El jugador y entrenador español, Unai Emery ha confirmado este viernes una noticia que desde hacía semanas se daba casi por hecha sin haberse producido: su salida del París Saint-Germain. Pese a haber conseguido la Ligue1 y estar a un partido de ganar también la Copa, el técnico vasco lo ha anunciado finalmente con una mirada apagada, pero asegurando su salida del club francés al término de está temporada.
Emery pone fin de está manera a una etapa que inició hace dos años y en la que no ha podido llevar al club parisino a la cima de Europa. No obstante,no desveló nada sobre su futuro, que podría estar vinculado a un retorno a España y a la Real Sociedad. "Sigo concentrado hasta el final del campeonato y en la final de Copa, veremos después las opciones", aseguró.
El preparador vasco dijo durante su despedida haber vivido "una gran experiencia" en su paso por el club francés, sin embargo, admitió que "los seis primeros meses fueron difíciles". "Después el equipo fue evolucionan, pero la eliminación contra el FC Barcelona fue algo complicado", señaló.
Una Decisión que toma, a pesar de acontecer en una temporada en la que Emery podría haber acabado logrando dos grandes títulos, no deja de tener su razonamiento y su aceptación mayoritaria. El mal caminar del equipo en Champions, la liga perdida la campaña pasada y el irregular juego del cuadro galo han terminado por forzar la decisión al ex del Sevilla.
En cualquier caso, la Real tendría ahora vía libre para acometer el fichaje del Hondarribiarra, que no se descarta, ya que los rumores no paran de crecer y por lo tanto, aunque Emery esto todavía no lo haya confirmado a día de hoy, podría ocurrir en un futuro próximo, y esto confirmaría la vuelta a España del técnico vasco.
Pero la pregunta que verdaderamente necesita una respuesta clara es: ¿por qué a Emery le cuesta tanto ser un grande entre los grandes? Personalmente pienso que una diferenciada mentalidad y filosofía de la vida. Y es que por todos es sabido que Unai es un entrenador realmente muy ordenado, persistente, determinante y hasta un tanto conservador en algunos factores. Algo que funciona con clubes como el Sevilla, el Valencia, el Almería… pero no con un PSG lleno de egos ciertamente complicado de conllevar.