"Queremos jugar un juego". Eso parecían decir todos los carteles en Allianz Arena en cada partido de este 2015. Como si de una versión magnificada de 'SAW' se tratara, Allianz Arena encerró a cada uno de sus visitantes en una telaraña de goles, con una dosis de tortura psicológica ante el tren de juego que el equipo local mostró en cada uno de sus partidos en casa. A excepción del Dortmund en Pokal y el Augsburgo en Bundesliga, el Bayern de Múnich no paro de celebrar ante su gente con goleadas históricas, goleadores sobrenaturales y un ambiente de fiesta que convirtió al estadio en un auténtico circo romano con 11 gladiradores intentando sobrevivir a los 11 leones bávaros que rugían por devorarlos. En este reportaje, presentamos un amplio recuento de los partidos más memorables de la casa bávara en este 2015 y de cómo el Allianz Arena fue prácticamente imbatible para los rivales del Bayern de Múnich de Pep Guardiola.

Hamburgo: el punto que abrió la cascada de goles

El 2015 arrancó de forma negativa para el Bayern de Guardiola. La goleada de 4-1 sufrida a manos del Wolfsburgo, se sumó a un 1-1 contra el Schalke 04 en el primer partido del año en Allianz Arena. Con solo cuatro puntos en dos partidos, los bávaros llegaron a Stuttgart y lograron llevarse un 0-2 con más sombras que luces, dejando una columna de dudas dentro del rendimiento del equipo a partir del parón invernal. Sin embargo, la tarde del 14 de febrero fue la que cambió el rumbo de las cosas.

Aquella tarde los bávaros golearon al Hamburgo con un 8-0 implacable, demoledor y aderezado con los incansables cánticos de toda la grada local.

El Hamburgo llegaba con al agua al cuello. Insertado en los últimos lugares, los del 'Dino' querían dar un golpe sorpresivo en Allianz ante la imagen de debilidad que presentaba el Bayern. Sin embargo, el 14 de febrero, la historia daría un giro de 360º en favor del Bayern y convertiría a Allianz Arena en una casa del terror para sus rivales. Aquella tarde los bávaros golearon al Hamburgo con un 8-0 implacable, demoledor y aderezado con los incansables cánticos de toda la grada local. Los dobletes de Müller, Götze y Robben, se sumaron a los goles de Lewandowski y Ribéry para dejar un marcador impensable y al Hamburgo con las heridas abiertas y sangrando hasta morir en el césped de Múnich.

Shakhtar Donetsk: la Champions también cuenta

Los golpes en Bundesliga continuaron ya sea de local o de visitante. Sin embargo, faltaba un terreno de juego en el cual el Bayern debía dejar en claro su autoridad: la Champions League. La racha de imbatibilidad bávara en casa en competiciones europeas había arrancado, justamente, esa temporada. Tras la caída 0-4 ante el Real Madrid, los bávaros encontraron una primera vuelta en limpio y cerraron el 2014 con tres victorias europeas en tres partidos en Allianz. Pero, tras el 0-0 conseguido en Ucrania, los de Guardiola necesitaban dar un golpe de autoridad en la Champions y tomaron su casa como el mejor lugar y la ocasión perfecta para propinarlo.

La intensidad estaba servida en le escenario donde todos querían ver correr ríos de sangre a manos del gigante bávaro

El 7-0 con que el Bayern escribió su nombre en la siguiente ronda de la Champions League aquel 11 de marzo fue la tercera ocasión en que el equipo bávaro conseguía un marcador similar en competición europea. Curiosamente, las veces anteriores también fue en fases de eliminación directa y no en fase de grupos. La fiesta la corearon los goles de Müller (x2), Boateng, Ribéry, Badstuber, Lewandowski y Götze y fue el golpe europeo que el equipo bávaro necesitaba dar para encaminar su hegemonía teutona a territorios internacionales. La lesión de Ribéry en ese partido quedó en segundo plano. La nota relevante la puso el ritmo de juego, el volumen de intensidad y la voracidad que el equipo mostró desde el primer momento. La ventaja de Müller al 4' fue el signo de que el Bayern salía a matar cuando jugaba en Allianz Arena. La intensidad estaba servida en le escenario donde todos querían ver correr ríos de sangre a manos del gigante bávaro.

