Toronto FC consiguió una victoria sencilla en la que su rival apenas tuvo opciones de llevarse el encuentro. En la primera mitad el juego estuvo bastante equilibrado, aunque poco a poco las ocasiones y el dominio fueron cayendo del lado local, que en diez minutos anotó dos goles que les dejaron muy cerca de la victoria. En la segunda mitad, los visitantes, a pesar de intentarlo no estuvieron acertados en ninguna de las fases del juego, lo que les llevó a recibir un tercer gol, que les cerró todas las posibilidades de puntuar.

Diez minutos para la victoria

Inicio muy igualado por parte de ambos equipos, en donde la intención del Fire en los primeros minutos tuvo su resultado. Realizó una presión intensa en la zona de creación de su rival, lo que le permitió mantener el balón lejos de su portería, e incluso permitiéndoles generar algún acercamiento peligroso.

Tanto es así, que la primera acción de peligro de los canadienses no llegó hasta el minuto 12 cuando Giovinco de volea, disparo sobre la meta defendida por Bava, y el efecto óptico hizo creer que el balón entró, pero realmente se marchó fuera. Esta ocasión pareció abrir a la defensa visitante, que comenzó a permitir una llegada tras otra del equipo rival, llevándole a ni tan siquiera poder salir de su propio campo.

Así ocurrió, que a pocos minutos de que se cumplieran los primeros 30 minutos, Giovinco consiguió anotar el primer gol para su equipo en la enésima ocasión que tuvo. Controló un balón en la frontal del área, y con un disparo cruzado, sorprendió al guardameta y marcó su segundo gol de la temporada.

El ritmo de juego que Toronto FC continuaba ejerciendo, mantenía todavía a su rival muy alejado del área, consiguiendo de esta manera seguir asediando la portería. Esta circunstancia permitió de nuevo, menos de diez minutos después, aprovecharse de un error en el marcaje de un saque de esquina para que Zavaleta pusiese una ventaja para los loales en le marcador de dos goles.

A partir de ese momento, los visitantes se volcaron al ataque en busca de un gol antes del descanso, pero la celeridad y la poca precisión de sus acciones, hicieron que no llegaran a un buen puerto, y se llegase al descanso con la victoria parcial de los locales.

Mucho juego sin profundidad

La segunda mitad, continuó el mismo guión por donde finalizó la primera. Toronto mantenía la posesión del balón, mientras que su rival buscaba de manera desesperada un gol que les acercase al marcador. Esto provocó que en los primeros minutos, los canadienses lograsen un par de acciones a la contra que a punto estuvieron de finalizar en el tercer gol.

Pero poco a poco, la necesidad del gol fue acuciando al Chicago Fire, lo que le llevó a tener mayor presencia en el ataque, aunque esto no significó que generasen ocasiones. La gran mayoría de sus acciones finalizaban en las manos del portero o interceptados por la defensa.

Llegando al ecuador de los segundos 45 minutos, el centro del campo se había convertido en el protagonista del encuentro, ya que los dos equipos buscaban un juego elaborado con mucha circulación, para así crear espacios en la defensa rival. Pero la efectividad en dar el último pase, provocó que las llegadas al área fuesen escaseando.

No fue hasta a 15 minutos del final cuando llegó la acción más peligrosa para cualquiera de los dos equipos. Una pérdida de los visitantes propició una contra en la que Giovinco centró un balón al segundo palo en donde Altidore de volea, mandó el balón  ligeramente  alto.

Los minutos pasaban, y cuando quedaban menos de diez para finalizar el encuentro, una maravilla del italiano Giovinco, marcó el regreso triunfal del goleador, anotando su tercer tanto de la temporada. Un libre directo desde poco más de tres metros al borde del área que entró por la escuadra, haciendo que la estirada del portero rival quedase en nada.

En los últimos minutos, el Chicago Fire consiguió anotar el gol que maquillaba ligeramente el resultado. Accam recuperó un balón en campo rival tras un pase fallido de los canadienses, y tras una vertiginosa conducción, cedió el mismo a Solignac para crear un espacio en la defensa. El argentino vio el desmarque de su compañero al que asistió para que sólo tuviese que empujar el balón al fondo de la red.

Con este resultado finalizó un partido muy sencillo para los canadienses, ya que consiguieron ‘robarle’ el balón a un rival que no supo que hacer sin la posesión. Esta victoria da aire a un Toronto que no estaba pasando por un gran estado de forma.