Mucho antes del Real Madrid Castilla de Pavón, Miñambres, Raúl Bravo o Soldado; anterior al de Raúl, Guti, Álvaro o Víctor y a punto de llegar la denominada “Quinta del Buitre” por Don Julio César Iglesias, llegó un equipo que dio la sorpresa en Copa y que terminó esa temporada como el séptimo equipo en la Segunda División. En esa temporada, subiría el Valladolid, Osasuna y Murcia, este último como campeón de la categoría. Era la temporada 1979-80.

El segundo equipo madridista de esa temporada no fue muy goleador (tan solo 46 goles en Segunda), pero tampoco fue un equipo goleado (39). Solo el Murcia, con el mismo número de goles recibidos, tenía menor o igual número de goles en contra entre los siete primeros. Terminó la temporada con 15 ganados, 10 empatados y 13 perdidos, de los 38 encuentros disputados.

El Castilla de entonces contaba con Agustín, Camisimiro, Espinosa, Castañeda, Pérez García, Bernal, Álvarez, Gallego, Paco, Pineda, Cidón, Miguel Recio (P.S.), Juanito (defensa, no el “7”), Castro, Sánchez Lorenzo, Bailín, Otxotorena, Herrero, Flores, Moreno, Ramírez, Sabido, Villanueva y Pozo.  Los dos máximos goleadores fueron Paco y Castro, con 12 y 10 dianas respectivamente, tan solo acercándose Álvarez con 7 o Pineda con 5 goles. El resto, con varios jugadores con 1 o 3 realizaciones.

El Castilla con Gallego, Agustín y Pineda mostraron un gran nivel en la Copa

La Copa del Rey comenzó para el Castilla ante el C.F. Extremadura, consiguiendo dejar al equipo pacense sin apenas posibilidades. El total 10-2 a favor del equipo blanco entre los dos partidos. La siguiente ronda fue parecida, 5-1 ante un conocido de la división de plata, la AD Alcorcón. Por aquel entonces, tanto el Extremadura como los alfareros jugaban en la 3ª División.

En la 3ª Ronda, el entonces Castilla CF se enfrentaría a un rival directo, el Real Racing Club de Santander. En esa época, el Racing tenía en sus filas a Quique Setién, José Ángel Rojo (hermano de Txetxu Rojo), Sañudo y el querido y tristemente fallecido, Manuel Preciado. Los partidos tuvieron lugar el 9 de enero y 16 de enero de 1980. En Liga, el Castilla andaba por la parte alta, al contrario que el Racing.

Volviendo a la competición, el partido de ida fue el que realmente contó para que el Castilla superase la 3ª ronda con un 3-1 en ese partido y empatando a cero en la vuelta. Los goles madridistas fueron de Álvarez de penalti, Pineda a centro de Cidón y Pineda de nuevo a pase adelantado de Sánchez Lorenzo. El único tanto del Racing fue de Pachín. La vuelta no tuvo mucha historia, ya que por aquel entonces se criticaba al Racing de no tener apenas gol y al Castilla el resultado le valía.

En la siguiente eliminatoria, se encontró con el Hércules, equipo de Primera División aquella temporada y que tuvo al serbio Kustudic como máximo realizador con 10 tantos en la temporada. No comenzó bien la ronda para el filial blanco, ya que el Castilla en la ida se volvió a la capital con 4 en contra, y un solo gol de Antón que fue lo que permitió tener ciertas esperanzas. El partido de vuelta fue uno de los más emocionantes. El segundo conjunto blanco consiguió marcar tres goles en los primeros 90 minutos, siendo el tercero por parte de Ricardo Gallego en el minuto 89 de cabeza. Los anteriores tantos fueron obra de Paco por doble ocasión, ambos de cabeza. No se deshizo el empate hasta que, a punto de llegar el descanso de la primera parte de la prorroga, consiguió Bernal desde fuera del área el gol que sería el necesario para dejar al equipo de primera alicantino fuera de la competición copera.

