Líder desde la segunda etapa de los Pirineos, Chris Froome afrontaba la última mitad del Tour de Francia demostrando día tras día su autoridad y convicción. Sin embargo, el día antes de la contrarreloj más larga de la edición (37,5km), el pelotón afrontaba el siempre imponente Mont Ventoux cuya importancia en carrera se veía reducida respecto a otras ediciones debido a la ausencia de importantes cotas antes de su ascensión y la reducción kilometraje en la ascensión debido al fuerte viento que soplaba en los últimos kilómetros.

Tiempo de control

Conscientes de las opciones, la fuga estaba formada por hombres combativos como Chris Anker Sorensen, Daniel Navarro, Daniel Teklehaimanot, Serge Pauwels, Sylvain Chavanel o Thomas de Gendt. La diferencia de la escapada con el pelotón superó en cuarto de hora durante buena de parte de la carrera, quienes empezaron Mont Ventoux con más de ocho minutos de ventaja, suficientes para disputarse la victoria de etapa.

Detrás, el Team Sky, equipo de Chris Froome, controlaba el pelotón y dejaba atrás ciclistas como Rui Costa, Daniel Martin o Vincenzo Nibali. Además, Wout Poels y Mikel Landa cortaban los ataques de Jarlinson Pantano, Alejandro Valverde y Nairo Quintana, manteniendo así intactas las fuerzas de Froome. Delante, De Gendt vencía ante Pauwels y Dani Navarro.

Poco antes del caos, De Gendt vencía. | Foto: Corvos
Poco antes del caos, De Gendt vencía. | Foto: Corvos

La que parecía que iba a ser otra demostración de poderío del ciclista británico se fue al suelo en cuestión de décimas de segundo. Nunca mejor dicho.

Tiempo de nervios

A dos kilómetros de su llegada, Chris Froome se fue junto a Bauke Mollema y Richie Porte, abriendo un buen espacio entre ellos y Nairo Quintana, quien tenía que ser ayudado por su compañero Alejandro Valverde para minimizar pérdidas. Sin embargo, la gran presencia de aficiones el último kilómetro y medio de carrera dificultaba el paso a las motocicletas. Una de ellas, la cual desgraciadamente iba pocos metros por delante del trío liderado por Chris Froome, tuvo que parar, provocando la caída de Froome y Porte. La bici del líder de la carrera sufrió daños irreparables, por lo que, nervioso y sin nadie de su equipo cerca que le pudiera prestar una bici, Froome hizo decenas de metros a pie, corriendo al lado de los aficionados.

Froome protagonizó uno de los momentos más insólitos de la historia. | Foto: AFP
Froome protagonizó uno de los momentos más insólitos de la historia. | Foto: AFP

Porte conseguía reparar su bici y no tardó en adelantar a un desesperado Froome. Quien se vió también superado por Nairo Quintana, Tejay Van Garderen, entre otros. Froome recibió finalmente una bicicleta de la organización, con la cual hizo unos cuantos metros. No obstante, los nervios y su “feeling” con la bici prestada le hicieron bajarse a 400 metros de la llegada y esperó a que su equipo le diera una bici de recambio.

Tiempo de incertezas

Finalmente, Froome llegó a meta con más de un minuto y medio perdido respecto a los demás ciclistas de la general, algo que significaba la pérdida del liderato en pos de su compatriota Adam Yates. Además, el hecho de haber realizado varios metros sin la bicicleta, hacían que rumores acerca de la descalificación de Froome fueran cada vez a más, pues el reglamento decía que el ciclista debe ir siempre acompañado de la bici.

Los jueces de carrera estuvieron deliberando durante más de media hora acerca de lo ocurrido. Cerca de las seis hicieron oficial la decisón: Froome no solo no fue descalificado sino que no se contaron los tiempos del último kilómetro, por lo que ni él ni Porte no sólo no perdían tiempo (Mollema había conseguido evitar el accidente) sino que mantenían los segundos de ventaja que le habían cogido a Nairo Quintana y al resto de ciclistas.

Todo quedó en un susto. Un susto para Chris Froome que quedará grabado en su memoria. Y una situación nunca antes vivida por los aficionados. El ciclismo.