Parecía que los Celtics podrían estar en problemas. Tras la lesión de Kyrie Irving, se quedaban sin su estrella anotadora, y uno de los mejores jugadores de la liga. Éste se sumaba a la lista de lesionados con Gordon Hayward, que lleva desde el primer partido de la temporada regular.

Los Celtics no van a tener unos playoffs fáciles. En primera ronda los Milwaukee Bucks pueden darles muchos quebraderos de cabeza. En muchas ocasiones se dice que un equipo joven es una desventaja, ya que el talento puede no ser consistente y a veces puede ganarles la presión. Sin embargo, tener buenos jugadores en el banquillo, acompañados además de un buen esquema y un buen entrenador, puede ser suficiente, especialmente contra un equipo sin un sistema definido.

Anoche, le tocó el turno a Jaylen Brown. El jugador se salió y hizo lo que seguramente sea hasta ahora uno de los partidos más importantes de su carrera. El jugador finalizó el partido con 30 puntos y cinco rebotes, lo que le convierte en el jugador más joven de la historia de los Celtics en conseguirlo, ya que solamente tiene 21 años. El récord anterior llevaba vigente desde 1957, en posesión de Tom Heinsohn. Más de 60 años después ha sido superado por un sophomore que ha reventado la serie. Con su actuación de anoche, el jugador consigió poner el 2 - 0 a la eliminatoria, dejando a su equipo con una buena ventaja ahora que les va a tocar jugar fuera de casa.

Se ha visto a unos buenos Celtics en esta serie, a pesar de que sus jugadores más importantes aun estén en contrato rookie. Tatum está dejando muy buenas actuaciones y Brown también. Todo esto integrado en un gran sistema de Brad Stevens, que mantiene siempre una defensa de nivel en la cancha para defender a las estrellas rivales. Mucho tiene que cambiar la serie, y muchos jugadores importantes de los Bucks aparecer para que tengan posibilidades de ganar a estos jóvenes Celtics.