Roberto Fernández no olvidará muchos de los buenos momentos que ha vivido con la camiseta del Granada CF. El portero gallego se ha convertido en todo un ídolo para la afición granadinista durante las cinco temporadas que ha defendido la portería del conjunto granadino. Tras celebrar la permanencia en Primera del Granada por cuarta temporada consecutiva, Roberto Fernández ya dejaba entrever su salida del club. "A día de hoy es mi despedida", aseguró.

El guardameta se dio un 'baño de masas' sobre el césped del Nuevo Los Cármenes. Se subió a una de las porterías que tantas veces ha defendido y recibió todo el cariño de una afición que lo idolatra pero que, irremediablemente le tiene que decir adiós. Cerró su historia con el Granada de la mejor manera posible, con el logro de una salvación que peligraba, y mucho, cuatro jornadas antes. 

Roberto llegó al Granada CF el 13 de julio de 2010, procedente de Osasuna, y firmó por tres temporadas. El apodado como 'Gato de Chantada' se ganó el respeto y el cariño de la afición granadinista desde su primera temporada, en la que ayudó con sus buenas actuaciones a que el Granada CF lograra el ascenso a Primera División. El gallego fue titular en todos los partidos de Liga, excepto en uno por sanción, y también en los cuatros de la fase de promoción de ascenso. 

Roberto, héroe en la primera eliminatoria de ascenso a Primera contra el Celta

El guardameta de Chantada contribuyó también a que el Granada pudiera meterse en los play-off de ascenso a Primera. El papel del guardameta también fue trascendental para la clasificación del equipo rojiblanco para el partido final de la promoción. En la eliminatoria contra el Celta de Vigo, que se decidió en la tanda de penaltis, Roberto tuvo la valentía de lanzar uno de los penaltis de la tanda y marcó el gol y, además, detuvo uno de los lanzamientos. Desde aquel momento pasó a ser todo un héroe para la hinchada rojiblanca

El 18 de junio de 2011 será otra de las fechas que Roberto no olvide, como todo el granadinismo. El Granada logró su segundo ascenso consecutivo tras vencer al Elche en la eliminatoria final. Tras 35 años, el club granadino regresaba a Primera División. 

Trabajo y sacrificio para ganarse el puesto

Roberto continúo como un pilar fundamental del Granada CF. En la primera temporada en Primera División fue titular en 14 partidos, pues alternó en la portería con Toño. En una campaña complicada para el gallego, finalmente logró hacerse con la titularidad y ayudó al equipo a lograr la permanencia.

En la siguiente temporada, la 2013/14, Roberto jugó 32 partidos y fue uno de los porteros menos goleados. Sólo una lesión le apartó de la titularidad y provocó que defendiera la meta rojiblanca Orestis Karnezis, durante seis partidos. Pero Roberto volvió para la jornada decisiva, la última de Liga, en la que el Granada se jugó la salvación en Zorilla. Lucas Alcaraz dejó los galones al meta gallego para ese trascendental partido y el cancerbero no le falló. 

Esta última temporada no comenzó de la mejor manera para Roberto. Aunque empezó de titular en la segunda jornada, ya que la primera se la perdió por sanción de la anterior campaña, jugó en principio sólo hasta la jornada 15, cuando el Granada visitó al Espanyol. La mala racha de resultados acumulada por el equipo en aquel tramo de temporada, unida a más de un error del portero, provocó que Joaquín Caparrós decidiera sentar a Roberto y darle la oportunidad a Oier Olazábal. Roberto fue suplente casi cuatro meses, ya que Abel Resino a su llegada también apostór por Oier. Pero, a principios del mes abril, el de Chantada volvió a defender la portería del Granada CF frente al Celta. La goleada por 9-1 encajada en el Bernabéu pareció condenar a Oier a la suplencia.

Por tanto, Roberto recuperó sitio en la portería rojiblanca. La ovación que recibió el guardameta en su regreso al inicio del encuentro fue destacable. Y su actuación fue buena. Mantuvo esta línea en el resto de encuentros, lo que le valió para mantenerse como titular. Roberto tiró de veteranía para ayudar al equipo en los momentos más delicados y aportó toda su seguridad para ayudar al Granada a lograr la permanencia, por cuarta temporada consecutiva.

Roberto dice adiós al Granada después de haber sido uno de los protagonistas de los éxitos del equipo granadino. La afición siempre recordará a un guardameta con carácter que se convirtió en héroe en muchos momentos que ya quedan para la historia rojiblanca.