Porto: comienzan las demoliciones en 45 minutos

Uno de los aspectos más llamativos en este 2015 en Allianz Arena ha sido la capacidad arrolladora del Bayern en los primeros 45 minutos. Tras el 2-0 con que se cerró el primer tiempo ante el Shakhtar, cada goleada del Bayern en este año en su casa ha sido firmada, en su mayoría, durante los primeros 45 minutos de cada partido, siendo los primeros 25 en los que más goles se acumulan cuando los bávaros superan la barrera de los cuatro goles en un solo partido. Esa tendencia inició un 21 de abril ante el Porto. El Bayern llegaba herido tras caer 3-1 en O'Dragao y necesitaba un partido perfecto para llegar a semifinales de la Champions League. El ambiente fue el ideal y el equipo lo agradeció con una cátedra ofensiva y un hambre por asesinar a su rival poco vista en los equipos de Guardiola.

El ambiente fue el ideal y el equipo lo agradeció con una cátedra ofensiva y un hambre por asesinar a su rival poco vista en los equipos de Guardiola

En tan solo 45 minutos, el Bayern le endosó cinco goles al Porto y dejó la eliminatoria prácticamente sentenciada para la segunda mitad, en la que Xabi Alonso y Jackson Martínez pusieron su grano de arena para cada equipo. El resultado final (6-1) fue la demostración clara de lo que el Bayern era capaz de hacer en su casa. Allianz Arena era un fuerte inquebrantable y una casa de torturas para cada uno de sus visitantes. El ritmo del equipo aumentaba, la voricadad se desborda, el ambiente engullía a los rivales y la sensación de superioridad del Bayern se hacía más intensa cuando se acunaban los encuentros en Múnich. Como dijera Guardiola meses más tarde: "Cuando jugamos arropados por nuestra afición somos imparables". La realidad de esas declaraciones comenzaba a escribirse en los primeros meses de 2015.

Barcelona: la esperanza que ter Stegen ahogó

Pero, si de partidos memorables en Allianz Arean se habla, no puede dejarse de lado el 3-2 con que el Bayern de Múnich cerró su participación en Champions League en semifinales ante el futuro campeón del torneo, el Barcelona. Más allá de que la victoria fue una mera estadística, el partido será recordado por las cuatro tapadas imposibles de Marc-André ter Stegen que, a cuenta de goles, hubieran significado la remontada del 3-0 en el Camp Nou y la clasificación a uan nueva cita europea. Los goles de Neymar no pudieron ahogar la embestida bávara, la cual hizo que el local dominara por completo las acciones e, incluso, agregara un poco de tensión cuando Müller firmaba el 3-2 con buen tiempo en el cronómetro para intentar la remontada.

Ante su gente, el Bayern vendió cara su eliminación y obligó al Barcelona a repensar su idea de dosificación

La despedida bávara de Europa fue con la frente en alto. Ter Stegen le tapaba goles increíbles a un equipo que se arriesgó ante su gente, jugó con el vértigo clásico de su desarrollo en Múnich y logró vencer al futuro campeón y dejar en claro que, en otro contexto sin tantas lesiones que lamentar, la serie pudo haber tenido un resultado diferente. Desde el gol tempranero de Benatia al 7' hasta la última tapada de ter Stegen e un balazo de Schweinsteiger al 89', el partido fue un ir y venir de dos apuestas tácticas superiores, con una marcada divinidad en ambos lados y con la garra e intensidad de dos equipo que no estaban dispuestos a regalar algo. Ante su gente, el Bayern vendió cara su eliminación y obligó al Barcelona a repensar su idea de dosificación, algo que claramente se vio en Berlín cuando los azulgranas, lejos de dosificar, apretaron a la Juventus al verse en ventaja.

