Ambas selecciones llegaban al estadio Wembley con un solo objetivo, pero con diferentes ilusiones. Por su parte, Italia quería obtener la victoria para sumar una segunda Eurocopa en su historia. La primera fue en 1968 donde obtuvo el trofeo tras vencer a Yugoslavia. En las ediciones del 2000 y 2012 estuvieron muy cerca de aumentar la vitrina, sin embargo, cayeron en sus respectivas finales contra Francia y España. Por su lado, Inglaterra llegó a la final con la ilusión de sumar su primera Eurocopa en su historia. En las ediciones de 1968 y 1996 estuvieron a par de paso de lograrlo, pero tuvieron que conformarse con el tercer puesto.

Es por eso que ambos conjuntos dieron todo, pero todo para obtener la victoria y consagrarse en un estadio como es el Wembley. Sin embargo, solamente puede haber un campeón y ese fue la Italia de Roberto Mancini.

El comienzo del encuentro tuvo su sorpresa. Ni bien llevaba 2 minutos, los ingleses abrieron el marcador con una jugada de contraataque comandada por Kieran Trippier por la banda derecha y su compatriota Luke Shaw es quien manda a guardar la pelota al fondo del arco de Gianluigi Donnarumma. A pesar de que el gol llegó temprano, los italianos no bajaron los brazos y comenzaron a controlar el esférico, aunque los locales no se la dejaron nada fácil.

No obstante, y con el anotador a su favor, los dirigidos por Gareth Southgate continuaron poniendo nervioso a los de Roberto Mancini. Con sus estrategias ofensivas pusieron nervioso a la defensa de Italia que muy bien no la estaba pasando ya que dejaban bastante huecos por los costados. Con respecto a sus estrategias defensivas, fue un calco de lo que hicieron a lo largo de la Eurocopa. Básicamente fue un muro impenetrable con un John Stones y un Harry Maguire muy firmes en sus roles de defensa.

Aunque Italia mantenía la pelota entre sus pies llevándola de acá para allá…de allá para acá, los espacios otorgados por los ingleses eran mínimas y cuando lograban encontrar dichos espacios, no supieron aprovecharlos y el dominio del partido en cuanto a goles siguió siendo de Inglaterra. La llegada más peligrosa por parte de los tanos que hubo hasta los 34 minutos del primer tiempo, fue un remate por parte de Federico Chiesa, el cual se va desviado por el palo derecho del arco de Jordan Pickford.

Raheem Sterling, Declan Rice y el ya mencionado Trippier eran los líderes que querían ampliar el marcador. El primero de ellos trataba de penetrar con su gran velocidad, mientras que los otros dos hacían lo suyo con la conducción del balón y sus grandes pases cortos y en profundidad. Por la otra vereda, Lorenzo Insigne es quien buscó romper la defensa inglesa por el costado izquierdo, pero nunca logró poner en riesgo el arco rival y es por eso que primer tiempo culminó con el 1 a 0 a favor de Inglaterra.

En los primeros minutos del complemento, Insigne nuevamente fue la clave ofensiva de Italia. Con una oportunidad desde un tiro libre -que no llegó a poner en peligro el arco de los ingleses- y con un par de jugadas, el delantero trato de colocar el empate en el marcador, pero en ninguna de ellas tuvo éxito. Sin embargo, continúo insistiendo y en el minuto 56 Pickford fue quien le arrebato una oportunidad bastante riesgosa. No obstante, 6 minutos más tardes, el arquero inglés volvió a ser figura al estirarse con su mano izquierda para desviar el derechazo de Chiesa.

Alrededor del minuto 66, Italia fue quien comando en todos los aspectos. Defendió, manejo muy bien el balón y atacó. Este rendimiento provocó que Inglaterra se encerrará en su campo. Para culminar esta gran actuación, Leonardo Bonucci fue quien puso el 1 a 1 en Wembley tras una jugada a balón parado. Tras este gol, el dominio italiano dentro del campo de juego vino en aumento. Con algunos pases en profundidad y con un exquisito manejo del esférico, Italia trató de penetrar la defensa rival para ampliar la diferencia.

Con el avance de los minutos finales, ambas selecciones buscaron finalizar el encuentro en los 90 minutos, sin embargo, ninguno de ellos quiso arriesgar de más y la final de la Eurocopa tuvo que continuar en el alargue.

En los primeros 15 minutos del tiempo suplementario, Inglaterra tuvo sus oportunidades con las jugadas de Sterling y Kalvin Philips. Por su lado, Italia tuvo la más clara. Andrea Belotti fue el jugador que pudo darle la victoria parcial o definitiva a su selección, sin embargo, nuevamente Pickford fue quien evitó el gol del delantero. Aunque ambos conjuntos buscaron, ninguno logró colocar el balón dentro de los tres palos y el encuentro continuo 1 a 1. Los segundos 15 minutos, fueron una copia del inicio del tiempo suplementario. Muchas ocasiones por parte de ambas selecciones nacionales, pero ninguno logró culminar el enfrentamiento y la final tuvo que definirse en la tanda de penales.

Finalmente y desde los 11 pasos, Italia obtuvo la victoria tras el error de Marcus Rashford y las dos atajas de Donnarumma contra Jadon Sancho y Bukayo Saka.