En una tarde fría en la que más de media España aún estaba tratando de asimilar lo que había sucedido en el desequilibrado derbi madrileño, el Villarreal ejerció su papel de favorito y, con más sufrimiento de lo esperado, derrotó a un Granada que tuvo opciones de empatar hasta el último minuto.

Mainz, en propia meta, encarriló el triunfo de los amarillos a la media hora de partido. El Villarreal levantó el pie del acelerador demasiado pronto y ese exceso de confianza casi le cuesta dos puntos. El Granada embotelló a los amarillos durante el último tramo, hasta que Gerard Moreno tranquilizaría los ánimos tras finalizar una buen contraataque en el tiempo de prolongación. 

Con las miras puestas en la Copa

El once que sacaba Marcelino ya dejaba entrever el entusiasmo por las históricas semifinales de Copa del Rey. El técnico asturiano, consciente de la importancia de la cita copera, dio descanso a muchos de los titulares habituales. Hasta siete cambios introdujo en la alineación 'grogueta' respecto al equipo que tan buena imagen ofreció hace una semana en el Camp Nou. Los únicos que repetían titularidad fueron Asenjo, Musacchio, Jaume Costa y el incombustible capitán, Bruno.

Sin embargo, una de las improntas que definen a este Villarreal es que juegue quien juegue, el bloque no se resiente. Y hoy el conjunto amarillo lo volvió a demostrar. Pese a las numerosas rotaciones, el engranaje 'groguet' no se gripó y, aunque no carburó a las revoluciones que nos tiene acostumbrados, tuvo suficiente para doblegar a un competitivo Granada, notablemente mejorado tras la llegada de Abel Resino al banquillo nazarí.

Solo hubo dos disparos a puerta entre los dos equipos en toda la primera mitad, pero ocasiones no faltaron. Insúa sacó bajo palos un centrochut de Moi Gómez que se colaba para dentro, y el mismo Moi obligaría poco después a Oier a lucirse con una gran parada.

A falta del acierto de cara a puerta, tuvo que ser la propia defensa la que ayudara a mover el marcador. Falta sacada rápida por Bruno, centra Gerard y entre Musacchio y la cabeza de Mainz introducen el balón al fondo de la red. La gran mejora de este renovado Granada es que, en vez de venirse abajo, se fue decidido en busca del empate. No llegarían a inquietar a Asenjo, pero Lass y Piti merodeaban el área constantemente.

El Granada lo intentó hasta el final

Al verse prácticamente con el trabajo hecho, el Villarreal minimizó riesgos y optó por un mayor control del partido en lugar de ir al ataque. Trigueros probó fortuna desde lejos, pero se topó con un Oier inspirado. El guardameta vasco del Granada estuvo muy atento en las salidas y malbarató las prudentes acometidas del Villarreal.

Los visitantes se vieron con opciones y, poco a poco, fueron asomándose a la portería de Asenjo. La progresiva proyección ofensiva del Granada obligó a Marcelino a echar mano del banquillo y recurrir a Chéryshev y los hermanos dos Santos como revulsivos

Sin embargo, los andaluces estaban cada vez más cómodos y llegaban con mayor peligro a la meta amarilla. Dos disparos de Piti casi causan enfrían El Madrigal, más de lo que ya estaba por las gélidas temperaturas. Asenjo supo reaccionar y cumplió a gran nivel el poco trabajo que se le exigió.

Cuando más apurado estaba el Villarreal, la velocidad de Chéryshev salió al rescate una vez más de los locales. Robo, galopada a toda carrera y pase de la muerte para que Gerard Moreno definiera a placer y sentenciara el partido en el tiempo de descuento. Estuvo muy generoso el ruso para que Gerard redondease su gran partido con gol y asistencia.

Tal vez el Granada no mereciera perder por tanta diferencia, pero una vez más la seriedad en defensa y la calidad en los últimos metros del Villarreal fueron determinantes. Los andaluces tendrán que seguir remando para seguir alejándose de la zona de descenso; los amarillos, a un punto de la Champions ahora mismo, a soñar con hacer la machada en Copa. 

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