La mente es el mejor aliado del ser humano en muchas ocasiones, ese motor que consigue que todo funcione y ese soplo de aliento que te permite creer en ti mismo cuando parece que estás al límite y no puedes más. Sin embargo, también es la mayor enemiga. Cada persona tiene una máquina de autodestruirse en su cabeza, que si no tiene cuidado, le puede explotar por dentro.

En el fútbol pasa exactamente lo mismo, la mentalidad de un futbolista es lo que permite a este alzarse con un duelo, un partido o un torneo, a la vez que una mala dinámica puede hacer desaparecer todas las posibilidades de éxito, a pesar de que tus condiciones sean infinitamente superiores. Hoy en día existen varios casos de futbolistas destruidos por su propio cabeza, o viceversa.

Vinícius

¿Es posible que un jugador pueda pasar de nada a todo en tres meses? ¿Puede un jugador “normal” pasar a ser uno de los mejores del mundo con solo un verano de por medio? Parece impensable llegar a afirmar algo así, pero el rendimiento de Vinícius Junior deja pocas dudas de que es un delantero completamente diferente, a pesar de que su juego no haya cambiado.

Desde su llegada al Real Madrid el brasileño ha sido fruto de burlas e insultos por las redes sociales, e incluso por todo el público de un estadio. Una juventud desmesurada, sumada al alto precio que pagó el Real Madrid por él provocaron una gran tensión sobre el jugador, tensión que a veces sin pretenderlo se observaba en el terreno de juego y en el rendimiento del jugador, a quien parecía habérsele olvidado tirar a portería.

A pesar de todo esto, el joven de 21 años no ha bajado nunca los brazos, ha seguido intentándolo, chutando y regateando aunque perdiera el balón en numerosas ocasiones. Esto le ha traído premio y hoy en día es uno de los mejores futbolistas del mundo, tanto es así que desde la prensa madridista se ha llegado a cambiar el discurso con Mbappé, al que llevan esperando cuatro años, para que juegue el francés por la derecha, ya que la banda izquierda del Real Madrid parece haber encontrado dueño para, al menos, una buena década.

Coutinho

El siguiente caso es su compañero de selección, un Philippe Coutinho que ha sufrido un cambio completamente opuesto, pasando de ser uno de los jugadores más destacados a que cada vez que salte al campo lo haga sin pena ni gloria. El Barcelona pagó un gran dinero por él, y hoy en día no es capaz ni siquiera de ser titular en el peor Barça de los últimos veinte años, que necesita a un referente claro que no encuentra en el brasileño.

@phil.coutinho
@phil.coutinho      

No se ha rendido aun así el azulgrana, y está trabajando muy duro tanto dentro como fuera del verde. Lleva un tiempo yendo al psicólogo, visibilizando que los futbolistas no son personas extraordinarias, sino que ellos en muchas ocasiones también necesitan ayuda para salir de un pozo que en ocasiones parece demasiado oscuro y hondo.

Iñigo Martínez

Que hay un problema de salud mental hace tiempo que es evidente en España, en el resto del mundo se podría afirmar, pero para visibilizarlo hace falta mucho valor, y hay un hombre que este verano lo tuvo. Ese es Íñigo Martínez.

Sorprendió Luis Enrique con su convocatoria para la Eurocopa, donde entre otras cosas había dejado fuera a uno de los centrales con los que más estaba contando, un Íñigo Martínez sobre quien apenas dio explicaciones y dijo que todo se sabría. Al poco de terminar la rueda de prensa el defensa hizo un comunicado en sus redes sociales, donde afirmaba que no estaba bien psicológicamente y que necesitaba parar.

Hay ocasiones en las que hacer un alto en el camino no solo es bueno, sino que simplemente es necesario, y el vasco lo hizo. Supo reconocer que no estaba pasando por un buen momento y renunció a perderse una cita para la que seguro tenía mucha ilusión como podía ser la Eurocopa. Los resultados han llegado, y el líder de la defensa de los “leones” ha comenzado la temporada a un nivel altísimo, alejado de lesiones y mostrándose como uno de los mejores defensores españoles.

Eden Hazard

Si hay otro jugador que ha pasado al ostracismo tras años brillando ese es Eden Hazard. La historia del belga no deja de sorprender ni a propios ni a extraños, a pesar de que se intente explicar desde muchísimos puntos de vista.

Cuando el delantero llegó al Madrid en 2019 venía de firmar un Mundial de ensueño, ser el MVP en la final de la Europa League y haberse convertido en el máximo regateador de la Premier. Hoy en día, no queda ni rastro de ese jugador, a quienes las lesiones le han lastrado, pero la cabeza le ha destruido.

@hazardeden_10
@hazardeden_10       

Su problema, más que en cualquier músculo está en la mente, jugando con miedo y siendo incapaz de recuperar ese fútbol que lleva toda su carrera haciendo. Los psicólogos y los médicos coinciden, sus lesiones no son físicas, aunque se localicen en alguna parte del cuerpo, sino que son por estrés, miedo o simplemente psicológicas.

Anexo: Joan Jordán

Es completamente imposible hablar de psicología y sentimiento sin hacer mención a Joan Jordán, porque si algo es el mediocentro catalán es eso, puro sentimiento. Tácticamente, es un jugador inteligente y calidad no le faltan, sobre todo ofensivamente donde puede encontrar sin dificultad el último pase, pero donde destaca es en su mentalidad.

Joan Jordán es una clase de jugador diferente, un capitán sin brazalete. Su energía sobre el campo le impide estar de brazos cruzados mientras pierde, ni dejar a un compañero regodearse en su propio error más tiempo del debido, sino que con una palmada es capaz de levantar el ánimo de cualquiera.

@SevillaFC
@SevillaFC       

En un momento donde estar apegado a un escudo cada vez es más difícil, el jugador del Sevilla ha conseguido convertir la capital andaluza en su casa, y que sus compañeros sean algo más que eso, sino que se lo digan a Haaland el día que quiso vacilar a Bono. Si hablamos de psicología y de fútbol Joan Jordán es el único capaz de entender las dos cosas con la mayor facilidad posible.