Si se puede resumir con dos palabras el año de los Lakers sería con Kobe Bryant. El jugador que ha marcado un antes y un después en la mejor liga del mundo, dejaba las canchas tras las últimas graves lesiones que habían asolado su cuerpo y que apenas le permitían rendir al 100% . Tras su marcha, las nuevas incorporaciones y el paso adelante de las estrellas del equipo hacen augurar un gran porvenir a la franquicia de oro y púrpura.

Esta situación ha sido la que ha marcado gran parte de la temporada angelina. Un equipo que apenas podía luchar por nada, salvo intentar escoger un buen pick para el Draft de ese verano, afrontaba los partidos como aprendizaje para los jóvenes como Russell, que no dio lo que se esperaba de él en su primera temporada, de Randle, que se perdería la temporada anterior por lesión, y sería su año de 'rookie' y de Clarkson, que sería el que tiraría del carro con grandes actuaciones individuales.

Tampoco las situaciones extradeportivas ayudaron mucho, en ese año, creando un clima turbio tras el escándalo producido entre Nick Young y Russell después de la filtración de un vídeo grabado por el rookie angelino.

El último baile de Kobe

Los Jazz necesitaban un milagro para pasar a playoffs tras la derrota en la pasada jornada, y los Lakers buscaban hacer el mejor partido posible para despedir a su leyenda del Staples Center. Con estos alicientes se llegaba al último partido, de la Regular Season, en el que muchos dudaban de que Kobe pudiese jugar, o al menos rendir a un buen nivel.

El partido tendría un claro y absoluto protagonista en el encuentro. El '24' angelino deslumbraría al baloncesto mundial y a los asistentes al Staples Center con una actuación memorable, de las que marcan una época. Una despedida grandiosa para uno de los genios de este deporte. Con el marcador adverso tras el descanso, Kobe tiraría del carro, y a base de triples y de crossover que Kobe ha realizado a lo largo de su carrera, los entrenados por aquel momento por Byron Scott reducirían ventajas hasta tener opciones reales de luchar por la victoria.

Tres minutos de magia, tres minutos en los que una estrella que se había apagado en las últimas campañas volvería a brillar con luz propia. Bryant tiraría del carro del equipo y remontaría diez puntos de desventaja con una facilidad pasmosa para anotar, y siendo decisivo a falta de 30 segundos para el final del partido. Los Lakers iban uno abajo y Kobe aprovecharía un estupendo bloque de Randle, para anotar de dos y poner la ventaja que no soltarían hasta el final del choque. El '24' acabaría con 60 puntos, récord anotador en la temporada regular y dando luz a un equipo que seguía teniendo demasiadas sombras en esa temporada.

Ilusiones de futuro

Tras la marcha de Kobe y la elección de Ingram cómo número dos del Draft, los Lakers querían empezar ya a mover ficha para construir una franquica ganadora a corto-medio plazo. Con la incorporación de Luke Walton al banquillo, se esperaba que su fichaje y los diamantes en bruto del equipo fuesen el principal atractivo para que jugadores como DeRozan, Durant o Whiteside jugasen en LA. Sin embargo ningún gran primer espada fichó por la franquicia, aunque si se reforzarían las demarcaciones de pívot y de alero con dos veteranos contrastados. Mozgov y Luol Deng, aunque con un precio algo 'inflado' para los aficionados angelinos.

Los jóvenes Lakers en un entrenamiento Vía: nbalakers
Los jóvenes Lakers en un entrenamiento Vía: nbalakers

Se consiguió retener a Clarkson por un buen precio tras las desorbitadas cifras que se estaban pagando y se mantuvo el bloque principal del equipo, que era el considerado clave para encabezar la reconstrucción. Además también se incorporó a Calderón (vía traspaso), que está ayudando a los jóvenes a mejorar en su juego.

El inicio de temporada fue el mejor de lo esperado, consiguiendo resultados sorprensivos y colándose entre los ocho mejores del Oeste. Un gran juego liderado por los de Walton, daban las esperanzas a los angelinos en este comienzo de temporada de luchar por playoffs. Sin embargo, los sueños no siempre son duraderos y a los Lakers se le rompería en diciembre cuando las lesiones de Young y Russell, devastaron el quinteto y entraron en una espiral de derrotas de las que le está costando levantarse.

También hay que destacar a dos veteranos que están haciendo las delicias del público y están volviendo a un nivel espectacular. En primer lugar, Lou Williams, el gran fichaje de los angelinos el año pasado está realizando una sensacional temporada desde el banquillo, y Luke Walton está sacando todo lo mejor de él. A pesar del récord del equipo, Williams está promedianto más puntos, rebotes, asistencias, % de tiro y eficiencia que en el año que conseguiría el mejor Sexto Hombre con los Raptors. Tampoco hay que olvidarse de Nick Young, que parecía estar desterrado y prácticamente olvidado, volvería esta temporada de titular y cumpliendo con creces. Intensidad, defensa y acierto en el perímetro, han sido las cualidades del '0' de los Lakers que ha tenido un nuevo resurgir.

Para el año que viene se espera unos Lakers batalladores, que sigan mejorando y adaptándose al esquema de Walton para que en la temporada 2017/18 puedan luchar por algo más que acabar entre los diez primeros de la conferencia y volver a la franquicia de púrpura y oro a un olimpo que llevan tiempo sin visitar

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