El escenario es tan impresionante como el espectáculo que se genera sobre él. La inteligencia es parte fundamental en una disciplina que requiere de la máxima concentración, y que aporta una variedad de pruebas que encandila a todo aficionado. El velódromo es uno de los elementos clave de todo Juegos Olímpicos, un lugar rebosante de emociones, de público jaleando en un pabellón cerrado a gladiadores de la velocidad y resistencia, que han de estudiar mucho la carrera y a sus oponentes si no desean equivocarse de estrategia.
Bradley Wiggins y Mark Cavendish son los nombres más conocidos que competirán en el velódromo
Parte fundamental de los Juegos Olímpicos modernos, al considerar Pierre de Coubertain que habrían de ser piedra angular de su proyecto, tan solo no estuvieron presentes en Estocolmo 1912. Existen cinco modalidades de competición, tanto en modalidad masculina como femenina, y son habituales los ciclistas procedentes del ciclismo en ruta que intentan maximizar sus condiciones de velocidad en el llano, sobre el velódromo.
Modalidades de competición
El velódromo tiene la polivalencia requerida para acoger pruebas de muy distinta índole. Con 250 metros de superficie totalmente plana y homogénea y curvas de entre 22º y 42º de peralte, los ciclistas se desplazan como si de una serpiente sigiliosa y letal se tratara. Las pruebas que se celebrarán en Río de Janeiro y sus características, son las siguientes:
1. Keirin
Tiene su origen en Japón y fue olímpica en Sidney 2000, por primera vez. Consiste en un sprint lanzado tras haber dado una serie de vueltas detrás de una moto eléctrica. Dicho sprint es de dos vueltas y media, lo que requiere de mucha explosividad pero también mesura para gestionar las fuerzas disponibles.
2. Velocidad
Es un duelo de pistoleros. Dos ciclistas se vigilan entre sí y antes de estar a 200 metros del final, han de comenzar el sprint. No hay margen para el error de cálculo a la hora de atacar, y es una prueba que provee de tremendas emociones a los espectadores.
3. Velocidad por equipos
La compenetración es clave en una prueba consistente en la salida de dos equipos formados por tres corredores desde líneas opuestas de velódromo. Van dándose relevos entre sí los miembros de cada equipo durante tres vueltas, marcando un tiempo que es el que marca el tercer ciclista que entra en meta.
4. Persecución por equipos
Lo único que cambia respecto a la prueba de velocidad por equipos es la duración de la prueba, siendo de cuatro kilómetros. Es por ello por lo que incorpora un ciclista más a cada equipo.
5. Ómnium
Es la joya de la corona, aquella prueba que reúne hasta seis modalidades distintas del ciclismo en pista y exige manejar tanto resistencia como velocidad. El ganador saldrá del corredor que menos puntos consiga, ya que la puntuación se otorga de forma inversa a lo habitual. Las pruebas del ómnium son las siguientes:
HOMBRES
Scratch (10-15 Km): carrera individual
Persecución individual (4 Km)
Eliminación
Kilómetro contrarreloj
Vuelta lanzada
Carrera de puntuación (40 Km)
MUJERES
Scratch (10-15 Km): carrera individual
Persecución individual (3 Km)
Eliminación
500 m contrarreloj
Vuelta lanzada
Puntuación (25 Km)
En Río de Janeiro 2016 habrá tres españoles presentes en el velódromo. Tania Calvo y Helena Casas serán de la partida en velocidad individual y también en tándem, donde se alzaron con el bronce en el Mundial disputado en 2015. También lo hizo Juan Peralta en velocidad individual. Se antoja complicado que puedan obtener presea, pero deberían estar entre los puestos de finalista que otorgan diploma olímpico.
Los grandes dominadores del ciclismo en pista han sido, son y todo indica que serán, los británicos. Con una estructura federativa sólida, los Christian Hoy, Bradley Wiggins y Mark Cavendish son representantes de una base muy amplia de corredores que van saliendo cada año y aseguran la permanencia en la élite del ciclismo británico.