Vuelve la Champions y, con ello, la adrenalina. Un estado típico del ser humano cuando algo le preocupa, satisface o interesa. Es aquella sensación en la que todos los músculos se tensan, tornándose en acero. El corazón, la llave de la vida, bombea cada vez más fuerte la sangre permitiendo que llegue el oxígeno al lugar más recóndito del cuerpo. Este estado, tan innato en las personas, se proyectará a lo largo de los noventa minutos que dure el encuentro; tiempo que para unos será escaso; para otros una vida entera. Todo dependerá del equipo al que defiendan y entreguen su corazón. Ganen o pierdan la contienda, esa adrenalina permutará a otro estado: el cansancio y esto se resume en la pasión con la que los individuos viven y sienten el deporte rey, el fútbol.

Un Barça tocado quiere hacer historia

El conjunto blaugrana dirigido por Luis Enrique tendrá que tragarse su orgullo y observar distintos vídeos de su eterno rival, el Real Madrid, para así, inculcar el espíritu de remontada en noches europeas. Pocas son las ocasiones en estas últimas décadas en la que el conjunto catalán se ha visto en esta tesitura, entre la espada y la pared. Sus buenas actuaciones y su dominio en los últimos años en esta competición no fueron bagaje suficiente para afrontar el partido en París. Los catalanes, a sabiendas del terror que despierta a sus rivales, se plantó confiado sobre la hierba del Parque de los Príncipes. Este escenario era el idóneo para demostrar, de nuevo, su candidatura a levantar la orejona allá por el mes de mayo. Nada más lejos de la realidad. Los minutos pasaban y la superioridad indómita de los franceses se hacía cada vez más espesa, más contundente sobre un Barcelona rebosado en todos los sentidos, en todas las líneas. Querían, pero no podían. El luminoso proyectaba un tiempo efímero cuando Messi, Neymar o Piqué sufrían sobremanera.

El Barcelona era arrasado en el Parque de los Príncipes | Foto Web Oficial Barcelona

La rapidez de su rival con la que testaba el esférico de un lado a otro del campo, la presión ejercida sobre los centrales y el portero o la calidad extrema de los galos fueron factores suficientes para que los goles se fueran sucediendo uno detrás de otro. El Barcelona estaba recibiendo de su propia medicina. Al final del encuentro sabían lo difícil que lo tendrían en casa, ante su público. Ese día se encuentra a unas pocas horas permitiéndoles poder resarcirse de alguna manera. No sería el único equipo que consigue algo así a lo largo de la historia del fútbol. En la noche del miércoles deberán convergir sobre el césped una amalgama de factores para remontar el partido. Eso sí, calidad y motivación les sobra.

Luis Enrique no podía creer lo que sucedía sobre la hierba | Foto Web Oficial Barcelona

Ávido de Champions

La otra cara de la moneda. El París Saint Germain se presenta en la ciudad condal ostentando una matrícula de honor en los deberes realizados. Esto puede suponer un arma de doble filo. Unai Emery deberá asegurarse de que su equipo salte al césped con un cero a cero en la mente de los jugadores. La imagen que proyectó en Francia fue la de un equipo indestructible. Al Khelaifi, colocado en su cómodo asiento en el palco, dibujaba una gran sonrisa en el rostro según se desarrollaba el encuentro. Un enorme esfuerzo, desilusiones cada vez más frustrantes y una inversión multimillonaria en los últimos años estaban dando sus frutos ese mismo día, para deleite de todo el estadio. Uno de los objetivos del jeque, sin duda, era el poder presenciar una noche como aquella.

Cavani marca el cuarto tanto ante el Barcelona | Foto Web Oficial PSG

Por eso los parisinos tendrán que demostrar todo esto y más en el Camp Nou, un estadio difícil donde los haya, y desmostar a toda Europa que van en serio. Quieren rezumar la imagen de un equipo fuerte y compacto y, que sus pretensiones no se limitan a realizar un único partido al más alto de los niveles. Para ello, tendrán que bailar con la más fea y en el territorio más hostil. Sin duda, el París Saint Germain se encuentra en una situación privilegiada y son conscientes de ello. Este es el encuentro; el partido para meter miedo en Europa.