Hamburgo: "Con ustedes, ¡Douglas Costa!"

Como si de una tradición de la nueva era se tratara, el Bayern volvió a escribir una página gloriosa en goles y victorias ante el Hamburgo. Ésta vez, el escenario era el arranque de la presente temporada en Bundesliga. El partido, propio de la primera fecha del torneo, fue una especie de combustión lenta para el Bayern. Poco a poco, los engranajes fueron cuadrando y la maquinaria de goles tardó un tiempo en producir su mejor versión. Benatia abrió la cuenta sobre la primera mitad, dejando en claro que el Bayern intentaba y el Hambrugo se protegía, amparado a la idea de un equipo bávaro todavía falto de aceite y con espesura en todas sus líneas.

Douglas Costa hizo su presentación en sociedad con el Hamburgo como víctima perfecta

Sin embargo, ese encuentro no será recordado por el 5-0 con que el Bayern derrotó al Hamburgo. El partido está plasmado en la memoria de los aficionados presentes en Allianz Arena por un solo nombre propio: Douglas Costa. Como si de su noche de estreno se tratara, el brasileño apareció para dar un show de velocidad, quiebre de cintura, desequilibrio, profundidad, agresividad y rebeldía táctica que terminaron por romper a la defensa rival. La jugada del cuarto gol, en la que le rompe la cintura a Diekmeier y se escapa de Djourou a toda velocidad para conectar un centro de tres dedos con la zurda es la que resume el desarrollo del juego: Douglas Costa hizo su presentación en sociedad con el Hamburgo como víctima perfecta.

Wolfsburgo: Lewandowski y su noche mágica

Si hay una noche mágica de 2015 en Allianz Arena, esa se escribió el 22 de septiembre ante el asombro del mundo entero y la devoción total hacia 'El Santo de Varsovia', Robert Lewandowski. El Wolfsburgo, rival a vencer del Bayern en los análisis de pretemporada, llegaba a Múnich para recuperar oxígeno luego de un par de resultados grises. Rápidamente, Caligiuri aprovechaba el único remate a puerta de los lobos para mandar el encuentro con un 0-1 al descanso. Por su parte, Guardiola no contaba de entrada con el polaco Lewandowksi producto de una lesión que podía complicarse si se forzaba la marcha del delantero. Sin embargo, los goles llegaron desde el banquillo para la segunda mitad.

Lewandowski se divinizó en la tierra, elevó su aura a planos angelicales y se convirtió en el 'Van Hellsing' perfecto para cazar a toda la manada de lobos presentes en Allianz Arena

Demás estaría narrar lo sucedido. Los cinco goles en nueve minutos de Robert Lewandowksi, propios de su merecida entrada al 'Guinnes World Records', fueron la pesadilla de los lobos vivida entre el 51' y el 59', en los cuales el partido se definió con un 5-1 en favor del Bayern y con el gusto de ver a Lewandowski firmar en cinco ocasiones su nombre en el pizarrón. En un abrir y cerrar de ojos, como la misma Biblia describe el arrebatamiento final de sus creyentes, Lewandowski se divinizó en la tierra, elevó su aura a planos angelicales y se convirtió en el 'Van Hellsing' perfecto para cazar a toda la manada de lobos presentes en Allianz Arena. El rostro de asombro de Guardiola, la volea final de Lewandowski, la mano del polaco con el número cinco en sus dedos y el coreo infernal de "Lewandowski, Lewandowski, Lewandowski" en todos los altavoces y graderíos de Allianz Arena son, sin duda, una de las mejores postales que el territorio bávaro le regaló a todo el planeta fútbol.

Borussia Dortmund: el golpe definitivo

El Allianz Arena había sido confirmado como una casa de terror para sus visitantes, pero llegaba uno de los fantasmas propios de la historia del Bayern de Múnich: el Borussia Dortmund. Sin Jürgen Klopp en escena, Thomas Tuchle llegaba a su priemr 'Der Klassiker' enfrentando al entrenador con el que tantos cafés ha compartido en Alemania según ambos estrategas, Pep Guardiola. El partido, con el arranque típico de los últimos clásicos de Bundesliga, fue con el Dortmund encimando y aterrorizando la salida con balón dominado del Bayern. Sin embargo, el trazo largo de Boateng entró en las partituras de la Sinfónica de Múnich y se estandarizó como una alternativa más dentro de su amplia gamas de posibilidades.

