En Ferrara, el partido pintaba para un trámite. Dos equipos con realidades completamente opuestas, pero en el fútbol la lógica no reina, y ninguna historia puede decidirse antes de jugar. De un lado, un equipo humilde de una ciudad pequeña, que llegaba al partido en series dificultades en la clasificación y sin grandes expectativas. Del otro, el campeón de los últimos siete años, bastaba un empate para convertirlos en ocho. Pero como en una historia de David y Goliat, el SPAL perdió el temor, irrespetó al gigante y lo derrotó. Para el visitante, el traspié no será más que prolongar un rato la espera de un título que ya tienen virtualmente ganado, pero para el local el triunfo significa mantener el sueño de la primera división, así como una alegría para la ciudad.

El planteamiento juventino

La Juve alineó su once más joven de la temporada. Ninguna sorpresa, teniendo una ventaja tan escandalosa en la liga, y jugándose el pase a semifinales de la UEFA Champions League el próximo martes, descansar algunas armas era una obligación. Allegri hizo debutar a dos juveniles de arranque: el chipriota Grigóris Kástanos en el centro del campo y Paolo Gozzi de 17 años, acompañado de De Sciglio y Barzagli. El juvenil apenas tenía cinco años cuando su compañero y capitán ya era campeón del mundo. Allegri recuperó a Cuadrado para este partido, después de varios meses de inactividad, mientras que el ataque lo comandaron Dybala y Moise Kean, la sensación del fútbol italiano.

El campeón empezó dominante pero impreciso

Muchos pases a los costados y muy poca profundidad, un letargo que dio coraje a su rival para equilibrar la balanza. La Juve probó regularmente por los costados con Cancelo y Spinazzola pero sin fortuna. El SPAL respondía con internadas por las bandas de Lazzari y el argelino Fares. La Juve mantenía el control del balón, pero sus ataques eran estériles, mientras que su rival se volvía más peligroso. Sin embargo, la vieja señora sabe cuándo golpear. Corría el minuto 30 cuando Moise Kean desvió un disparo de Joao Cancelo y encontró las redes, su cuarto gol consecutivo. El joven depredador de la Juventus ya acumula 6 goles en ocho partidos de la Serie A y es el tercer delantero más joven del equipo en llegar a esa cifra tras Bruno Nicolé y Felipe Borel.

La tónica del partido no cambio en la primera mitad, el visitante se sintió cómodo con su ventaja y no hizo más disparos en los siguientes minutos. A falta de cinco minutos Lazzari gano la banda derecha y centró, pero el cabezazo de Floccari se fue desviado y su equipo se fue con la desventaja al descanso.

Un Spal decidido desarticuló al campeón

El SPAL saltó al campo a comerse a su rival en la segunda parte, como aquel que no tiene nada que perder y todo por ganar. En apenas cuatro minutos, Schiattarella encontró la cabeza de Bonifazi en un tiro de esquina y puso a soñar a la afición local (1-1). Lazzari volvía a avisar con un cabezazo que pasaba cerca minutos después, la Juve sufría y mucho las constantes subidas por las bandas de Lazzari y Fares asi que Allegri movió ficha e hizo ingresar a dos juveniles más: Nicolussi reemplazó a Kastanos y minutos después, Kean salió del campo para darle entrada a Mavididi, otra promesa juvenil de la Juventus.

Corría el minuto 74 cuando Murgia, aprovechando un descuido del medio campo turinés, recuperó el balón y habilito a su capitán, Sergio Floccari, que desató la locura de los aficionados de Emilio Romana. Habían logrado la remontada ante el campeón. La Juventus respondió con Bernardeschi en lugar de Barzagli, el gol del empate siendo suficiente para el título, pero no fue suficiente para darle un poco de color a una tarde gris del equipo de Allegri. El tiempo siguió su curso y la Juve se siguió mostrando imprecisa hasta el final del partido.

Una vez el árbitro silbó el final, la alegría se apoderó del estadio, y no era para menos. La Juventus, pierde apenas su segundo partido de la temporada en Serie A, después de su derrota ante el Genoa, aunque está claro que en su cabeza estaba el partido del martes desde la alineación. Para el SPAL, es el triunfo con el que sueñan los equipos pequeños al inicio de la temporada, y es que lo de la Juve en Italia, se ha convertido en una hegemonía, siete años seguidos reinando en camino de convertirse en ocho. Pero no será hoy, y no será en Ferrara, porque el SPAL decidió que así no fuera, la fiesta tendrá que esperar.