La personalidad de Marcelo Bielsa es admirable. Tiene unos valores éticos que no cambia pase por donde pase, y este tipo de personalidades en el mundo del fútbol, están en peligro de extinción, lo que le convierte en un referente mundial. Pero esta personalidad tan fuerte también le ha acarreado más de un problema en los clubes donde ha estado. De los tres últimos, en ninguno salió de forma pacífica. Primero en el Marsella, donde después de una primera temporada fantástica, el mercado de fichajes fue el desencadenante de su marcha, luego en la Lazio, donde ni siquiera llegó a debutar en partido oficial, y por último, en el Lille.
Después de una marcha más que polémica del Lille, el entrenador argentino ha decidido recurrir al Tribunal Laboral de Lille, ante la desestimación primera del Tribunal de Comercio, y pedir los 18 millones que el Losc le debe por su despido. Bielsa y sus abogados se remiten a la "cláusula de paracaídas", dicha cláusula se basa en que el trabajador o trabajadora despedida por causas anticipadas e injustas, tiene el derecho a ser indemnizado. Es clave recordar que Marcelo se fue de Losc porque uno de sus mejores amigos y compañeros, estaba en una situación crónica y Bielsa, quería ir a verlo en plena competición, algo que el club francés le denegó y que desencadenó el despido de Marcelo.
El círculo cercano a Bielsa, como ya contamos, se remite a la "cláusula del paracaídas", algo que desde Lille lo ven completamente injusto, por lo que rechazan la denuncia propuesta por el argentino, afirmando que: " Hubo un contrato firmado entre las dos partes el 1 de julio y aprobado por la LFP ,es el único contrato de trabajo que existe en este caso. No hay un paracaídas dorado en este contrato de empleo", así como dijo Bertrand Wambeke, abogado y representante del club francés.
Por lo que parece, Bielsa no desistirá en su intento de indemnización, puesto que no ha parado de insistir desde noviembre, fecha concreta de su despido. El Lille, por otro lado, se resiste y niega cualquier tipo de cláusula que le de la razón a Bielsa, por lo que se antoja una lucha judicial duradera.