Emocionado. Así se siente un Daniel Sturridge que protagonizó una gran pretemporada con el Liverpool y que, después de perderse los primeros partidos oficiales de la campaña por una lesión muscular, sumó su primer gol en la Premier League el pasado domingo. Lo hizo a los -solo- tres minutos de ingresar en el terreno de juego sustituyendo a un ovacionado Mané y cerrando con un remate de cabeza que besó las mallas de la portería rival la apabullante victoria por cuatro a goles a cero ante un indeble y apático Arsenal.
El conjunto dirigido por Jürgen Klopp marcha, por ahora, segundo en la clasificación a dos puntos del Manchester United. Y el delantero inglés promete guerra: "La manera en la que estamos afrontando los partidos, no solo en casa sino en general, con la presión alta, empezando fuertes, poniendo al rival bajo una elevada presión y haciéndolos cometer errores para después capitalizarlos con contrataques, como se vio contra el Arsenal. Creo que estamos mostrando nuestras cualidades".
Partido a partido
A pesar de la euforia producida por el buen inicio de temporada -cuatro victorias y un empate en cinco partidos oficiales-, el ariete de 27 años opta por mantener los pies en el suelo. "Prefiero ser humilde. Confiamos mucho en nosotros mismos, pero es importante no emocionarse demasiado porque las cosas pueden cambiar", ha dicho Sturridge al tiempo que ha recordado que el año pasado, equipos que empezaron mal la temporada, acabaron por terminarla bien. "Uno o dos resultados -malos- y puedes estar fuera de la pelea", subraya al respecto.
Por ello, Sturridge insta a su equipo a seguir una filosofía de partido a partido. "Al final todos los partidos cuentan. No se trata de vencer a los grandes clubes, o a los pequeños, se trata de que todos los partidos son importantes. Cada partido que juguemos tenemos que hacerlo con la mejor actitud posible", sentencia el inglés.