Comenzaba la década de los 40 con la II Guerra Mundial en su máximo auge. Los aliados consiguieron derrocar a Mussolini y la caídas del imperio fascista tocaba a su fin. Sin embargo, Hitler no iba a dar su brazo a torcer y mantuvo el fascismo en el norte de Italia, autoproclamando la República Social Italiana o República de Saló. Era el comienzo de dos años de guerra civil que asolaría Italia y cuyas heridas todavía son visibles.

Restablecida la paz en la país transalpino, volvió el ciclismo a la carretera surgiendo una nueva guerra civil, la ciclística entre Fausto Coppi y Gino Bartali. Italia solo tenía ojos para sus grandes campeones e ignoraba a Fiorenzo Magni, el ciclista que reflejaba el pasado dictatorial de Italia. Sin embargo, Magni lo impedía porque siempre estaba ahí, era el 'tercer hombre'.

Magni, Bartali y Coppi, simbolos de la Italia de la posguerra | Fuente: bikeraceinfo.com
Magni, Bartali y Coppi, simbolos de la Italia de la posguerra | Fuente: bikeraceinfo.com

Su pasado fascista le condenó en la carretera

Fiorenzo Magni nació en Vaiano de Prato en 1920, de clara ideología fascista, estuvo acusado por delitos de sangre en la llamada 'Masacre de Valibona'. Finalmente fue declarado no culpable por falta de pruebas aunque la sociedad ya le había sentenciado. Hecho que le impidió correr la temporada de 1946.

Sin embargo, el toscano era definido como un hombre tozudo, de coraje, de una gran inteligencia y táctica, supo sobreponerse a todos los sinsabores de que vida puso en su camino. A pesar ser vilipendiado por la afición transalpina y de convivir con Coppi y Bartali, supo sacar provecho de su 'guerra' para hacerse con un palmarés envidiable. Fue el primer ciclista en conseguir tres Tour de Flandes consecutivos (1949-1951), recibiendo el sobrenombre de "El León de Flandes". Su características de rodador y gran bajador que sufría en las montañas no fue óbice para llevarse también tres Giros de Italia (1948, 1951 y 1955).

Un Giro agridulce

Pero antes de vencer en Flandes, Magni consiguió llevarse su primer Giro de Italia. El trazado de la Corsa Rosa de 1948 se adecuaba a las cualidades del toscano. Se rumoreaba que Coppi y Bartali se estaban preparando para el Tour de Francia y no jugarían sus cartas hasta la etapa reina dolomítica con el Pordoi a 40 kilómetros de meta. De la 'relajación' de los dos grandes mitos italianos en la primera parte del Giro la aprovechó Magni al máximo para aventajarles y llegar con varios minutos de ventaja sobre ambos ciclistas.  Tenía muy cerca poder recuperar la maglia rosa que portaba en esos instantes  Ezio Cecchi.

Ascendiendo el Pordoi,  Coppi salió de su letargo para lanzarse a por su segunda victoria de etapa consecutiva. Coppi pasó en solitario por la cima con cinco minutos de ventaja sobre Magni, y por lo tanto Magni solo contaba ya con un minuto de margen por lo que se lanzó de forma suicida para reducir la diferencia. En meta, el retraso de Magni fue de tres minutos sobre Coppi. Sin embargo, el equipo Bianchi de Coppi denunció ayudas a Magni durante el ascenso del Pordoi, siendo penalizado con dos minutos. El equipo Bianchi lo consideró insuficiente y abandonó el Giro. Magni era maglia rosa por once segundos sobre Cecchi.

Magni, ayudado por los aficionados | Fuente: bikeraceinfo.com
Magni, ayudado por los aficionados | Fuente: bikeraceinfo.com

Su primer Giro estuvo envuelto en la polémica por la ayuda en el Pordoi

La polémica convirtió a Magni en el foco de las iras de los tiffosi de Coppi. Venció el Giro pero recorrió las últimas dos etapas entre los silbidos y los insultos del público, y en el velódromo Vigorelli de Milán debió interrumpir la vuelta de honor al ver que el público lo escupía y que lo había recibido al grito de “¡Fascista!, ¡Fascista!”.


Además de aquel amargo triunfo , Magni conquistó dos maglias rosas más: en 1951 controlando a su antojo la carrera, y en 1955 merced a un fuga con Coppi en la penúltima etapa, cuando la victoria final la tocaba con los dedos Gastone Nencini.

Escapado con Coppi en busca de su tercer Giro | Fuente:bikeraceinfo.com
Escapado con Coppi en busca de su tercer Giro | Fuente:bikeraceinfo.com

Magni está hecho de otra pasta

Sus tres generales en Italia no consiguieron deshelar el corazón de los italianos debido a que su pasado político estaba muy presente. Sin embargo, el toscano, tenaz como pocos, consiguió su tal ansiada y merecida admiración.

Su tenacidad en el Giro de 1956 le valió la admiración de los aficionados

Magni se cayó en un descenso camino de Livorno fracturándose la clavícula izquierda en el Giro de 1956. Merced a su capacidad sufrimiento llegó a meta. Le esperaba una jornada de descanso y al día siguiente una contrarreloj de 54 kilómetros. Magni se colocó en el top-10 de la etapa gracias a un manillar cubierto de gomaespuma y una pomada de novacina para mitigar el intenso dolor.

Dos días después una cronoescalada le esperaba a Magni y una idea de su mecánico surgió de nuevo: quita el aire de un tubular, lo retuerce y fija un extremo al manillar mientras el otro extremo lo sujeta Magni con los dientes que, así, puede “tirar” del manillar. Es la imagen definitoria del toscano.

Fuente.bikeraceinfo.com
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Sin embargo, la carrera sigue atacando al italiano. Se fractura el húmero por una nueva caída pero no se retira. Llegaba la etapa del Stelvio, Magni es incapaz de frenar con las dos manos por lo que bajó frenando con una solo mano y los pies, aun así llegó segundo a la meta. Al día siguiente, final en el Monte Bondone y las gélidas temperaturas hicieron retirarse a los dos primeros de la general, pero no a un inconmensurable Magni que terminó tercero en meta y segundo en el general final del Giro. Finalizada la Corsa Rosa debió llevar 40 días de yeso para curar sus múltiples fracturas.

Así fue Fiorenzo Magni, un ciclista y un hombre que a base de las innumerables adversidades curtió su carácter para hacerse un hueco en la historia ciclista.

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Sobre el autor
Román Vilares Francisco
Apasionado del ciclismo. Community Manager de la Sociedad Ciclista Rebonza y redactor de su revista: Pedaladas Verdinegras www.screbonza.es