El Milán ha conseguido con esta victoria otros tres puntos que le permiten seguir soñando con Europa gracias a un partido en el que su delantero colombiano Carlos Bacca fue vital para la victoria ante el Chievo Verona.

El partido estuvo rodeado de mucha melancolía ya que, si todo iba bien, el conjunto rossoneri pasaría a mano de los inversores chinos y de esa manera, se ponía fin a la etapa Berlusconi Galliani aunque finalmente, ese traspaso de la entidad rossonera se pospondría.

Mattia de Siglio regresaba tras un duro mes de descanso a causa de un esguince de tobillo, sin embargo Luca Antonelli, Ignazio Abate, Jack Bonaventura y Riccardo Montolivo no fueron convocados por decisión del propio entrenador. Por el otro lado, el Chievo posó todas sus confianzas en Serge Gakpé ya que tenían suspendido a Perparim Hetemaj por acumulación de tarjetas amarillas.

Los visitantes llegaban a San Siro con una dura estadística en contra ya que en 15 encuentros, nunca había ganado en el estadio del Milan donde el resultado más positivo han sido tres empates y no habían vencido al Milan a domicilio o fuera en la Serie A desde diciembre de 2005.

Un inicio accidentado y un Chievo desafiante.

El partido comenazaba con un duro golpe sufrido por Riccardo Meggiorini quien necesitó tratamiento medico para taponar una hemorragia nasal durante los primeros minutos de partido. Poco después el jugador del conjunto veronés pudo volver al terreno de juego con una camiseta que no tenía nombre o número.

El Chievo se encontraba cómodo y Serge Gakpe tuvo la primera oportunidad del partido sin embargo, Donnarumma supo vencer ese primer duelo con solvencia.

Los minutos pasaban y el conjunto local se iba encontrando a sí mismo y a su juego produciendo un aumento de sus ocasiones. Debido a esto, el Milan supo aprovechar su oportunidad  y gracias a una asistencia con rosca de Gerard Deulofeu a Carlos Bacca los locales lograban situarse uno arriba en el marcador.

Con 1-0 en contra, el Chievo seguía teniendo oportunidades para poner las tablas en el partido, no obstante, las ocasiones no se materializaban, fallando una vez más las oportunidades de oro que el propio encuentro les brindaban.

El conjunto rossoneri empezaba a experimentar los primeros problemas serios del encuentro ya que en el minuto 34, Suso se veía obligado a marcharse al banquillo y dar paso a su compañero Lucas Ocampos debido a un problema muscular.

Después de numerosas ocasiones para los locales, el Chievo se encontraría con sorpresa con un penalti polémico pitado a De Sciglio por tirar de Gakpe dentro del área milanista. Jonathan De Guzmán se encargó de convertir el penalti y, de esa manera, lograban igualar el encuentro.

No obstante, la cosa no quedaba ahí ya que minutos después, el penalti sería pitado en el orden inverso al primero ya que esta vez era Bostjan Cesar quien cometía penalti con el brazo a Locatelli. Bacca se disponía a adelantar a su equipo una vez más sin embargo, el colombiano falló una ocasión de oro para volver a situar a su equipo por delante.

Lo que el penalti te da, el penalti te lo quita

En la reanudación de la segunda mitad, Carlos Bacca daba el susto al Chievo al desmarcarse para poder anotar el segundo gol del Milan sin embargo, el linier pitaba fuera de juego y la jugada quedaba anulada por suerte para el conjunto visitante.

Las ocasiones se alternaban para ambos equipos y gracias a un gran pase de Meggiorini cerca de la boca de gol, el Chievo pudo ponerse por delante pero César no consiguió llegar a ese balón para dar el toque final y hundirlo en la red.

El colombiano remedió su error en el penalti durante la segunda parte del partido ya que lograba meter el segundo gol que adelantaba al Milan y volvían a colocar los tres puntos en casa.

Momentos más tarde, el tercer gol del Milan estaba más cerca y aún lo estaba más el posible Hat-trick de Bacca quien lo intentaba de nuevo con un excelente disparo, el cual, fue desviado por la presión de Dainelli.

El partido todavía estaba abierto y no había nada dicho. Donnarumma voló en San Siro para evitar el segundo del Chievo, equipo que veía como poco a poco, los minutos pasaban y le quedaba menos tiempo para empatar el encuentro, sin embargo, un nuevo y duro revés sentenciaba el partido para los visitantes, un penalti.

El árbitro concedió el tercer penalti del partido sobre Lucas Ocampos, el cual, era convertido en el tercer gol milanista por Lapadula ya que Carlos Bacca fue sustituido por Kucka.

De esta manera, el Milan sigue en su cruzada hacia Europa la cual, está a tan solo dos puntos. Por el otro bando, el Chievo Verona sale e este partido en el undécimo puesto de la tabla a tres puntos de la Sampdoria y a cuatro del Torino.