En un año más flojo del que suele acostumbrar, Peter Sagan (Bora-Hansgrohe) vuelve a brillar con luz propia. El vigente Campeón del Mundo en Ruta ha conseguido la victoria en la octava etapa de la Vuelta a Suiza tras protagonizar una de sus memorables arrancadas, incapaces de ser contrarrestadas por sus rivales. Los italianos Sacha Modolo (UAE Team Emirates) y Matteo Trentin (Quick-Step Floors) han tenido que conformarse con copar el podio de una corta y electrizante etapa-circuito resuelta al sprint. Es el segundo triunfo de Sagan en la actual prueba helvética (quince en total) y el sexto de la temporada.

Por otro lado, el esloveno Simon Spilak (Team Katusha-Alpecin) no tuvo problemas para entrar con el grupo de cabeza y conserva el liderato a falta de la última etapa de mañana.

Un traicionero circuito

Fuente: Tour de Suisse

La octava y penúltima etapa de esta Vuelta a Suiza volvía a incorporar el formato de circuito. Con salida y llegada en la localidad de Schaffhausen, los corredores debían cubrir un escarpado circuito de 12,5 kilómetros al que se darían un total de ocho giros para completar un total de 100 kilómetros. Cada vuelta incluía el paso por una colina de 1,4 kilómetros al 4,8% con el fin de ir endureciendo y seleccionando la carrera. Jornada, por tanto, corta pero peligrosa, favorable para un buen clasicómano o cazaetapas, e incluso para que alguien de la general pudiera probarlo, ya que la última cota se coronaba a solo 6,6 km de meta.

Escapada por la montaña

Con una jornada tan corta, era de esperar que las primeras hostilidades se dieran tras el banderazo de salida, con cuatro corredores tomando ventaja sobre el pelotón. Entre ellos, cómo no, los dos primeros en la clasificación de la montaña: Lasse Norman Hansen (Aqua Blue Sport) y Nick Van der Lijke (Roompot - Nederlandse Loterij), además de Jaco Venter (Dimension Data) y Jelle Wallays (Lotto Soudal).

Los cuatro escapados, con Lasse Norman Hansen (Aqua Blue Sport) a la cabeza | Foto: Twitter @AquaBlueSport

Norman Hansen, líder de la montaña, le ganó la batalla a Van der Lijke en la fuga

Con el pelotón ajeno a esa batalla por el maillot azul, el cuarteto consiguió abrir una brecha máxima de dos minutos. Mientras tanto, Hansen iba consolidando su preciada prenda en las primeras vueltas del circuito, superando a su rival, el oranje Van der Lijke. El danés de Aqua Blue Sport, líder de la montaña desde el primer día, no estaba dispuesto a perder ese premio en la última etapa con puertos puntuables.

La tónica se repetía una y otra vez: Hansen cogía los puntos en cada giro, mientras Katusha-Alpecin y Bora-Hansgrohe se encargaban de vigilar que la diferencia no pasase de los dos minutos. No obstante, después del quinto paso por la cota, los equipos interesados en la victoria decidieron que había llegado el momento de iniciar la caza.

El pelotón, comandado por Juraj Sagan y los Katusha | Foto: Señal TV-RSI La 2

Neutralización y sprint

Mientras la ventaja del cuarteto caía de forma irremediable, se conocía la noticia de que el jurado de la organización había decidido que el tiempo para la clasificación general se tomaría al final de la séptima vuelta, es decir, una antes del final. Una decisión intrascendente, pues la victoria terminaría por decidirse en un sprint masivo.

La fuga cedió a falta de 13 kilómetros y Sagan remató en la volata

El gran trabajo de Katusha —con su líder Spilak muy bien colocado— y Bora echó abajo la fuga a falta de 13 kilómetros, justo al cruzar la línea de meta por penúltima vez. En el último giro, algunos gallos como Sagan, Matthews (Team Sunweb), Felline (Trek-Segafredo) o Van Avermaet (BMC Racing Team) enseñaron los dientes, pero nadie fue capaz de marcharse en solitario. El sprint numeroso era una realidad y ahí el más rápido fue Peter Sagan, que no tuvo rival capaz de neutralizar su potente arrancada. Segundo fue Sacha Modolo y su compatriota Matteo Trentin cerró el podio de una etapa en la que los favoritos de la general entraron con el mismo tiempo.

Mañana, la crono definitiva

La caravana no se mueve de Schaffhausen, ciudad que pondrá fin a la ronda helvética con una determinante contrarreloj individual de 28,6 kilómetros. Una cota de 3,7 kilómetros al 5% en la segunda mitad del recorrido servirá para incrementar su dureza y dificultar las opciones de los especialistas más puros. Con la general bastante decantada para Spilak, el resto de favoritos se jugarán los puestos de honor en una etapa más complicada de lo que parece.

Fuente: Tour de Suisse

Clasificaciones de la etapa 8