En Milwaukee están de enhorabuena: ha nacido una estrella. Giannis Antetokounmpo es, sin discusión, uno de los mejores jugadores del mundo y por tanto uno de los jugadores llamados a dominar la NBA en la próxima década. Bajo el mando de The greek freak, los Bucks quieren volver a ser grandes en una liga que en los últimos años ha dado pocas alternativas tanto en el Este, dominado por LeBron James los últimos 7 años, como en el Oeste con unos Warriors de leyenda.

Los Bucks tienen un magnífico grupo de jóvenes | Fotografía: NBA.com
Los Bucks tienen un magnífico grupo de jóvenes | Fotografía: NBA.com

 

Lo cierto es que los "ciervos" se han ganado un hueco entre los mejores equipos de la competición. La temporada pasada finalizaron con un récord de 42 victorias y 40 derrotas en temporada regular (26 victorias y 24 derrotas si se contabilizan a partir de 2017), finalizando en una más que respetable sexta posición en la conferencia Este. Además, debe añadirse la serie de primera ronda de playoffs ante los Toronto Raptors, en la que cayeron eliminados por 4-2.

En la presente temporada presentan un balance de 17 victorias y 14 derrotas en la regular season, ocupando la séptima plaza de su conferencia. Por tanto, cuentan con un total de 45 victorias y 42 derrotas en el año natural. Las cifras, sin ser magníficas, dejan en claro que los Bucks vuelven a ser un equipo competitivo que ya parece haber dejado atrás las temporadas con récord negativo.

La eliminación en playoffs no empaña el gran inicio de año

Analizando en primer lugar el final de la temporada 2016/2017, hay que hablar de la increíble racha de ocho victorias y únicamente dos derrotas que cosecharon los de Milwaukee en la primera veintena de marzo. Seis de esas ocho victorias fueron además consecutivas ante Clippers, Raptors, Sixers, Knicks, Pacers y Timberwolves. Sin duda el parón de febrero (debido al fin de semana de las estrellas) le sentó de maravilla a los hombres entrenados por Jason Kidd.

Finalmente, tras un mes de abril irregular e igualado en cuanto a partidos ganados y perdidos, llegó la postemporada NBA. El sexto puesto logrado por los Bucks hizo que se vieran las caras con uno de los "cocos" del Este, los siempre correosos Toronto Raptors. La franquicia canadiense, liderada por los All-Star Demar DeRozan y Kyle Lowry, además de la aportación del ala pívot hispano-congoleño Serge Ibaka fue un escollo insalvable para los Milwaukee Bucks.

Milwaukee no pudo con los Raptors en playoffs | Fotografía: NBA.com
Milwaukee no pudo con los Raptors en playoffs | Fotografía: NBA.com

A pesar de comenzar la serie ganando en el Air Canada Centre de Toronto y de volver a adelantarse en Milwaukee para ponerse 2-1 en el global de la eliminatoria, los Bucks fueron apabullados en los últimos tres partidos por unos Raptors que llegaron a dejar a los "ciervos" en unos tristes 76 puntos en el cuarto partido. Solo en el sexto y definitivo encuentro hubo de nuevo pelea por ver quien conseguía llevarse la victoria, pero la veteranía de los canadienses volvió a imponerse ante la inexperiencia de los de Wisconsin. Finalmente, los Toronto Raptors consumaron la remontada y firmaron el 4-2 definitivo que les dio el pase a la semifinal del Este en la que caerían por un contundente 4-0 ante los Cavaliers de LeBron James.

Un verano sin grandes nombres

Aunque la tempranera eliminación en playoffs no dejó un buen sabor de boca en los Bucks, la realidad es que el papel del equipo superó las expectativas que se tenían a principios de año. Por tanto, Milwaukee se plantó en verano con los deberes hechos, sin intención de realizar ningún gran fichaje. El objetivo era seguir desarrollando el enorme talento de su joven columna vertebral: Antetokounmpo, Jabari Parker, Middleton, Maker y el recién nombrado Rookie del año, Malcolm Brogdon. Avalados por este quinteto inicial más alguna que otra pieza secundaria, los Bucks comenzaban a parecer un serio aspirante a las finales de conferencia.

Brogdon es uno de sus mayores talentos | Fotografía: Kathy Willens / AP PHOTO
Brogdon es uno de sus mayores talentos | Fotografía: Kathy Willens / AP PHOTO

 

Así las cosas, el mercado de verano se saldó con operaciones menores como la renovación de Jason Terry por el mínimo de veterano, la contratación del agente libre DeAndre Liggins o la marcha de jugadores de rol como Michael Beasley o Spencer Hawes.

