Quedan tres jornadas. Tres tan solo, pero parecerán diez al menos. La Ponferradina atraviesa su peor momento de la temporada cuando debería estar luchando por un sueño y, pese a los malos resultados, aun lo sigue teniendo al alcance. En Palma de Mallorca, ante un rival necesitado para certificar la permanencia cuanto antes, los hombres de Manolo Díaz —con algunas novedades en el once inicial como las entradas de Melero, Rueda y Tete por Berrocal, Andy y Acorán— tampoco dieron una imagen digna para demostrar que están en la pelea por el sexto puesto.

Control bermellón

La posesión fue del Mallorca, cuyo once, muy defensivo, no parecía alarmar a la defensa berciana, salvo apariciones estelares de Marco Asensio o Arana. Cendrós, colocado como extremo derecho, pese a su condición de lateral, peleó y llevó peligro como si llevase toda su vida profesional desempeñando esa posición. La Ponferradina, mientras tanto, intentaba salir en alguna galopada de Sobrino o de Tete, hiperactivos en la primera parte.

El dominio del esférico no se traducía en ocasiones hacia la meta de Kepa que no vio más que un par de lanzamientos desviados y uno de Marco Asensio que tuvo que atrapar sin problemas. Entre tanto, hubo un atisbo de esperanza para la Deportiva. El veloz Sobrino se hizo hueco entre Bigas y Joao para enfilar a Rubén Miño. Entre los controles los centrales le comían terreno y acabó rematando presionado, pero aún con efectividad. Sin embargo, el meta catalán, que le robó el puesto a Cabrero la semana pasada en Soria, repelió con el pie el mano a mano.

El rojo pudo con Lucas

El central chileno había visto una cartulina amarilla en la primera mitad por una falta al borde del área sobre el escurridizo Asensio. El ya jugador del Real Madrid para la temporada que viene había avisado al iniciar la segunda mitad con un disparo manso, que el Mallorca no quería solo un punto. Y Arana lo refrendó. Una internada rápida por el centro del campo, dejando rivales a los lados, acabó con Lucas, que veía la flecha roja pasar por su lado, derribándole en la media luna del área. El colegiado le mostró la segunda tarjeta y su consiguiente expulsión. Un hombre menos tendría la Ponferradina en toda la segunda parte. 

Reestructuró lo que pudo la zaga Manolo Díaz. Andy entró para formar la pareja de centrales con Alan y Melero se colocó más estático junto a Jonathan. No contento con ello añadió mordiente con el brasileño Yuri en lugar de Tete. Lejos de ayudar en ataque —un poco limitado al estar solo—, metió la pata, o mejor dicho el cuerpo, en defensa. De un córner botado por Jonathan, el Mallorca montó un contragolpe letal. Lo condujo el de siempre, Asensio, y cedió a Javi Ros. Éste cuando iba a empalar, fue derribado por Yuri por detrás y González Fuertes, sin dudar, decreto la pena máxima. Pereira, que había entrado por la lesión de Arana en la jugada de la expulsión de Lucas, engañó a Kepa y situó el 1-0 en el marcador.

Esperando el final

Al moverse el marcador no hubo mayor reacción de Díaz, que ya había realizado los tres cambios. Miquel Soler situó un defensa más para certificar la victoria con la entrada de Truyols y esperó hasta el final del choque. Solo un remate de Andy que fue a las manos de Miño pudo mover el resultado, ya que la Ponferradina, con los brazos bajados, ni siquiera arriesgó como lo haría en otro momento de la temporada. Parece que espera que esta racha se acabe cuante antes o que se acabe ya la temporada 2014/2015.

Aún así, a pesar de las cinco jornadas consecutivas sin ganar, en la que se incluyen cuatro derrotas, la Ponferradina aún tiene opciones de llegar a la sexta plaza. Está a cuatro puntos de Real Zaragoza y restan nueve por jugarse. El Lugo, equipo al que nunca ha ganado en la categoría de plata, será el próximo rival berciano.

El Mallorca sumó tres puntos más que importantes para la salvación. Depende de los resultados de la jornada del jueves para decir que permanecerá una temporada más en Segunda División. De no conseguirlo ahora será cuestión de tiempo que se haga de forma matemática. Paciencia simplemente y pensar ya en la temporada que viene.