Duelo de banquillos

El técnico del Barcelona sorprendió a todos soltando una bomba en rueda de prensa. Su deseo es abandonar el conjunto blaugrana al final de la presente temporada. “Necesito descansar. Quiero disfrutar de más tiempo para mí y considero que, tanto el club como yo, lo vamos a agradecer”, sentenció el míster.

Está claro que estas declaraciones tuvieron su repercusión y los jugadores del Barcelona no tardaron en brindar apoyo a su entrenador. Luis Suarez afirmó que están con él, apoyan su decisión y juntos pelearán por realizar un buen papel hasta final de temporada.

Tas la goleada por cinco tantos a cero por parte del Barcelona al Celta de Vigo, Luis Enrique volvió a tomar asiento frente a los micrófonos. “Tras estas dos últimas victorias en las que hemos recuperado el gol estamos en un buen momento para intentar la remontada. No sé en qué minuto lograremos meternos de lleno en la eliminatoria, pero estoy seguro de que lo lograremos”, zanjó el asturiano dejando claro que su objetivo es meterse en cuartos de final de la competición europea.

Luis Enrique dando instrucciones desde el banquillo, en París | Foto Web Oficial Barcelona

Por otro lado, Unai Emery, tras la victoria por la mínima ante el Nancy aseguró que el conjunto catalán tiene potencial de sobra para poder dar la vuelta a la eliminatoria, pero fue claro: “Nosotros vamos al Camp Nou a conseguir la victoria”, afirmó el técnico español.

Emery el día de su presentación | Foto PSG.fr

Camp Nou, el escenario de una remontada increíble

Era primavera. La suave brisa golpeaba agradable el rostro de los aficionados agolpados en el Camp Nou para ver la 44 final de la Liga de Campeones. Los hinchas de ambos conjuntos conversaban mientras apuraban sus bocadillos, puesto que la hora del pitido inicial se aproximaba. El 26 de mayo de 1999 se quedaría grabado en la retina de aquellos seguidores, amén de todos los amantes del fútbol.

Camp Nou | Foto UEFA

Dos grandes equipos se daban cita allí. La suerte quiso que ese año se enfrentasen en la fase de grupos empatando los dos encuentros. Más igualdad imposible. Bayern de Múnich y Mánchester United se enfrentaban por alzar el trofeo más importante a nivel de clubes.

El colegiado, Pierluigi Colina, hizo sonar su silbato indicando que el balón echara a rodar. Al poco tiempo de comenzar, los germanos se adelantaron gracias a un gol de falta. Los alemanes respiraban, iban por delante en el luminoso. Los ingleses, contrariados por el gol tempranero, eran conscientes de la dificultad de aquella situación.

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Pierluigi Collina fue el colegiado de la final del año 1999 | Foto Twitter Pierluigi Collina

El Mánchester achuchaba, pero no lograba materializar ninguna de las ocasiones generadas. El Bayer sabía que si anotaba un tanto mataría el encuentro. Así se llegaría al tiempo de descuento, con los alemanes mirando de reojo el marcador sintiéndose campeones de Europa. Beckham se encontraba en la esquina colocando el balón sobre la cal, ya que, la defensa había rechazado un esférico peligroso. Los dos equipos sabían que sería la última ocasión, unos para marcar y empatar el partido; los otros para despejar ese esférico envenenado y reinar durante un año en el continente. Los nervios estaban a flor de piel y los agarrones en el área eran menester. El balón fue colgado con precisión y Sheringham conectó el cuero que besó las mallas. Los aficionados ingleses no podían creerlo habían empatado in extremis.

