En plena crisis goleadora, el foco de las críticas se centra en dos hombres en particular. Fernando Torres y Jackson Martínez que por posición responden a la culpabilidad del acierto a la portería contraria. La poca regularidad del ‘Niño’ no deja explotar el buen estado que prometía en las primeras jornadas. Aunque, por precio y responsabilidad, el colombiano se lleva la palma. El ex del Oporto vino con la vitola de goleador y con la misión de tapar el agujero, que cada vez con más frecuencia deja el delantero de este equipo, pero no lo está consiguiendo.

La figura de delantero centro en el Atlético de Madrid se ha convertido en un concurso  de gran nivel. Todos se han ido, pero todos han dejado un buen rendimiento.  El colombiano suple a Mandzukic. El croata cedió protagonismo de gol a Griezmann, pero sin llegar a ser el jugador óptimo para el estilo de Simeone, cumplió bien su trabajo. Lo propio hizo Mario con Diego Costa, este con Falcao, este con Forlán, con Agüero,… una cadena de goleadores. Pero esto no es solo  ahora. En peores épocas se tuvieron también grandes goleadores.  Hay que acordarse de delanteros como Vieri o Hasselbaink.

El gol imposible de Vieri

''La gamba y la gabardina'', así denominaba Kiko la dupla que formaba con el italiano

En la temporada 1997/98, el Atlético de Madrid intenta mantener el nivel adquirido años atrás con el doblete. Fichajes como el de Juninho llenaron de ilusión el Calderón. Pero sin duda un hombre centró las miradas y fue eje del nuevo proyecto. Christian Vieri. El preciado delantero italiano llegó de la mano de Jesús Gil y los 3.000 millones de pesetas que desembolsó el, por entonces, presidente del Atlético. El  delantero llegaba procedente de la Juventus, habiendo explotado en el Atalanta.

Vieri dio la razón al precio por el que vino. 24 goles y acreditado como máximo goleador de la Liga 1997/1998. Pichichi de la competición siendo un delantero temido. Sus cuatro goles al Salamanca o el gol inverosímil ante el PAOK fueron las huellas que dejó el italiano en su paso por el Calderón.  Su entendimiento con Kiko fue un lujo; ‘’ La gamba y la gabardina’’. Pero el italiano duró un año ya que dejó al cuadro colchonero desnudo a finales de verano por su marcha al Lazio. Malas relaciones con Arrigo Sacchi, las indisciplinas y el impulso de volver a su país le hicieron marchar.

Goles de descenso: Jimmy Hasselbaink.

Pocas temporadas después, en la temporada 1999/2000 el equipo volvió a contratar un delantero contrastado y que sirvió a gran nivel en la delantera. El holandés Jimmy Floyd Hasselbaink fue el delantero elegido para marcar la diferencia en la punta de ataque. El club, con la aprobación de Claudio Ranieri, pagó otros 3.000 millones al Leeds United británico por los servicios del delantero. En la Premier se hizo un hueco en los goleadores donde destacaban Owen o Yorke. Era un delantero de garantías.

El holandés respondía a las características que pedía el entrenador italiano.  Jugador fuerte, bueno en el juego de espaldas, potente, veloz, y muy rematador. Su principal cualidad era su facilidad para el remate. Era un delantero de potente disparo y con facilidad para realizarlos. Anotó 24 goles y completó una gran temporada pero desgraciadamente, aquel año el Atleti descendió y se empañó su temporada. Marchó al Chelsea por un desembolso record y dejó, como su antecesor Vieri, muchos goles y más dinero que el apostado por él.

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