La tercera jornada de la UEFA Europa League dejó la clasificación muy apretada en el grupo del Mainz, tras empatar contra en Anderlecht. Con tres equipos sumando cinco puntos, el nuevo choque entre belgas y alemanes en la cuarta jornada se preveía decisivo para poner tierra de por medio. En Bruselas ninguno de los dos conjuntos se anduvo por las ramas y desde el pitido inicial hasta el final buscaron los tres puntos intercambiando golpes sin cesar, aunque los belgas castigaron demasiado y dejaron KO al Mainz.

Anderlecht y Mainz comenzaron el choque buscando un tanto que les metiera de lleno en el partido y consiguiera encarrilar una victoria clave para tomar distancia en la clasificación grupal. Ambos conjuntos empezaron muy enchufados y buscando el área rival, lo que convirtió el encuentro en un auténtico correcalles en el que se penalizaron los errores rivales. A los nueve minutos, Stanciu adelantó al conjunto local con un disparo desde la frontal que cogió un efecto extraño y engañó a Lössl.

Los errores dan vida al rival

Sin embargo, el Mainz supo reponerse del tanto en contra y poco a poco intentó hacerse con el control del esférico. A los 15 minutos, De Blasis aprovechó un mal rechace de un saque de banda dentro del área para fusilar y poner el empate con un buen remate desde la frontal de la pequeña. La igualdad en el césped se veía reflejada en el marcador aunque el conjunto visitante quiso poner fin a media hora de golpes y contragolpes domando el esférico. Pero un error en la salida del balón condenó al conjunto de Martin Schmidt, ya que en una rápida contra del Anderlecht Stanciu volvió a poner por delante a los locales con un disparo desde el balcón del área tras recibir un gran pase desde la derecha de Chipciu.

La igualdad de la primera parte se fue al traste con los errores y la pegada de los locales (Foto: Mainz).

El mismo guion del primer tiempo pareció repetirse al regresar ambos equipos del descanso. Sin embargo, y a pesar de unos primeros minutos de correcalles, un aviso para cada equipo apaciguó el encuentro. Tras una gran recuperación en el centro del campo, Chipciu se quedó solo ante el meta del Mainz, contra quien estrelló el esférico. Dos minutos después, De Blasis repitió la acción en el área rival tras una buena presión del Mainz.

Asediar contra defender y aprovechar errores

Merodeando la hora de encuentro, el Anderlecht descubrió que reforzarse en defensa y esperar para montar la contra podía convertirse en una gran arma. A esto, sumando la mala suerte y los errores del Mainz, dio el tercer tanto al equipo local. Tras una buena contra del Anderlecht, la defensa visitante despejó un balón que quedó en la zona de tres cuartos donde Tielemans, solo y con todo el tiempo del mundo, controló y mandó un derechazo pegado a la base del poste izquierdo de Lössl que hizo inútil la estirada del guardameta.

Tielemans anotó un 3-1 que ya parecía demasiado castigo para el Mainz (Foto: @rscanderlecht).

Con el marcador a favor y dos goles de diferencia, el argumento defensivo del Anderlecht se convirtió en la tónica dominante. El Mainz se vio obligado a asediar el área rival y, a pesar de conseguir pisarla y merodear la portería belga, nunca consiguió generar superioridad ni materializar sus erráticas aproximaciones. En cambio el Anderlecht continuó generando errores germanos y en el minuto 77 a punto estuvo de hacer el cuarto Teodorczyk tras una pérdida de Bell cerca del área.

Resultado engañoso y demasiado castigo

El Mainz nunca perdió la cara al encuentro y siguió mostrando su juego con buenas combinaciones y transiciones inteligentes para generar espacios. Sin embargo, no fue el día de los germanos en el área, que no consiguieron rematar con claridad ni generar oportunidades claras de peligro. El cuarto tanto belga, conseguido por Teodorczyk al rematar un córner en el último minuto del tiempo reglamentario parecía demasiado castigo hasta que  Bruno anotó el 5-1 al aprovechar un mal rechace de Lössl tras una gran contra de los locales. De nuevo Teodorczyk, con el tiempo cumplido, cerró un set injusto al transformar un penalti.