El club costasoleño se ve envuelto en una situación que no agrada a nadie, ni al club, ni al entrenador, ni a la afición. Comienza ahora una carrera a toda velocidad para poder fichar a un pívot que dé buen rendimiento y que ayude al Unicaja a conseguir sus objetivos. Ya han sonado varios nombres (Jones, Bogris, Bourousis), pero de momento ninguno ha trascendido.

Desde el club no dan ninguna pista, el director deportivo Carlos Jiménez evita por completo cualquier pregunta sobre el tema. Sin embargo, el entrenador, Joan Plaza, sí se atreve a responder a los periodistas sobre el posible fichaje de un "poste". Aunque esto no es nuevo, Plaza lleva hablando de un posible fichaje todo el año, pero siempre hablaba desde la tranquilidad y relajado. Ahora es diferente, ahora es necesario ese jugador.

El principal problema que está encontrando el equipo es que los jugadores piden requisitos que el club no quiere o no puede conceder. Estas demandas son por ejemplo: un salario alto, la duración del contrato (los jugadores no quieren que sea solo hasta el final de la temporada) y otras facilidades de la vida personal de los jugadores y sus familias.

Esta situación que se está viviendo en el club de los Guindos nos hace poner la vista en el pasado, en el principio de temporada cuando el Unicaja de Málaga gozaba de superpoblación en el puesto del "5" ya que contaba con Gio Shermadini, James Augustine, Dejan Musli y el canterano Viny Okouo.

Sin embargo esta situación no era la deseada por todos. A Musli se le dejó claro desde el principio del verano que no iba a contar para el entrenador y que lo mejor iba a ser que buscase un equipo donde seguir con su carrera. Pues bien, tras meses de tensión entre Joan Plaza, el club y Dejan Musli, el jugador serbio se marchó al Brose Bamberg (equipo de Euroliga).

Tras la marcha del pívot, la prensa empezó a preguntar a la cúpula de mando malagueña una y otra vez si tenían pensado en reforzar la posición del pívot tras la vacante que dejaba Musli. La respuesta siempre era la misma: "Carlos está trabajando en ello pero no corre prisa porque en el equipo los roles están muy definidos y traer a alguien nuevo podría desestructurar al equipo". Sin embargo, ese refuerzo nunca llegó y ahora más que nunca necesitan a alguien que supla a Shermadini durante al menos seis semanas.