Alexandre Dimitri Song Billong no ha tenido un año fácil. Ni mucho menos. Alex Song no ha terminado de adaptarse al FC Barcelona. No adaptarse al Barça provoca efectos secundarios, Song no ha potenciado sus mejores cualidades y ha tratado de mejorar otras. Y eso no siempre es bueno. Song ha perdido continuidad con el balón pero ha ganado en el juego al primer toque. Eso sí, en Camerún es un líder y eso cambia su forma de jugar.

Samuel Eto'o y Song lideran una selección que no tiene grandes aspiraciones puestas en Brasil. Pero Camerún tuvo la suerte de caer en el grupo A. Brasil imposibilita las opciones de ser primeros pero México y Croacia dejan el grupo bastante abierto. Eto'o y Song son las grandes estrellas de un equipo que ha rendido bien en los amistosos pero que no acaba de competir a gran nivel en los grandes torneos.

A diferencia de en el FC Barcelona, Song juega por delante de los pivotes. Ahí, como lo hacía en el Arsenal, Song rinde y muy bien. Con libertad y tiempo, el centrocampista parece mejorar en calidad y visión de juego. Escoltado y protegido, Song debe ser el hombre encargado de hacer carburar una máquina que parece bastante oxidada.

A pesar de haber demostrado que su posición es la de mediocentro, en Barcelona tampoco ha podido demostrar en esa posición. Martino confió en él para jugar con Busquets, aunque ligeramente adelantado. Song desentonó en una maquinaria que iba dos marchas por delante. Incluso, Song llegó a jugar como delantero centro ya que no encontraba su posición en el terreno de juego:

En cuanto al Mundial, Song debe liderar a una selección que tiene opciones y debe aprovecharlas. Además de físico y presencia, debe ser el motor de un centro del campo carente de calidad. Si Camerún quiere pasar, Song debe ser la pieza angular de un equipo que no convence lo suficiente como para llegar a los octavos de final.