El fútbol y la Navidad. Una mezcla explosiva que cocina la Premier League con el preciado Boxing Day. La maratoniana jornada arrancaba con un primer plato de categoría. Leicester y Manchester United, segundo contra tercero, se medían en un encuentro excitante. Los foxes no escatimaron en regalos, postulándose con su formación predilecta: Schmeichel, Justin, Fofana, Evans, Castagne, Ndidi, Tielemans, Albrighton, Maddison, Barnes y Vardy. Por su parte, un revitalizado Solskjaer encaró el encuentro en busca de la sorpresa, colocando a Lindelof como lateral diestro con De Gea, Lindelof, Bailly, Maguire, Shaw, McTominay, Fred, James, Bruno Fernandes, Rashford y Martial.

Sin un ápice de resaca navideña, zorros y diablos saltaron al King Power Stadium con el cuchillo entre los dientes. Un toma y daca que manifestó el entusiasmo que se respiraba. A través de la presión, y del ingenio de Bruno, el United contó en el minuto 1 con un regalo que Rashford desaprovechó frente a Schmeichel. Cabezazo desmedido que replicó Vardy cazando sin fortuna un centro en el área.

Marcus Rashford celebrando su gol número 50 con el United en Premier  / FOTO: Premier League
Marcus Rashford celebrando su gol número 50 con el United en Premier / FOTO: Premier League

La sofocante presión que ejercían los foxes sacaba de partido a los red devils, incomodados ante el menú que Brendan Rogers había cocinado. Sin embargo, disfrazado de nuevo de Santa Claus, Bruno Fernandes regaló con un sutil toque el gol a Marcus Rashford. El luso desarmó a la zaga con un balón al espacio hacia el británico, que remató con solvencia para colocar el 0-1 con el minuto 22 iluminando el electrónico. Jarro de agua fría para los momentáneos dominadores, que perdieron terreno, hasta que de nuevo Bruno Claus lanzó otro regalo al verde. Arriesgó en exceso en salida de balón, obsequiando a Maddison con una ocasión que finiquitó Barnes con un potente latigazo desde fuera del área. El inglés caracoleó hasta encontrar el espacio suficiente para sacar a relucir su zurda. 1-1 cuando se había superado la primera media hora.

Aun con el primer plato sin terminar, al United se le atragantó el zorro que tenía sobre la mesa. Era incapaz de hincar el diente al rudo conjunto azulado, que se afanaba con ferviente intensidad en busca del control. La electricidad inicial desembocó en una ingobernable comitiva con la que se llegó al descanso. 

El segundo plato salió de cocina con un aspecto muy similar a su predecesor. El sabor ofensivo procedía del Leicester, que, combinado con el pincel de Tielemans y de su zaga, dejaba a los de Manchester en un excesivo conservadurismo. Sin embargo, cambiaron rápidamente de ingredientes, dando entrada a Pogba por James, modificando el posicionamiento de Rashford, que pasaba a la derecha, dejando a Luke Shaw el carril zurdo a su goce personal.

FOTO: Leicester
FOTO: Leicester

Lo poco que proponía el cuadro red les bastó para asomar los colmillos con dos contragolpes con los que lamieron el 2-1. Uno fue detenido por Schmeichel, con un primoroso mano a mano en el que venció a Rashford. Al minuto, Martial contragolpeó y anotó, aunque recibió en fuera de juego, por lo que el tanto fue invalidado por el linier y el VAR. 

Otro esperado e indeseado regalo llegó sobre el King Power. El desgaste y el calendario pasaron su periódica factura muscular. Lindelof fue quien cayó lesionado, obligando a Tuanzebe a formar parte del encuentro. A falta de quince minutos Solskjaer usó su picante con Cavani. El uruguayo aportó la bravura que le caracteriza, sirviéndose de tan solo tres minutos para romper la equidad. Salió de su espacio, bajó a recibir y asistió a Bruno, que volvió a surgir entre bambalinas para definir con gentileza. Los tres puntos se disfrazaban de rojo hasta que, un desaparecido Vardy se bastó de la única ocasión que tuvo para arrebatar a Bruno Claus su brillante mediodía. 

Bruno celebrando el 1-2 / FOTO: Premier League
Bruno celebrando el 1-2 / FOTO: Premier League

Ayoze, en uno de los primeros balones que tocó, centró al área hacia el más zorro de los zorros, que remató con la fortuna del desvío que Tuanzebe ejerció para finiquitar con el 2-2. Llevó con retardo el ariete británico el carbón al United, pero a tiempo para sostener a los suyos en la segunda plaza. El extremo español tuvo en el descuento la victoria tras un rebote que llegó a donde no esperaba, en boca de gol, aunque partió en posición dudosa. 

No abundaron las ocasiones en el King Power, pero el mérito de los foxes fue el de aprovechar todas y cada una de ellas. Además, dos errores de Rashford en la ejecución pudieron cambiar el transcurso de la historia. Bruno Fernandes volvió a ser el benefactor del Manchester United, incidiendo masivamente, aunque siendo menos intermitente en el juego como de costumbre. Sus marcas están en 18 goles y 13 asistencias desde que se enfundó por primera vez la camiseta. O lo que es lo mismo, posee una participación directa en 31 de los 60 goles que ha anotado el equipo desde su llegada. La auténtica bandera red

Bruno Fernandes, un fichaje vital / FOTO. Premier League
Bruno Fernandes, un fichaje vital / FOTO. Premier League

Sonríe el Liverpool con este empate, porque una hipotética victoria el domingo frente al West Brom Albion le situaría a seis puntos del Leicester y a siete del United. A los mancurianos aun les resta un partido por disputar, pero las tablas, como al Leicester, no le sirven para luchar por un campeonato en el que no partían ni tan siquiera como aspirantes.