El partido comenzó con el Olympiacos muy enchufado y creando peligro desde el primer minuto. Tan solo 3 minutos tardaron en crear la primera oportunidad clara, con un gran remate de Valbuena al que respondió Bernd Leno con una grandísima parada. Pocos minutos después, el cuadro local volvía a avisar más tímidamente con un disparo rechazado de Masouras. A los gunners les costó mucho entrar en el partido y tan solo consiguieron intimidar una vez a José Sá durante la primera mitad, tras una gran jugada de Martinelli, que le puso el gol en bandeja a Lacazette, pero el francés no consiguió dirigir el balón entre palos.

Tras el descanso no cambiaron las cosas. El equipo griego seguía más cómodo sobre el campo, mientras que el Arsenal no conseguía trenzar ninguna jugada peligrosa. Los locales merodeaban continuamente el área rival y Leno tuvo que intervenir un par de veces para alejar el peligro. Todo cambió en el minuto 75 con la entrada de Pépé, que aportó algo diferente al juego ofensivo del equipo de Mikel Arteta.

El único gol del encuentro llegó en el minuto 81 después de una gran jugada entre Aubameyang y Saka, donde el joven inglés terminaba poniéndole un balón absolutamente perfecto a Lacazette, que terminaba marcando. Poco después, Sokratis estuvo apunto de hacer el segundo con un remate de cabeza al larguero tras un buen lanzamiento de córner de Ceballos.

Al final, victoria para el Arsenal fuera de casa que le pone a los ingleses la eliminatoria muy de cara. El conjunto de Atenas, pese a las sensaciones positivas que pueden sacar del partido, tiene ahora muy complicada la clasificación a la siguiente ronda que se jugarán el próximo jueves en el Emirates.