Un Liverpool con alma creativa frente a un Southampton expectante ante unos puestos europeos que ha copado durante varias de las jornadas. Los prolegómenos vaticinaban intensidad a raudales. Henderson y Fabinho serían el eje de la zaga, con Thiago frente a ellos pivotando. Sin Vestergaard ni Redmond en los rojiblancos, pero con la fortuna con la que encontraron el 1-0 en el minuto 2. Ward-Prowse sacaría la escuadra para soltar un centro a balón parado que se comería Arnold ante la llegada de Danny Ings. El 9 británico alcanzaría el balón con su zurda enviando una vaselina al fondo de la portería de Allison. Varapalo para un Liverpool blando y adormilado. Thiago pecó la falta de revoluciones llevándose una amarilla solo un minuto después. La presión y las persecuciones ejercidas por los Saints dificultaban aún más la respuesta de los reds, que, a pesar de ostentar una privilegiada salida de balón con dos mediocampistas en la retaguardia, sufría para estrangular a su rival. 

El gol de Ings / FOTO: Southampton FC
El gol de Ings / FOTO: Southampton FC

Sin respuesta

Sendos avisos en pies de Mané, Salah y Firmino habían postulando tímidamente al Liverpool, que solo generaba peligro con balones largos a la espalda de la adelanta línea de Hasenhüttl. La segunda gran ocasión Saint tras el gol sería obra de Djenepo, aprovechándose del poderío con el que Ings secó a los centrales con un primoroso control, recepción y asistencia vía aérea. El malí se excedió en el efecto, enviando el balón lejos de la meta de Allison. Minutos después tendría que marcharse lesionado por Tella tras un golpe en el muslo.

Sin el ritmo con el que el Pool se desenvuelve, y sin la comodidad con la que se posiciona en campo contrario, Arnold, Henderson, Fabinho y Robertson fundamentaban su juego en un continuo intercambio de pases que distaba notablemente de la profundidad que proporcionan.

Walker-Peters con Salah / FOTO: Southampton FC
Walker-Peters con Salah / FOTO: Southampton FC

Ralf ganaba la batalla estratégica. Se jugaba a lo que quería, y contó con otra oportunidad en la figura de Tella. El joven extremo, rebosante de energía, se fabricó el espacio, bordeando la corona del área y soltando un zapatazo que salió lamiendo el palo largo de Allison.  El descanso se alargó hasta los 4 minutos de alargue que propuso el colegiado, momento en el se presenció un pequeño despertar red. Salah no logró colocar el centro de Mané entre los tres palos, en la que fue la única oportunidad del campeón en unos grises 45 minutos. Ni un disparo a puerta de un combinado que promedia unos 15 por encuentro magnifica la labor desnaturalizadora realizada por los Saints. 

Manual de supervivencia

La reanudación dio el pistoletazo de salida con la habitual voracidad con la que los temporales Greens arrinconan al contrario. La proyección ofensiva de Robertson bombeó el ataque de nuevo, vaticinando la resistencia a la que se encomendaría el Southampton. La polémica acaparó St Mary's cuando Stephens detuvo con la mano el disparo de Wijnaldum dentro del área. Ni el VAR ni el árbitro consideraron oportuno señalar la pena máxima. El criterio sigue siendo una incógnita ante una acción donde el defensor interrumpe la trayectoria del disparo. Lo que unos días parece ser, el resto no es. 

Discreto partido de Firmino / FOTO: Liverpool
Discreto partido de Firmino / FOTO: Liverpool

Shaqiri entró por Chamberlain en el 55 en vistas a modificar el guion que Mané devoraba en cada arrancada. El senegalés hincaba el diente cuando el balón pasaba por su mano, pero elegía siempre el hueso en lugar de la carne. Una estirada en forma de estrella de Foster le negó el gol. No fue hasta el minuto 74, con un débil intento, cuando el Liverpool disparó por primera vez entre los tres palos. 

La desesperación iba creciendo en la escuadra de Klopp con el correr de los minutos. Un sinfín de centros llegaban al área sin encontrar destinatario. A base de insistir y someter, el campeón solía encontrar el gol en el pasado cuando el panorama compartía similitudes con el que el Southampton le estaba planteando. No sería así esta noche. Una y otra vez se topaban con un arsenal de futbolistas que protegían sus aposentos. Hasenhüttl movió al equipo para reforzar el confinamiento domiciliario al que había sido arrastrado. 

Mané fue el más activo del Liverpool / FOTO: Liverpool
Mané fue el más activo del Liverpool / FOTO: Liverpool

Disparos que morían antes de llegar a Foster, insuficientes para generar el pavor que surgía en las entrañas de las zagas que hacían frente al escuadrón red. El argumentario se basaba en centrar, sin potenciar el juego entre líneas que Thiago podía proporcionar ni buscar otros frentes con los que derruir el muro que Bednarek y Stephens habían fortificado. Omnipresentes en cada envío, brindando una exhibición defensiva que será objeto de las pesadillas de Mané, Salah y Firmino. 

Valery pudo aumentar la diferencia en el 82 cuando encontró una autopista a la espalda de Robertson y entre las piernas de Allison, donde logró colocar el balón. La salida en falso del brasileño fue enmendada por Henderson, que sacó bajo palos el balón. El peligro de Mané siguió siendo el único aliciente visitante así como su desacierto.

Tres partidos seguidos sin ganar del Liverpool, dos seguidos sin marcar y segunda derrota en Premier. Fue un monólogo sin aplausos. La eficiencia y la autosuficiencia con la que se resolvían los obstáculos ahora es una incapacidad que comienza a preocupar en Anfield Road. El equipo recuperó en la segunda mitad la esencia que le fue arrebatada, pero ya no es líder en solitario. El partido con el que aventajaba al United no guarda margen, poniendo en peligro la corona y abriendo el escenario hasta a siete equipos que acechan la cabeza con cuatro puntos de distancia, entre los que se ha colado el propio Southampton. 

La otra cara de la moneda eran las lágrimas de Hasenhüttl. Negó a quien más cuesta negar contrarrestando sus potencias con determinación. La idílica primera parte, con Ings como comandante general, fue cincelada con la contención seguida en los últimos momentos. Cartel de revelación en mano, quintos y la aspiración de reventar las apuestas. Los Saints siguen creyendo.

Ficha técnica

Liverpool: Alison; Alexander-Arnold (Milner 77´), Fabinho, Henderson, Robertson; Chamberlain (Shaqiri 55´), Thiago, Wijnaldum; Mané, Salah, Firmino.

Southampton: Forster; Peters, Bednarek, Bertrand, Stephens; Ward-Prowse, Diallo, Djenepo (Tella 32´), Armstrong; Ings (Nlundulu 77´), Walcott (Valery 82´).

Amonestaciones: Tarjeta amarilla - Thiago (min 3), Robertson (min 14), Shaqiri (min 78), Bertrand (min 92).

Árbitro: Andre Marriner.