Karl-Anthony Towns sigue afianzándose como gran estrella de los Minnesota Timberwolves partido tras partido y aún puede tener opciones de jugar el All-Star en febrero, sus números le avalan y solo le puede privar de ese privilegio el balance negativo que de momento tiene su equipo.

La madrugada del lunes al martes se enfrentaron los Wolves y los Atlanta Hawks, el equipo de Thibodau venía de perder el día de Navidad frente a los Thunders y consiguió recuperarse.

Partido inmaculado

Minnesota fue un vendaval ofensivo desde el arranque y no se notó en absoluto el segundo partido en dos noches ni que los Hawks venían de descansar. El partido quedó resuelto en los tres primeros cuartos ya que dominaban por 24 puntos.

Todos los titulares, a excepción de Ricky Rubio, estuvieron muy inspirados en ataque, Zach Lavine con 6/9 en triples o Wiggins con 4/6 también en triples pero Karl-Anthony Towns mejoró incluso las prestaciones de sus compañeros ya que logró 21 puntos con 8/8 en tiros de campo incluidos un pleno en los tres triples que lanzó y 3/3 desde la línea de personal.

Gran duelo con Dwight Howard

Estos números tienen aún más mérito ya que se enfrentaba a unos de los mejores pivots defensivos de toda la NBA. Dwight Howard, que venía de ser baja, también estuvo muy acertado de cara al aro ya que no falló ni uno solo de los nueve tiros que intentó a canasta. Por tanto, se enfrentaban un pivot que ya está en la recta final de su carrera aunque aún a buen nivel frente a Towns.

 Un jugador, el de Minnesota, que tiene todas las cualidades para ser un jugador dominante durante muchos años y sobre el que los Timberwolves deben construir el equipo. Sus números son tremendos este año; 22 puntos, 11 rebotes, 1.5 tapones y metiendo el 49% de sus tiros de campo. Con todo esto, luchará hasta el final por ser All-Star en febrero.

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