La pretemporada del Atlético de Madrid ya ha dado comienzo y el cuerpo técnico ha elegido a los que serán sus capitanes. Gabi Fernández, Raúl García y Diego Godín, por ese orden, mandarán en el vestuario. Los dos primeros mantienen el brazalete y el tercero se lo ha ganado a pulso en los años que lleva vistiendo la rojiblanca. El que ha dejado de serlo es Tiago Cardoso, que ha firmado un nuevo contrato y recuperará el poder.

Parece curiosa la trayectoria del luso. Siempre ha estado más fuera que dentro, poco tiempo ha pertenecido al club madrileño, pero siempre ha sido importante. Cuando todo apuntaba a que este verano se marcharía, pasados veinte días renovó. Pese a que haya sufrido críticas por parte de la hinchada, ya está tratando de recuperar cariño y confianza para poder seguir siendo una pieza fundamental. El Cholo ha querido que estuviera con él en todo momento y recuperará el poder que tuvo el año pasado, aunque no se vea reflejado en nada material.

Este año adquiere responsabilidades el uruguayo. El autor del gol que hizo campeón de Liga al Atlético de Madrid y que estuvo cerca de hacerle campeón de Europa ha sido el elegido por Simeone para ser referente en el verde. No cabe duda de que Godín es un hombre de su total confianza y que tiene el máximo apoyo de la grada, que ya le tiene por uno de sus ídolos. Es otro líder, ahora también con brazalete.

Los dos grandes capitanes están fuera de toda duda. Gabi y Raúl son dos hombres entregados a la causa, luchadores y colchoneros de corazón. Son dos de los ojitos derechos de la gente y tienen el carácter y la experiencia suficiente como para gobernar dentro del grupo. Han adquirido todas las características necesarias y volverán ejercer en un puesto que ya han ocupado en anteriores ocasiones con la máxima responsabilidad posible.

Saliéndose de la rutina, el Atlético de Madrid tendrá cuatro capitanes y tres brazaletes. Lo hará por la gran cantidad de gente comprometida que tiene, por gozar de una plantilla veterana y a la vez joven y porque si algo tiene Simeone, eso son líderes, jefes, arengadores. En un equipo que vive de la lucha y que juega con el corazón de sus aficionados, qué mejor que tener cuatro hombres que manden en el campo y que tiren de los demás.