El Atlético Paranaense, que no ganaba un partido desde mayo, venció este jueves por 2-0, el primero con un jugador menos, a un Club Atlético Peñarol uruguayo desesperado, que también terminó con diez futbolistas en la ida de la segunda fase de la Copa Sudamericana en el estadio Arena de Baixada, de Curitiba.


El portero uruguayo Kevin Dawson se convirtió este jueves en héroe y villano para el Peñarol al detener un penalti en el minuto 10 y propiciar, cuando aún gozaban de superioridad numérica, el primer gol del rival tras un malentendido con el zaguero Matheu en el 59. El Paranaense fue más valiente y buscó el triunfo durante todo el encuentro, también cuando en el 46 el defensa central Wanderson fue expulsado.


En un partido abierto y lleno de opciones, el Peñarol se desquició e incluso, tras encajar el primer tanto, el delantero Gabriel Fernández perdió los papeles y fue expulsado en el 61 con dos amarillas prácticamente consecutivas. Pablo, que había salido hacía pocos segundos, aumentó las diferencias en el marcador en el 79 y pudo haber anotado el tercero de no ser por el meta rival.

Desde el minuto uno, el encuentro se rompió por completo. Los dos salieron con el cuchillo entre los dientes en el primer partido oficial que los enfrentaba.


Tenían cuentas pendientes después del violento amistoso que protagonizaron el año pasado. Ese partido, de preparación de la Copa Libertadores, terminó con tres expulsados y nueve sancionados y hoy la tensión se mascaba en el ambiente.


El intercambio de golpes, con llegadas de un lado y de otro, lo aprovechó primero el Paranaense con un penalti sobre Marcelo Cirino, cometido por Gonzalo Freitas en el noveno minuto. Pero Raphael Veiga desperdició el regalo y entre el portero Dawson y el palo, la pelota no cruzó la línea de gol. El error envalentonó todavía más al equipo local que, a los cinco minutos, obligó al cancerbero a hacer una nueva parada milagrosa a tiro de Paulo André.


El delantero brasileño Bergson dispuso de otras dos oportunidades, pero no acertó entre los tres palos. Hasta el 20 el Paranaense llevaba la iniciativa con un Cirino más que inspirado por la derecha, frente a un Peñarol que solo avisó con un disparo firme de Fernández y otro de Lucas Hernández.

Paranaense y Peñarol jugando la ida de la segunda fase de la Sudamericana | Foto: CONMEBOL


Las puertas del cielo se abrirían por completo para el conjunto uruguayo -o eso creían- al filo del descanso con la expulsión por doble amarilla del central Wanderson al 46.

En la segunda mitad, el Peñarol intentó tomar la batuta del juego, pero los locales no renunciaron ni mucho menos al ataque y continuaron buscando el triunfo.

Ante la pasividad del equipo, el técnico Memo López dio entrada al internacional uruguayo Cristian Rodríguez, quizá en el peor momento, pues al minuto, Cirino aprovechó una mala comunicación entre Dawson y Matheu para anotar el primero, todavía con uno menos. La desesperación se adueñó del Peñarol y del delantero Gabriel Fernández, que se marchó expulsado por doble amonestación y devolvió la igualdad numérica sobre el césped.

Ahí terminó el fútbol del equipo uruguayo. En ese 10 contra 10, el Paranaense volvió a dar un paso al frente y encontró de nuevo las redes en los pies de Pablo, que llevaba apenas unos segundos sobre el césped y aún pudo marcar otro, pero no se movió más el marcador. Con la ventaja brasileña, la vuelta se jugará el 7 de agosto en el estadio Campeón del Siglo, en Montevideo con una plaza en octavos de final en juego.