Una primera parte con un juego realmente bueno permitió al Boro de Aitor Karanka llevarse el derbi en el Stadium of Light de Sunderland y sumar 3 muy importantes puntos ante un rival directo en la pelea por evitar las plazas de descenso de cara al final de temporada. 

Y es que desde un buen inicio pareció que el equipo que jugaba en casa era el Middlesbrough y no el Sunderland. El estadio no ayudaba a los hombres de David Moyes, que no se sentían arropados por los suyos. El frío del ambiente se trasladó a los once que estaban en el campo y eso le dio tiempo y confianza a los de Karanka para asentarse en el césped y en el derbi. Poco a poco, a base de trenzar jugadas con paciencia y tranquilidad, el recién ascendido se fue instalando en la mitad de campo rival. 

Así llegó, en una jugada un poco aislada, el primer gol del encuentro, obra -de arte- de Christian Stuani. El exfutbolista del Espanyol controló en la zona de tres cuartos y nadie le salió al cruce. Avanzó hasta que vio un hueco y puso un auténtico misil en la escuadra de la portería un Vito Mannone que suficiente hizo con intentar llegar.

El gol no despertó a los chicos de Moyes, que no eran conscientes de estar jugando un derbi. A pesar de que las ocasiones no terminaban de ser claras, los de Karanka dominaban claramente el partido, jugaban a su antojo y parecía que en cualquier momento tenía que llegar el segundo. La percepción era que si no lograban anotar, posiblemente lo iban a pagar en la segunda mitad. El partido era suyo en ese momento. 

Y tardó, pero llegó. De nuevo Stuani fue el encargado de meter el balón en las redes pero, esta vez, sin la espectacularidad del anterior. En una jugada de toque, Forshaw dio un pase mirando al tendido a Negredo, que recortó hacia su pierna mala y dejó la gloria a Stuani, que fusiló a Mannone. 0-2 y descanso. Todo iba sobre ruedas para los hombres de Karanka. 

Tardó 10 minutos en asimilar, el Sunderland, que o se ponía las pilas o se iba a plantar en la tercera jornada de liga sin haber puntuado. Tuvo que ser el joven lateral izquierdo Van Aanholt el que, con un disparo tras una buena combinación, echara agua sobre los dormidos jugadores locales. Desde ese momento se sucedieron diversas ocasiones, Defoe, Van Aanholt, Watmore o Januzaj tuvieron la suya pero no fue hasta el minuto 71 que, de nuevo el lateral zurdo, exjugador del Chelsea, pudo recortar distancias al aprovechar un rechace de Guzan. 

Se vino abajo el Middlesbrough entre el gol recibido y la sustitución de un Gastón Ramírez que estaba siendo de lo mejor de su equipo. Apretó 10 minutos el Sunderland, que es lo que le duró la batería al conjunto de Moyes, pero no fue suficiente para empatar. Tras el arreón, le quedaron 10 minutos más al equipo local en los que se vio incapaz de provocar nada y el Boro lo aprovechó para que se le pasara el susto del gol y poder adormecer el partido hasta el final.