Diego Armando Maradona es conocido por ser uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol, sin embargo, "el Barrilete cósmico" experimentó múltiples niveles de su juego dependiendo de los diferentes equipos en los que jugaba.

Tanto en Barcelona como en Sevilla no destacó, no obstante, si hay dos equipos en los que hay que destacar la labor del argentino son Boca Juniors y Nápoles, sobretodo este último, el cual llegó a ser uno de los mejores equipos de Italia y de Europa gracias a la llegada del argentino.

Maradona llegó a la ciudad napolitana en 1984 tras dos temporadas en el F.C. Barcelona donde obtuvo más pena que gloria. Pese a este nivel demostrado por el jugador en la liga española, el Nápoles fue el equipo que decidió confiar en él y posar plena confianza en su fútbol. Afortunadamente para los intereses del mundo en general y del Nápoles en particular, la arriesgada apuesta salió bien.

El equipo italiano al que llegó Maradona era un equipo en decadencia, el cual, había peleado por no descender la temporada anterior a su fichaje, logrando la salvación por tan solo un punto.

La presentación del jugador argentino como futbolista napolitano se produjo el 5 de julio de 1984, ante un estadio San Paolo repleto de aficionados que estaban entusiasmados por su fichaje ya que veían en él, al jugador que necesitaban para levantar a su equipo.

Su debut se produjo el 16 de septiembre de 1984 contra el Verona, con una derrota por 3-1. La temporada no fue ni mucho menos brillante, sin embargo, el conjunto azulón terminaba mejor la temporada con respecto a la anterior y su esperanzador fichaje concluía la temporada en el tercer puesto en la tabla de goleadores, tras materializar 14 goles.

Maradona durante su presentación en San Paolo / (Fuente: Pinterest)
Maradona durante su presentación en San Paolo / (Fuente: Pinterest)

Tras la temporada 1984/85, el Nápoles empezaba a ver con buenos ojos su futuro junto con su jugador estrella y no estaban equivocados ya que, tras los fichajes de jugadores de mejor calidad como Claudio Garella y Bruno Giordano, el Nápoles se lanzaba con ambición a por el Scudetto y en la temporada 1985/86 consiguieron una más que merecida tercera posición en la liga ganada por la Juventus. Con este fabuloso tercer puesto el equipo lograba clasificarse para la UEFA. Durante esta campaña, no hay que dejar en el olvido que en octubre de 1985, Guillermo Cóppola se convirtió en su nuevo representante, en reemplazo de Czysterpiller.

Ya en la temporada 1986/87, tras el Mundial de México, un gran Nápoles capitaneado por Maradona lograba alzarse con el primer Scudetto de la institución junto con la Copa de Italia con la que consolidaban una temporada de ensueño. Durante esa temporada, "El Pelusa" había marcado 10 goles en la Seria A y 7 en la copa italiana.

Tras los logros conseguidos por jugador y equipo, Maradona se consolidó como uno de los mejores jugadores del planeta y muchos equipos europeos se aglutinaban por obtener sus servicios como es el caso del AC Milan, el cual, quería fichar al argentino visto lo visto en las anteriores temporadas, sin embargo, para sorpresa de los aficionados napolitanos, su estrella e ídolo decidía renovar con el equipo del San Paolo hasta 1993 por cinco millones de dólares anuales.

En su cuarta temporada como jugador en la liga italiana (1987/88), el conjunto italiano logró formar un trío de lujo formado por Maradona, Giordano y Careca.

Maradona, Giordano y Careca, el trio de lujo napolitano / (Fuente: Pinterest)
Maradona, Giordano y Careca, el trio de lujo napolitano / (Fuente: Pinterest)

Esa misma temporada comenzaba con grandes resultados, no obstante, a medida que iba avanzando la temporada, la escuadra azulona iba decayendo ligeramente hasta que un fatídico partido contra los rossoneri en San Paolo terminó decantando el Scudetto a favor del Milán. Por otra parte, Maradona concluyó como máximo goleador con 15 goles. Esta derrota levantó muchas ampollas y dolores de cabeza a los aficionados del equipo e incluso se llegó a decir que el Nápoles había vendido la liga debido a las presiones ejercidas por las apuestas. Algunos jugadores y en especial Maradona, fueron relacionados con la Camorra (organización criminal mafiosa de la región de Campania en Nápoles), algo que nunca fue probado.

La temporada 1988/89 llegaba y el Nápoles brillaba de nuevo consiguiendo un segundo puesto en liga, a 11 puntos del campeón, el Inter de Milán. Sin embargo, el logro más importante para el club sería la primera competición europea de su historia, la Copa de la UEFA. La famosa final enfrentaba a un equipo italiano, el Nápoles contra un equipo alemán, VfB Stuttgart, en el que jugaba Jürgen Klinsmann.

