El Leganés se volvió a dejar puntos en su lucha por esa sexta plaza, que a día de hoy se declara prácticamente imposible. Cuando Osasuna parecía tener la victoria en sus manos, Chuli se la quitó para rascar un punto y dejar a los pamploneses con la misma incertidumbre con la que llegaron a Butarque.

Igualdad rota por un penalti 'light'

Un penalti de César Soriano transformado por Kodro adelantó a Osasuna

El partido alcanzó su máxima igualdad en la primera parte. Ni Leganés ni Osasuna consiguieron imponerse. Los pepineros, que contaban con Diamanka de vuelta tras su lesión, y tras las informaciones que apuntaba hacia una posible rebeldía por parte del jugador para no jugar más y así no renovar, fijaron este partido como el último tren para pelear por los playoffs, después de empatar ante Sabadell y perder el miércoles en Huelva. Otro que volvía era Enrique Martín, y al mismo banquillo en el que rebañó aquel balón al Badajoz, pero esta vez dirigiendo a Osasuna. Los pamploneses no crearon peligro, y la presencia pepinera se fue haciendo más notable con el tiempo, pero a los de Garitano les faltaba velocidad en la salida de balón, y transiciones más precisas para hacer realmente daño a la defensa de cinco osasunista.

Cuando parecía que el partido lo tenía controlado el Leganés, Osasuna sacó petróleo con un contraataque en las botas de Oier. El rojillo penetró en área y César Soriano le metió el cuerpo, derribando al ‘15’ osasunista. No parecía ni falta, cuando el linier levantó la bandera, y el colegiado señaló la pena máxima. Desde los once metros, Kodro transformó el penalti y adelantó a Osasuna para cabreo de los locales, quienes seguían protestando la acción.

El Leganés reaccionó y luchó hasta conseguir el gol

Chuli empató en el 85' tras una gran acción de Diamanka

La segunda mitad exigía una reacción por parte local para dar la vuelta al resultado. Tuvo más ímpetu el Lega, y Osasuna se fue echando cada vez más para atrás. Sus líneas compactadas impedían el peligro blanquiazul. Poco a poco, fueron entrando Aguirre, Borja Lázaro y Rabello. Antes, Sergio Prendes avisaba con un disparo dentro del área repelido por la defensa, y más tarde con una llegada que no fue gol porque al asturiano le faltaron centímetros en la bota. Las

Osasuna se fue embotando y relegando la victoria al final del partido, pues arriba ni conseguían aparecer. El gol pepinero parecía cuestión de tiempo, pero los minutos seguían pasando, de la misma manera que pasaban contra el Sabadell hace una semana. Sin embargo, la fe pepinera esta vez tuvo premio. La fe, mejor dicho, de Diamanka, para recuperar un balón en la frontal del área de Riesgo. El senegalés se llevó un buen pelotazo, pero consiguió el esférico, para ponérselo a Chuli en bandeja con caño incluido a Vujadinovic. Chuli no perdonó el mano a mano, y el empate fue un hecho a cinco minutos del final, tiempo en el que los pepineros intentaron la machada. Se quedó en el intento, porque el reparto de puntos no fue más allá, y ambos equipos se quedaron un sabor agridulce. 

Sabor agriducle

La probabilidad de los playoffs para el Leganés se ha reducido hasta alcanzar un porcentaje prácticamente definitivo. Tras conseguir el objetivo de los cincuenta puntos contra Las Palmas, no ha conseguido ganar ni a Sabadell, ni Recre ni Osasuna, y la sexta plaza se mira con imposibilidad. Por su parte, Osasuna cosechó un punto que se asimila como válido para seguir luchando por la salvación, pero que no sabe ni mucho menos bien cuando la victoria se escapó a cinco minutos del final.