Bledsoe pone la guinda a la temporada más ilusionante de los últimos tiempos

En Milwaukee esperaban ansiosos el comienzo de la temporada 2017/2018. La presente campaña se antojaba como una de las más esperanzadoras para los Bucks en las últimas décadas. El 18 de octubre se dio el pistoletazo de salida con una victoria ni más ni menos que ante los Boston Celtics en el Garden. La monstruosa actuación de Antetokounmpo (37 puntos y 13 rebotes) fue el primer síntoma de la metamorfosis definitiva del griego hacia superestrella dominante de la NBA. 

Sorprendentemente, el inicio de los Bucks no fue tan positivo como prometía, arrancando con un récord negativo de 4 victorias y 6 derrotas tras la primera decena de partidos. Precisamente en el día de la sexta derrota, cosechada ante los Cleveland Cavaliers, se confirmó un traspaso que cayó como una bomba en el estado de Wisconsin.

Los Bucks traspasaron a Greg Monroe y dos rondas de draft a Phoenix Suns a cambio de Eric Bledsoe. El base, que declaró abiertamente su deseo de marcharse de una franquicia perdedora como los Suns, ya demostró en temporadas anteriores que es capaz de hacer unos números brillantes promediando más de veinte puntos por partido.

Los Bucks revolucionaron su plantilla con la incorporación de Bledsoe | Fotografía: Getty Images
Los Bucks revolucionaron su plantilla con la incorporación de Bledsoe | Fotografía: Getty Images

La llegada de Bledsoe le cambió la cara al equipo de Jason Kidd. El menudo playmaker era el complemento perfecto que les faltaba a Antetokounmpo y compañía. Además, la llegada del ex de Phoenix permitió que un afamado tirador como Brogdon pasara a convertirse en el sexto hombre que se encargara de liderar la floja segunda unidad de los Bucks. El nuevo esquema de Kidd dio sus frutos y los de Milwaukee lograron cuatro victorias seguidas que les servirían para situarse con un récord positivo que no han vuelto a dejar escapar desde entonces y con el que cerraran 2017.

Con Antetokounmpo soñar está permitido

Si hay que señalar a alguien como máximo artífice del buen año que han vivido los Bucks ese no es otro más que Giannis Antetokounmpo. El griego, que ya consiguió el premio al jugador más mejorado la temporada pasada, ha seguido incrementando sus prestaciones hasta el punto de rondar los treinta puntos por partido. En concreto, la estrella de Milwaukee despide el mejor año de su carrera promediando unos estratosféricos 29,6 puntos, 10,5 rebotes y 4,6 asistencias. Ya es un fenómeno de masas y un candidato real a ser designado como el mejor jugador de la temporada. Todo esto con 23 años recién cumplidos. Bestial.

Este 2017 ha sido sin lugar a dudas el año de su consagración, consiguiendo sus career high en puntos (44 contra los Blazers) y en rebotes (17 frente a los Mavericks). Bien es cierto que otros jugadores como Jabari Parker (actualmente lesionado) o el francotirador Khris Middleton han ayudado a que los Bucks estén donde estén hoy día, pero Antetokounmpo es un MVP en potencia capaz de hacer de todo y casi todo bien. La única pega que se le puede poner al griego es su menor acierto en el triple, aunque eso no es nada que no se pueda solucionar con entrenamientos intensivos durante los meses de verano. 

Giannis Antetokounmpo está llamado a dominar la liga | Fotografía: NBA.com
Giannis Antetokounmpo está llamado a dominar la liga | Fotografía: NBA.com

El 2017 de los Milwaukee Bucks se recordará como el año de la resurrección de una franquicia histórica de la NBA. Hay que remontarse a los años de Oscar Robertson y Kareem Abdul-Jabbar para vivir una expectación semejante a la que existe ahora respecto a este equipo. Liderados por el jugador llamado a dominar la década que viene y rodeados de talento joven y ansioso de victorias, el futuro de estos Bucks no parece tener techo. Llegarán hasta donde ellos quieran si son capaces de retener a Antetokounmpo y de firmar a alguna estrella secundaria en el mercado. Si el 2017 fue bueno, el 2018 se avecina aún mejor. Ahora más que nunca: fear the deer.

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Sobre el autor
Alberto Orti
Estudiante de periodismo en la UMA.