El Athletic fue el primer equipo importante al que superó el Castilla

La siguiente ronda, el destino quiso que fuera otro equipo de Primera y, además, un equipo que unos años después conseguiría dos años consecutivos ser campeón de Liga. Era el Athletic Club de Bilbao con Argote, el nombrado Txetxu Rojo, el hoy presidente de la RFEF, Ángel Villar, Iríbar (ya en el ocaso de su carrera disputando 9 partidos de Liga), Sarabia (padre del ex jugador del Castilla), Dani o Goikoetxea, entre otros. El conjunto vasco tuvo que superar en la quinta ronda al Palencia por 1-4 en el total para poder pasar a los octavos de final. El partido de ida terminó en un 0-0 dejando todo a decidir en “La Catedral”. A pesar del empate, el Castilla le hizo pasar mala noche al conjunto rojiblanco. Para algunos periódicos el partido ganado por el conjunto madridista fue considerado como la humillación al “Rey de Copas”. El Castilla conseguiría ganar el partido por 2-1 con las realizaciones de Balín y Pineda. A punto de llegar el final del partido, Dani, por parte bilbaína, consiguió recortar distancias.

En los cuartos de final, el Real Madrid se enfrentaba a otro insigne equipo de primera y del País Vasco, La Real Sociedad. La Real los dos años siguientes conseguiría ser campeón de Primera, además de ser subcampeón en la temporada 1979-80. El conjunto contaba con un joven Arconada, Celayeta, Perico Alonso (padre de Xabi Alonso), Zamora y Satrústegui, entre otros. Este equipo fue el segundo que hizo que los blancos tuvieran que remontar un partido para poder pasar de ronda. El equipo donostiarra consiguió llevarse el primer partido como locales, aunque también tuvo que dar la vuelta al partido, ya que en el minuto 74 Gallego, en una jugada de combinación con Sánchez Lorenzo, consiguió el primer gol del partido. Celayeta de cabeza y Diego de fuerte disparo dieron la victoria al equipo “Txuri -Urdín”. El partido de vuelta, que tuvo lugar en la capital, fue considerado como sensacional, ya que ni un formidable portero como Arconada fue capaz de impedir que Paco y Sánchez Lorenzo consiguieran dar la vuelta a la ronda y dar paso al Castilla para llegar a semifinales.

Castilla sorprendió a cuatro equipos de primera superándolos con su calidad

Acostumbrado a  dar la vuelta a las rondas y comenzando lo que más tarde sería considerado como el espíritu del Real Madrid de cambiar casi por completo la imagen o el resultado entre la ida y la vuelta, el segundo equipo del Real Madrid se enfrentaba al Real Sporting de Gijón de Quini y Maceda. La ida se la llevó el conjunto asturiano por dos goles a cero. A pesar de contar durante casi toda la segunda parte con 10 jugadores, el Castilla se defendió como pudo, permitiendo solo conseguir que los goles asturianos llegaran desde los 11 metros. El filial, herido en su orgullo, demostró un nivel superior en la vuelta con cuatro goles que le hicieron valedor de una plaza para la final de la Copa. Para muchos el gol tempranero de Paco, fue la mecha que hizo que el equipo blanco comenzara el festival de tantos, que tan solo Joaquín por parte sportingista, por error del portero Agustín, permitiría que el conjunto de Gijón no se fuera de vacío. Los tres restantes tantos fueron obra de Sánchez Lorenzo, Cidón y Gallego.

La final soñada por el madridismo llegaría el 4 de junio de 1980. El equipo que había sorprendido a cuatro primeras, que había tenido de todo, partidos ganados en el último momento, remontadas, rondas fáciles, se encontraba ante los mayores. El Real Madrid de los mitos como García Remón, Camacho, Del Bosque, Stielike, Santillana, Juanito, Miguel Ángel, Rincón, Portugal o  Sol. Se dice que a Luis de Carlos,  entonces presidente del Real Madrid, le hacía especial ilusión que lo ganara el segundo conjunto madridista, algo que tocó mucho al primer equipo y que dejó desde el primer momento sin opciones al Castilla. Fue un claro 6 a 1, goles por parte del “A” García Hernández, Santillana, Sabido, Del Bosque y Juanito por dos veces, y por parte del Castilla, Álvarez marcaría el tanto considerado del “honor”, algo que había conseguido el segundo equipo durante todas y cada una de las rondas que fue superando. A pesar de la derrota, jugadores como Gallego, Pineda o Agustín vieron como eran ascendidos al primer equipo madridista.