativas. Un triple de Justin Holiday empató el partido a 38. A falta de cuatro minutos para terminar los segundos doce los Chicago Bulls ejecutaron el hack-a-Drummond, llevando al pívot en varias ocasiones a la línea de tiro libre aprovechando su escaso acierto. Una estrategia que se saldó con un tiro libre anotado y tres fallados hasta que Stan Van Gundy quitó al pívot. Pau Gasol tuvo, no obstante, un duro rival en Aron Baynes, quien entró sustituyendo a Drummond.

Cuando ambos conjuntos se fueron al descanso destacaba Jimmy Butler que tras veinticuatro minutos llevaba ya doce puntos, diez rebotes y ocho asistencias. En los Pistons lo más destacable era su mejor porcentaje de acierto desde el triple que desde la línea de tiros libres donde obtuvieron un pobre 5/12.

Caminando hacia un desenlace igualado

La primera canasta volvió a tardar en llegar y de nuevo fue Pau Gasol quien inauguró el marcador, esta vez con un triple. Sin embargo, los errores defensivos seguían condenando a los de Fred Hoiberg y Reggie Jackson castigó esto con un triple. Una canasta de media distancia de Pau Gasol ponía a su equipo por delante 56-53. Poco iba a durar esa alegría ya que a la jugada siguiente Reggie Jackson iba a sacar su calidad a relucir para anotar una gran canasta con la mano izquierda.

En los últimos minutos del tercer cuarto con los reservas en la pista fue Aaron Brooks el hombre que más acierto demostró respondiendo a las embestidas del rival con gran rapidez. Apoyados en un buen Kentavious Caldwell-Pope los Pistons terminaron el tercer cuarto con la mayor ventaja hasta el momento, un total de cinco puntos.

Máxima tensión hasta el final

El último y decisivo cuarto comenzó con un triple de Nikola Mirotic. Los Bulls jugaron bien y tras dos nuevos fallos de Andre Drummond desde el tiro libre, Aaron Brooks ponía a los Bulls dos puntos por delante. Una delantera que no iba a durar ya que a la jugada siguiente Kentavious Caldwell-Pope anotaba un triple tras una gran jugada con bloqueos poniendo de nuevo a Detroit uno arriba.

Conforme se acercaba el final y el marcador continuaba igualado comenzaron a aparecer los nervios y las imprecisiones eran cada vez mas patentes. Un alley-oop finalizado por Andre Drummond ponía el 75-79 tras un nuevo fallo defensivo por parte de los Bulls. Los pupilos de Fred Hoiberg empezaron a no tomar las mejores decisiones en ataque y como solución de urgencia volvieron a utilizar el hack a Drummond.

Reggie Jackson acumuló dos malos ataques seguidos con una pérdida y un tiro forzado pero Chicago no supo aprovechar esto ya que si no anotaba Jimmy Butler pocos jugadores más allá de Pau Gasol se mostraban adecuados para dicha labor. Justin Holiday permaneció, para sorpresa de todos, muchos minutos importantes en la pista al igual que E'twaun Moore. Reggie Jackson anotó una canasta muy importante que suponía el 83-86 tras una jugada personal. A la jugada siguiente Moore falló un triple y Tobias Harris no perdonó para poner el 83-88.

Los ataques finales de los Bulls no fueron nada buenos, con un Pau que no buscó el aro y estuvo lejos del aro limitándose a asistir y bloquear, mientras que Butler fue el único que asumió la responsabilidad de buscar el aro.

Cuando el partido parecía terminado con el 83-90 un triple de Butler daba a esperanza a los Bulls que veían como Reggie Jackson les regalaba una falta en ataque con una canasta se ponían 88-90 a falta de menos de 30 segundos. En el siguiente ataque de los Bulls una dudosa jugada de Jimmy Butler defendiendo una penetración de Reggie Jackson se saldó con dos tiros libres para el base de los Pistons tras descartarse la posibilidad de la falta en ataque. El ex de los Thunder anotó ambos poniendo cuatro puntos de ventaja. En la siguiente jugada Jimmy Butler se jugó un triple complicado sin preparar y sin bloqueo que terminó fallando. 

Al final los Pistons se impusieron en un partido de máxima tensión que se decidió en los últimos minutos y alejan bastante a los Chicago Bulls de los Playoffs tras la victoria añadida de los Pacers en Philadelphia.