Venir, ver y vencer. Eso es lo que Julio Cesar hizo en la Batalla de Zela, y Chris Froome (Sky) ha seguido sus pasos. En su tercera participación en el Giro de Italia, primera desde el año 2010, el keniata de 33 años recién cumplidos ha dado un paso de gigante para incluirse en el olimpo del ciclismo. El mayor vueltómano del siglo XXI se ha sumado al selecto grupo de los que han vencido en las tres grandes y es el único junto a Eddy Merckx y Bernard Hinault en triunfar en tres grandes vueltas consecutivas.

Un Giro muy diferente

La décimo novena etapa fue la clave de este éxito. El Sky dinamito la carrera en el inicio del Finestre para organizar el posterior ataque de Froome. Un demarraje clásico, un homenaje al ciclismo de antaño. 80 kilómetros por delante y el 'robot autómata' que nunca se guiaba por el corazón en solitario. Un hito que sobrepasara los muros del tiempo y formará parte de la historia del ciclismo, puesto que el del Sky logró aventajar a todos sus rivales y alzar los brazos y vestirse de rosa en Jafferau.

Ha sido un Giro diferente, no solo por la magistral exhibición de Froome que ha servido para silenciar algunas críticas (y por desgracia para propagar otras), también por los consecutivos naufragios de los favoritos. En la primera semana Froome era quien parecía ser el más débil entre los favoritos, pero tras la primera jornada de descanso Esteban Chaves (Mitchelton-Scott) fue el primero en derrumbarse. Tras él, Fabio Aru (UAE) también se vio fuera de la lucha por la general. Pero el mayor hundimiento fue el de Simon Yates, segundo para el Mitchelton-Scott, quien vestido de rosa cedió más de 38 minutos sobre un Froome ascendente. La penúltima etapa no fue para menos y cobro otra víctima, en este caso el tercero de la general, Thibaut Pinot (Groupama-FDJ) que con síntomas de deshidratación y fiebre fue hospitalizado. Después de todo, Tom Dumoulin (Sunweb), el más regular en todo el Giro, y Miguel Ángel López (Astana) han sido los encargados de escoltar a Froome en el pódium final.

Pódium final del Giro 101. / Foto: Giro d'Italia
Pódium final del Giro 101. / Foto: Giro d'Italia

Sin olvidarse de la etapa final

Ahora toca hablar de la última etapa. El ganador de esta siempre bajo la sombra de los vencedores finales, pero la espectacular volata de Sam Bennett (Bora-Hansgrohe) debe de salir a la luz. La peligrosidad de la etapa ha sido criticada y Froome y Viviani, como portavoces del pelotón, han exigido que la etapa no tuviera repercusión para los hombres de la general. Así, la etapa no crearía diferencias entre los primeros de la general y facilitaría la labor de los sprinters y sus equipos, ya que los conjuntos de los favoritos no se meterían en la pelea de mantener a salvo a sus líderes. Estos se han tomado muy en serio la decisión y han llegado a diecisiete minutos sobre ganador de etapa.

Una fuga de Sénéchal (Quick-step), Cattaneo (Androni-Giocatolli), Martin (Katusha-Alpecin), Mullen (Trek-Segafredo) y Van Poppel (lotto NL-Jumbo) casi sorprende a los hombres rápidos, pero no. Los velocistas y sus equipos querían aprovechar la última oportunidad y así lo han hecho.

Como siempre, el Quick-Step ha aparecido en los instantes finales de la prueba, pero han lanzado a la perfección ha Viviani, quien hoy ha sido superado por su gran rival durante todo el Giro, el irlandés Sam Bennett, quien ha alzado los brazos por tercera vez en esta ronda italiana. Por su parte, Viviani los ha alzado cuatro veces y se ha llevado la maglia ciclamino, del vencedor por puntos.

Bennett vence en roma por delante de Viviani y Drucker. / Foto: Giro d'Italia
Bennett vence en roma por delante de Viviani y Drucker. / Foto: Giro d'Italia

Froome también ha logrado la maglia azzurra, distintivo del mejor escalado y López ha sido el mejor joven de este Giro. Por equipos el conjunto británico Team Sky ha sido el mejor. Asimismo, hay que destacar la actuación de Richard Carapaz (Movistar), cuarto en su segunda temporada como profesional y no es de menos el séptimo puesto del vasco Pello Bilbao (Astana), en el top 10 durante todo el Giro. Otro vasco, Mikel Nieve (Mitchelton-Scott) fue el vencedor de la vigésima etapa con final en Cervinia y logró así su tercera victoria en el giro, tras las logradas el 2011 y el 2016.