Máximo goleador de la Premier League con 19 tantos, titular indiscutible de la selección holandesa y jugador más determinante en el Manchester United son tres de las cualidades que avalan a Robin Van Persie como uno de los delanteros más en forma del panorama futbolístico europeo.

Del mundo del arte al Feyenoord

Van Persie nació en una familia de artistas holandeses de Rotterdam. Pero ya desde pequeño tuvo claro que su vida iba a rondar alrededor de un balón. Con cuatro años de edad ingresó en las divisiones infantiles del SBV Excelsior. Su paso por este equipo fue efímero, ya que al año siguiente ingresó en el Feyenoord.

La habilidad de Van Persie en las categorías inferiores maravilló al, por aquel entonces, entrenador del primer equipo, Bert van Marwijk, que lo hizo debutar a la edad de 17 años. Su maestría con el balón no era propia de un chico de su edad, lo que le hizo llevarse el premio al jugador más joven de Holanda en la temporada 2001-02. Tras tres años y medio de su debut, y con una copa de la Uefa en su palmarés, el equipo decidió venderlo al Arsenal por la cantidad de 2,75 millones de euros. El motivo fue el carácter individualista y confictivo de Van Persie, producto del exceso de libertad de su infancia en el peligroso barrio de Kralingen, que hizo que tuviese más de una discusión con van Marwijk.

Premier League, su reino indiscutible

Con la vitola de jugador habilidoso pero rebelde se puso a las órdenes de Arsène Wenger, que necesitaba un delantero para remplazar a Denis Bergkamp. El técnico francés, famoso tanto por su estragia en el campo como por su habilidad psicológica con los jugadores, no dudó en lidiar con Van Persie e intentar que mejorase su conducta. Pero la paciencia de Wenger pronto se rompió y hubo una gran discusión entre ambos. Las palabras de frustación del técnico calaron en la mente de Van Persie. "Tú verás lo que quieres hacer en el fútbol, pero así no puedes seguir. Como no cambies, estás muerto. Descubre tú mismo lo que debes modificar".

"Tú verás lo que quieres hacer en el fútbol, pero así no puedes seguir. Como no cambies, estás muerto. Descubre tú mismo lo que debes modificar" le reprochó Arsène Wenger

La actitud de Van Persie comenzó a cambiar. Su habilidad con el balón dejó de ser puntual para pasar a ser constante. Junto con Fábregas, Arshavin y Theo Walcott marcaron una época en el equipo londinense.

Fue nombrado mejor jugador del mes en la Premier en varias ocasiones, y cada tanto del equipo pasaba por su botas, bien sea en forma de gol o de asistencia. En la temporada 2008-09 fue nombrado mejor jugador del año en el Arsenal. Las lesiones en su rodilla estuvieron a punto de alejarlo de los terrenos de juego de por vida, pero resurgió de sus cenizas. Cambió su dorsal por el número 10 y llegó a ser capitán del equipo. En su última temporada con la camiseta gunner marcó la friolera de 30 tantos, llevando él solo al equipo a la Champions, además de convertirse en uno de los diez mejores delanteros de la historia del Arsenal y ser denominado como mejor jugador del año en la Premier League.

El verano pasado fue fichado por uno de los rivales del Arsenal, el todopoderoso Manchester United de sir Álex Ferguson, por 24 millones de libras (uns treinta millones de euros). Este fichaje molestó a la grada gunner, ya que anteriormente, Van Persie había declarado que su "corazón estaba  con el Arsenal" y que "no podría imaginarse vestido con otra camiseta". Pero las palabras se las lleva el viento y lo que quedan son los hechos; o lo que es lo mismo, el cambio a uno de los máximos rivales por el simple hecho de ganar títulos. Una ambición personal que no suele ser bien vista en el mundo del fútbol.

Los número de esta temporada en el United son semejantes a, los del también holandés, Ruud Van Nistelrrooy. 19 goles le avalan como máximo goleador del campeonato y su presencia en el campo intimida hasta a los rivales más duros, como se vio ante la ida de cuartos de final de Champions League ante el Real Madrid.

Habilidad y maestría con el balón

Lo que caracteriza al juego de Robin Van Persie es su elegancia con los pies, mágica en algunas ocasiones, que junto con su velocidad y tiro lejano, crean una combinación perfecta para perforar cada portería rival. Domina a la perfección los lanzamientos de faltas y el juego áereo, siendo uno de los mejores rematadores de la liga inglesa. Su individualismo innato lo lleva a navegar libremente cerca del área. Pero lo que antaño era anarquía ahora es juego en equipo, y esta libertad se transforma en asistencias impecables, convirtiendo a Van Persie en un gran líder con una mejor zurda.