Lo que se presentaba como una obligación para el Arsenal está siendo un verdadero problema. Arsène Wenger ya comentó tras su renovación que tenía pensado liberar espacio en la plantilla, pero a escasos días del cierre del mercado de fichajes lo que se está encontrando es una auténtica estampida. Otro que ha hecho las maletas ha sido Oxlade-Chamberlain, el polivalente jugador inglés que, curiosamente, abandona la institución Gunner cuando mas peso estaba ganando en el equipo. Titular para el entrenador francés desde el inicio de la temporada, ya lleva varios años siendo una pieza más que importante para el club del Emirates Stadium. Un dato que refleja fielmente este peso es el que indica que las últimas tres temporadas ha conseguido superar los veinte encuentros ligueros.

Oxlade llegó del Southampton en 2011

Esos datos no hacen sino aumentar la cifra de partidos de Oxlade-Chamberlain con la camiseta del Arsenal, un guarismo que parece va a quedar fijado en los 198. Siendo la mayoría de Premier League -132- también ha tenido incidencia tanto en los torneos coperos, con 35 apariciones, como en competiciones europeas, con 31. Datos, todos ellos, más propios de un jugador algo más veterano que el inglés, pues hay que recordar que apenas tiene 24 primaveras. Y es que ha sido mucho lo que le ha dado The OX al Arsenal desde que llegara del Southampton en 2011.

Efectivamente, el físico futbolista también tiene su origen en el equipo de los Saints, posiblemente, uno de los clubes con mejor cantera de Inglaterra. En aquel momento, el Arsenal se desembolsó de 13,8 millones de euros para hacerse con los servicios de un jugador que, según Wenger, va a ser uno de los futbolistas ingleses que marcará el futuro del fútbol a nivel mundial. Ahora, en un momento en el que, tanto el jugador como el mercado tienen un comportamiento diametralmente opuesto, el Liverpool pagará en torno a 40 millones de euros. Si bien es cierto que el conjunto Gunner saca rentabilidad de la operación, no es menos verdad que llama la atención una cifra tan baja en el traspaso de un jugador de futuro entre dos equipos con objetivos similares.