Becky Hammon, exjugadora profesional de la WNBA desde 1999 hasta 2014, y considerada una de las mejores jugadoras de la historia de la liga, ha decidido quedarse como entrenadora asistente de San Antonio Spurs otra temporada más.

Un atractivo contrato

Tras largas negociaciones con la Universidad Estatal de Colorado sobre ocupar el puesto de entrenadora principal del equipo masculino de la propia universidad, Becky Hammon ha decidido no aceptar la oferta. A principios de mes, Pete Thamel, de Yahoo Sports, nombraba a Hammon como principal recambio de Larry Eustachy, que renunció después de numerosas investigaciones sobre el ‘clima’ de su programa. Esto se debía a que Becky jugó desde 1995 hasta 1999 en el equipo de la CSU, y se fue como la máxima anotadora del programa femenino. En resumidas palabras, ya conocía la casa.

Si finalmente se hubiera llegado a un acuerdo entre la entrenadora y el equipo, Becky Hammon hubiese sido la primera entrenadora femenina de un programa de baloncesto masculino de la División I. Pero por desgracia para CSU, decidió rechazar el contrato y continuar su carrera en la NBA, en el equipo de Gregg Popovich.

Elogios a una magnífica profesional

La nacionalizada rusa cumple cinco años ya en el cargo como entrenadora asistente de los Spurs, y es la primera mujer de la historia de la NBA que ocupa este puesto. Con el tiempo se ha ido convirtiendo en una de las piezas fundamentales en los planes de Robert Canterbury ‘R.C.’ Buford, manager general de la franquicia de San Antonio. El propio Buford elogió “ su gran ética de trabajo, su conocimiento del baloncesto y su coeficiente de inteligencia emocional, clave para ser una entrenadora exitosa”. Además, afirmó que “ella tiene el respeto de nuestros entrenadores, nuestros jugadores y nuestra organización. Tiene una gran visión tanto para las discusiones estratégicas como para dar instrucciones a los jugadores”.