En una sociedad donde muchas veces el fútbol y todo lo que le rodea tiene más peso en los telediarios que la política o la religión, no nos resultan desconocidas las críticas e injurias a los árbitros por parte de cualquier individuo. El baloncesto, y en concreto la NBA, en contraposición a la mayoría de federaciones del balompié, siempre ha promovido un respeto y un blindaje pragmático hacia el colectivo arbitral. En este sentido, tampoco nos resulta sorprendente la multa de 30.000 dólares al entrenador de los Memphis Grizzlies.

David Fizdale no ha tenido una temporada plácida en la ciudad de Tennessee. La regular season de los Grizz ha estado acusada por las lesiones pero, aún así, ha conseguido llevar al equipo hasta un resultado similar al de la pasada campaña. De hecho, las concurrencias con respecto al año anterior son tantas que cada vez se ve más cerca que su eliminatoria contra los Spurs esté avocada al mismo final: 4-0.

En este contexto, Fizdale no pudo esconder su impotencia tras el último encuentro ante los de San Antonio y acabó explotando contra los árbitros en sala de prensa. En consecuencia, la NBA respondió con la multa a la que obliga el protocolo seguido en los últimos años. La cifra de la sanción rondaría los 30.000 dólares; cifra que, según ha dicho el capitán del equipo, Mike Conley, el entrenador no tendrá que pagar.

"Le agradecemos mucho lo que ha hecho. No tenía por qué hacerlo. Le hemos dicho que no debe preocuparse por la multa, que el equipo se hará cargo de ella", declaró el base tras el entrenamiento de hoy.

Este gesto pone de manifiesto el apoyo incondicional de los jugadores a su entrenador y, al mismo tiempo, expresa el desacuerdo de la franquicia hacia el veredicto que ha tomado la liga.