Dicen que es mejor lo bueno conocido que lo malo por conocer, pero hay veces que uno decide apostar con todas las consecuencias sin quedarse anclado en el presente y con las soluciones utilizadas hasta el momento. En fútbol, a veces también se decide arriesgar por lo nuevo, por os cambios y las rotaciones cuando el calendario aprieta.

Puede que esta situación se dé cuando la temporada esté más avanzada, pero el Athletic y, en especial, su entrenador, Ernesto Valverde, se han visto obligados a hacer las primeras rotaciones. La exigencia del calendario, siete partidos en apenas 21 días, ha llevado a que el once titular que salió el jueves pasado contra el Augsburgo diste mucho al de este domingo en Villarreal.

Nueve cambios 

Ni parecido era un once y otro, en el que había una diferencia de nueve jugadores y en el que sólo repitieron Óscar de Marcos y Aymeric Laporte. Iago Herrerín, Etxeita, Lekue, Elustondo, Beñat, Susaeta, Raúl García, Ibai y Aduriz dejaron su sitio a Iraizoz, Gurpegui, Balenziaga, San José, Mikel Rico, Eraso, Sabin Merino, Aketxe y Sola, pero el resultado no fue el esperado.

Aduriz y Raúl García fueron suplentes

Tal vez Valverde lo hizo pensando en el importante compromiso que tienen los rojiblancos contra el Real Madrid este miércoles a partir de las 21:00 horas en San Mamés y quiso que los jugaron no acumularan tantos minutos en sus piernas, pero la decisión no fue buena.

Es cierto que el Athletic dispone de una plantilla competitiva, incluso de mejor plantilla que el año pasado en la que se llegó a una final de Copa, pero cambiar a casi todo el plantel, casi de la noche a la mañana, puede parecer demasiado arriesgado. Aunque la plantilla sea buena y competitiva, ese once todavía no había salido a la palestra esta temporada y se percibía esa falta de entendimiento entre los jugadores, esa carencia de jugar juntos para que todo saliera rodado.

La rotación es comprensible dada la cantidad de encuentros para dosificar a los jugadores que en un momento dado pueden marcar la diferencia, pero como en todo, no todas las rotaciones son válidas y tal vez con menos cambios, el Athletic hubiese mostrado otra cara en El Madrigal. Las rotaciones también tienen su punto para que no se pasen y en el fútbol también hay que encontrarlo.

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