La inyección de Costa era evidente y 'Robbery' era un nostálgico recuerdo que había dejado de ser una necesidad

Es así como los dobletes de Lewandowski y Müller, más un gol de Götze firmaron el 5-1 final que el descuento de Aubameyang no pudo evitar. La goleada fue clara, certera y dolorosa para los dorados. Su aparente firmeza táctica se vio derrumbada en un instante y ni el 2-1 con que se cerró al primera mitad pudo asustar a un Bayern pletórico, inspirado y angelical con el apoyo de su gente. El Bayern simplemente mantenía la línea gráfica de su diseño local para esta temporada: intensidad, voracidad, contundencia, administración de la ventaja y disciplina ofensiva para nunca dejar de atacar. La inyección de Costa era evidente y 'Robbery' era un nostálgico recuerdo que había dejado de ser una necesidad. El Allianz Arena tenía así su propia fiesta ante el archirrival en Bundesliga.

Arsenal: el ballet artístico de 'Los Vengadores'

Pero, si en Bundesliga Allianz Arena era un festín de goles en honor al fútbol, la Champions League tampoco se quedaba atrás. Con las goleada de 5-0 al Dínamo Zagreb, con hat-trick de Lewandowski incluido, llegaba el turno para recibir al Arsenal el 4 de marzo, luego de haber caído la fecha anterior 2-0 en Londres y con la necesidad no solo de vengar dicha derrota, sino de afianzar la clasificación en primer lugar a la siguiente ronda del torneo europeo. Para ello, Guardiola sacó su mejor once de gala y dio la orden clara de morder, romper y destrozar a su rival desde el primer minuto.

Guardiola sacó su mejor once de gala y dio la orden clara de morder, romper y destrozar a su rival desde el primer minuto

Es así como, haciendo uso de su mejor versión, 'Los Vengadores de Múnich' despedazaron 4-0 al Arsenal en el primer tiempo, para terminar sellando el partido 5-1 con goles de Lewandowski, Müller (x2), Alaba y Robben, con Giroud descontando para los gunners. Con la voracidad intacta, el Bayern firmaba la goleada más espléndida de su fase de grupos en la presente Champions League, doblegando al rival a vencer en el grupo, dando un golpe masivo para recuperar autoridad luego de su caída en Londres y firmando un primer tiempo perfecto donde cada línea funcionó al 100% de sus capacidades. El 2015 es, sin duda alguna, el mejor año en cuanto a registros como local para el Bayern y, ante el Arsenal, dejó una de las huellas más memorables en la 'Gran Muralla Roja' de Allianz Arena.

Apuntes Finales

La fiesta no ha parado en Allianz Arena. Los mosaicos, la alegría de los cánticos y toda la emoción que se vive en el estadio que sigue teniendo llenos en cada partido del Bayern de Múnich en todas las competiciones oficiales que ahí se disputan es incomparable. El registro en Champions League es impresionante y sus números locales en Bundesliga y DFB Pokal siguen aumentando. Atrás ha quedado la eliminación por penales ante el Dortmund de la pasada Pokal o el sabor agrio de la victoria infructuosa ante el Barcelona. Múnich vive su propia fiesta del fútbol gracias a un equipo que agradececon fútbol y goles todo el apoyo con que lo arropa su afición cada partido que enfrentan. Múnich es la nueva 'Capital de los Goles' en Alemania.

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Sobre el autor
Jonathan Josué Laguán
Salvadoreño. Comunicación Social. Productor Radiofónico y Escritor Freelance. Coordinador Adjunto en Alemania VAVEL. Fútbol es Pasión y Vida. Dios es Todo.