Estos Rockets son un equipo revolucionario. No solamente porque han sido capaces de plantar cara y superar (al menos en regular season) a unos Golden State Warriors que parecían invencibles, sino porque además, lo han hecho revolucionando la forma de jugar. Fue su General Manager, Daryl Morey, el primero al que se le ocurrió que la mejor forma de hacer equipos era contratar grandes estrellas y rodearlas de especialistas, especialmente para el tiro de tres, el tiro que más vale. Con ello, se trajo al entrenador que revolucinó la liga con conceptos parecidos, a Mike D'Antoni, el creador de los Phoenix Suns del Run & Gun. Ellos dos han vuelto a revolucionar la liga con un equipo que muestra un ataque brutal, y que parece que es uno de los mejores de toda la liga.

Resumen de la temporada

Los Houston Rockets habían hecho una gran campaña en la 2016-17. Sin embargo, habían caído en playoffs ante unos San Antonio Spurs que les ganaron defendiendo bien y debido al cansancio de James Harden en los finales de partido. A pesar de esto, en verano fueron fuerte. Cambiaron muchas piezas importantes de la rotación por el base Chris Paul, una de las grandes estrellas en el mercado.

No fueron pocos los que criticaron este movimiento. Dijeron que quizá no serían suficientemente compatibles, que Paul estorbaría la gran labor que estaba haciendo Harden como generador primario del juego, y que enlentecería el ritmo de los Rockets. Y la verdad es que sí, pero no. El ritmo de los Rockets se ha ralentizado. De ser de los tres más rápidos la temporada anterior, ahora se encuentran más allá del puesto 10. Ha aumentado muchísimo el volumen de aclarados que se realizan. Son ahora muchas las veces que dos talentos del calibre de Harden y Paul, empiezan la jugada creando juego para ellos, tratando de provocar un desajuste. y funciona, funciona muy bien. Tanto que han sido el mejor ataque de toda la liga, todo eso sin dejar de tirar triples, que parece su seña de identidad, donde han vuelto a batir todos los récords históricos.

Además añadieron grandes piezas a la rotación, como Luc M'bah a Moute, que es un alero ya veterano muy polivalente. Y ya mediada la temporada regular, añadieron más tiradores de calidad, como son Joe Johnson y Gerald Green. Todo eso sumado a los Eric Gordon, Clint Capela, Ryan Anderson que ya tenían la temporada pasada, han conseguido la mejor temporada de su historia. Un récord de 65 victorias, es todo un hito incluso para una franquicia tan mítica como los Houston Rockets. Es por esto que la temporada difícilmente podría haberles ido mejor. Además han mejorado en defensa también, consiguiendo la sexta mejor defensa de la liga. Un equipo magnífico y temible para sus rivales.

Estrella: James Harden

A pesar de que el equipo cuenta con uno de los mejores bases de la última década, sino de la historia, un futuro Hall of Famer como Chris Paul, la estrella de este equipo se llama James Harden. Por todo. Por implicación en el juego por cantidad de tiros y de decisiones que toma, por la temporada tan inmensa que está haciendo. Lleva ya unos años a nivel de los mejores de la liga, pero este año parece que se ha vuelto a superar.

Es el máximo favorito en las apuestas para el MVP, y el premio si finalmente es suyo, será más que merecido. Más de 30 puntos de media, casi nueve asistencias y más de cinco rebotes. Todo esto, además compartiendo pista con otra estrella de su posición (Paul). Ha sido más incisivo que nunca en su carrera. Más imparable. Ha hecho cientos de jugadas increíbles, metido triples sin parar, tirado del carro de su equipo, organizando el ataque... el mejor jugador de la liga, es también, el mejor jugador de su equipo. Es también el jugador que más victorias le ha proporcionado a su equipo, y el más decisivo el los momentos clave. Una pesadilla con la que soñarán los entrenadores de los equipos que jueguen contra ellos. 

James Harde, ejecutando el pick & roll con Capela, una de sus jugadas favoritas. |Foto: Nba.com/rockets
James Harden, ejecutando el pick & roll con Capela, una de sus jugadas favoritas. |Foto: Nba.com/rockets

Entrenador: Mike D'Antoni

Otra de las estrellas de este equipo, está sin duda sentada en su banquilo. Mike D'Antoni ha sido un entrenador polarizante siempre. Desde los Phoenix Suns de Steve Nash que llegaron a las finales de conferencia, es un entrenador al que normalmente o se adora, o se odia. No hay término medio. Tiene un estilo de juego muy peculiar que ha ido perfeccionando mientras conseguía victorias, y que ha conseguido enganchar a prácticamente su corriente de juego a toda la liga.

Despreciar la media distancia por ser ineficiente, tratar de aumentar el ritmo para jugar a más posesiones (ocho segundos o menos, decían sus Suns), y jugar pick & roll en un sistema simple sin demasiadas complicaciones, son una marca de la casa. Esto sumado a los grandes jugadores que ha conseguido involucrar, a su idea de cambiar a Harden a base, y su récord de victorias de este año, le hace ver como uno de los mejores entrenadores de la liga. Nunca ha sido un entrenador al que se le de bien cambiar el planteamiento en medio de un partido o de una serie, pero si su plan sale bien desde el principio, sus Houston Rockets van a anotar tanto que los rivales tendrán muy pocas opciones para reaccionar. 

D'Antoni ha convertido su estilo de juego en el más mortífero de esta temporada. |Foto: nba.com/rockets
D'Antoni ha convertido su estilo de juego en el más mortífero de esta temporada. |Foto: nba.com/rockets

Aspiraciones

Para los Rockets, las aspiraciones máximas deberían ser el anillo. Como para todos, en realidad, pero la franquicia de Houston tiene delante una verdadera oportunidad. Los Golden State Warriors están teniendo muy mala suerte con las lesiones, y por ello este es quizá un año muy bueno para tratar de plantarles cara. Los Rockets además tendrán un verano complicado, pues tendrán que afrontar renovaciones de sus jugadores clave como Chris Paul o Clint Capela, y no saben que parte de este bloque ganador podrán conservar. Por ello, cuanto más lejos lleguen, más posibilidades tendrán de que sus jugadores quieran quedarse a toda costa.

En un enfrentamiento directo contra los Warriors tendrán serias posibilidades de ganarles, más de los que han tenido ningún equipo estos últimos años que no tuviese a LeBron. Por ello, prácticamente cualquier cosa que no sea llegar a unas posibles finales de conferencia contra los Warriors, sería decepcionante para el que ha sido el mejor equipo de la temporada regular.