Maradona con el trofeo de la Copa de la Uefa ganada por el Nápoles en 1988/89 / (Fuente: Wikipedia)
Maradona con el trofeo de la Copa de la UEFA ganada por el Nápoles en 1988/89 / (Fuente: Wikipedia)

El primer partido lo ganó el Nápoles, en su propio estadio con un resultado de 2-1 a favor mientras que el segundo, finalizó con un empate a tres.

Celebración del segundo gol del Nápoles en el partido de la vuelta ante el Stuttgart / (Fuente: Forza27)
Celebración del segundo gol del Nápoles en el partido de la vuelta ante el Stuttgart / (Fuente: Forza27)

La siguiente temporada, 1989/90 también fue una temporada digna del recuerdo para el conjunto italiano. El Nápoles conseguiría su segundo Scudetto. A dos fechas del final de esa campaña, tanto el Nápoles como el Milán se encontraban en la primera posición, empatados con 47 puntos.

El Nápoles se enfrentaba al 33º de la tabla, el cual, por aquel entonces era el Bologna, al que ganó con un 4-2 mientras que el Milán era derrotado por el Verona con un 2-1 en contra. Ya en el último partido de la temporada, los azzurri vencieron por 1-0 a la Lazio, consiguiendo el Scudetto. Maradona fue el tercer goleador del torneo con 16 goles, detrás de Marco Van Basten con 19 y Roberto Baggio con 17. Además, hay que destacar que en diciembre de 1990 consiguieron, además, la Supercopa de Italia tras vencer por 5-1 a la Juventus, cerrando de esta manera un ciclo repleto de títulos para un equipo que empezó luchando por no descender y gracias a un jugador argentino, el equipo se llegó a convertir en uno de los mejores de toda Europa.

Maradona y el Nápoles se encontraban en pleno éxtasis hasta que en 1991 se truncaría todo. El 17 de marzo de 1991, el Nápoles le ganó por 1-0 al AS Bari con el tanto de Gianfranco Zola. Tras el partido, Maradona fue elegido para el control antidopaje, el cual, finalmente daría positivo por cocaína. Ante los graves resultados obtenidos, la Federación italiana no tuvo más remedio que imponerle una sanción que lo alejaría de los estadios durante quince meses, sanción que seria ratificada más tarde por el Comité de Apelación.

Tras la sanción, Maradona decidió volver a la Argentina el 1 de abril. El 26 de ese mismo mes, un operativo policial investigó su apartamento, el hogar que Maradona tenía en el barrio de Caballito. En esa investigación se hallaron drogas en su poder, por lo que fue detenido por la policía. Un día después, tras el pago de una fianza de 20 mil pesos, fue liberado.

Maradona siendo detenido en Argentina por posesión de drogas / (Fuente: Twb22)
Maradona siendo detenido en Argentina por posesión de drogas / (Fuente: Twb22)

Debido a todas estas razones, la justicia italiana lo condenó, en septiembre de 1991 a 14 meses de prisión en suspenso por tenencia de estupefacientes.

Una vez concluida dicha sanción el 1 de julio de 1992, Maradona seguía siendo jugador del Nápoles, sin embargo, el jugador argentino quería alejarse de Italia y probar en otro equipo. Las primeras conversaciones para su traspaso fueron con el Sevilla FC y el Olympique de Marseille, inclinándose finalmente por el primero quien pagó la suma de 7,5 millones de dólares por el traspaso.

De esta manera se ponía punto final a la mejor etapa de la historia del Nápoles y a una de las mejores etapas de Diego Armando Maradona tanto en Europa como en toda su carrera.

Maradona durante su presentación con el Sevilla / (Fuente: Batallas Épicas)
Maradona durante su presentación con el Sevilla / (Fuente: Batallas Épicas)

Maradona fue un jugador peculiar, capaz de demostrar lo peor y lo mejor del fútbol. Lo tuvo todo, dinero, fama, mujeres, todo lo que quisiera y tal vez por esta razón, "El Pelusa" no supo administrar todo eso. El argentino llegó a la cima del mundo, logrando ser el mejor jugador del planeta tanto con Argentina como con Boca Juniors y sobretodo con el Nápoles, sin embargo, lo que no supo el carismático futbolista fue su mayor error. Su peor enemigo fue él mismo. Él decidió poner fin a su carrera poco a poco, alejándose de su mejor nivel al caer en el frío y oscuro mundo de la droga. No obstante, es una pena recordar a este tipo de futbolista por las cosas negativas y no por las positivas.

Para suerte de Maradona, sus errores como profesional no pesan tanto como su aciertos, sus logros y sus jugadas sobre los terrenos de juego. Por lo menos en Nápoles, él es y será recordado como "El Salvador napolitano".