El colegiado no pitó el final del partido y los ingleses, aprovechando la conmoción de su rival y su propia adrenalina robaron el balón y se acercaron al marco alemán descaradamente. De nuevo, el balón cruzó la línea de fondo reportando un nuevo córner. Los alemanes no se lo creían y los ingleses, por el contrario, se lo creían demasiado. Beckham templó el cuero al punto de penalti donde Solskjaer mandó el esférico al fondo de las mallas dejando desolados a todo un país y brindándole a otro una larga noche primaveral de festejo. El Mánchester United se coronó en el olimpo europeo en el tiempo de descuento.

Último partido en competición doméstica

El Barcelona, este fin de semana, ha vuelto a reflejar la imagen de equipo arrollador que siempre proyecta. Buena defensa y mejor centro del campo, con un Busquets venido más, hacen de la MSN imparable. Recibían al Celta de Vigo, antiguo equipo entrenado por Luis Enrique. Los gallegos llegaban a la ciudad condal para poner en serios aprietos al club catalán como ya hiciese con el Real Madrid en la Copa del Rey. Pero nada más lejos de realidad. El luminoso reflejó un contundente 5-0 con grandes goles de Messi y un tanto espectacular de Neymar. Rakitic y Umtiti cerraron el partido. Ese marcador les serviría ante los franceses. La moral, por las nubes.

Messi volvió a deslumbrar al barcelonismo ante el Celta | Foto Web Oficial Barcelona

Por su parte, el París Saint Germain parecía no querer fatigarse demasiado ante su rival, el AS Nancy. Un equipo, a priori, asequible para engrasar la maquinaria y llegar a punto a la cita del miércoles. Pero no fue así. El PSG sufrió y no fue hasta el minuto ochenta cuando, de penalti, Cavani anotó y les dio los tres puntos a los suyos. Deberán cambiar aspectos de cara al partido europeo si no quieren que todo lo que han logrado se vaya por el desagüe. En la Ligue 1 siguen a la caza a tan solo tres puntos del líder, el Mónaco.

Cavani anota desde los once metros en el encuentro ante el Nancy | Foto Web Oficial PSG

El colegiado

El alemán Deniz Aytekin será el encargado de arbitrar el difícil encuentro entre el Barcelona y París Saint Germain. Los jugadores son los que se llevan, al final del encuentro, la gloria o son defenestrados a los infiernos si no consiguen su objetivo. Sin embargo, los colegiados tienen un papel fundamental en el devenir de la contienda, amén de soportar toda la presión y griterío del público sin temblarles el pulso. Este partido puede llegar a complicarse sobremanera para el alemán si el Barcelona consigue meterse en la eliminatoria. Este hecho no dejaría distraerse al colegiado ni unos segundos, ya que, ambos equipos lucharán como guerreros para pasar a la siguiente ronda. Aytekin contará con la ayuda de Guido Kleve y Markus Häcker para intentar que no se les marche el partido de las manos.

Enfrentamientos entre ambos

Buen fútbol, velocidad y goles son los ingredientes principales que observamos cada vez que estos equipos se enfrentan. Se han visto las caras en ocho ocasiones. La balanza cae a favor del conjunto blaugrana con cuatro victorias. Las dos últimas por un contundente 1-3 y 2-0, ambas en Liga de Campeones.

Por su parte, el PSG ha logrado llevarse dos de los enfrentamientos (3-2), en la temporada 2014/15, y el último, 4-0 hace apenas unas semanas.

Ambos conjuntos han firmado las tablas en dos ocasiones (2-2) y ambas, en casa de los parisinos.

Repercusión del encuentro

El encuentro se podrá visualizar desde cualquier punto del planeta | Foto Web Oficial Barcelona

Necesitados del mejor Messi

Messi es el FC Barcelona y el FC Barcelona es Messi. Los catalanes confían más que nunca en que el argentino baje de los cielos y obre el milagro. Todos confían en él, y él, será el más temido por el rival. Emery tendrá que exprimirse la cabeza al máximo para que la pulga no le de un fuerte dolor de cabeza a lo largo de los noventa minutos.

Leo Messi es el jugador que más balones de oro ostenta en su palmarés, cinco | Foto Twitter Oficial LM

Posibles alineaciones

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