Tras ocho meses sin perder fuera de casa, el Celta de Vigo saborea la amarga derrota, y en el peor escenario posible: en Riazor y ante su eterno rival. El técnico argentino declaró ante los medios en rueda de prensa que fue un "típico partido de derbi; no sé si bien jugado, pero muy intenso". El Celta sumó su segunda derrota consecutiva en Liga, aunque para su entrenador "esta derrota nos tiene que servir para levantarnos". La próxima semana, el Sporting de Gijón visitará Balaídos y el equipo celeste buscará la victoria para cerrar esta pequeña mala racha de resultados.

En las explicaciones de las claves del partido, Berizzo lo tuvo muy claro: "La diferencia estuvo en el acierto de los atacantes rivales y en el desacierto de nuestros atacantes. Nos faltó la precisión". Fue un encuentro que se pudo decidir en cuatro minutos, con el acierto de Lucas Pérez para rematar un balón perdido y el penalti que fallaba Nolito cometido sobre Iago Aspas. Sin ser la noche del equipo olívico, "el equipo se entregó y buscó dar la vuelta al resultado". Con el conjunto de Vigo volcado en los instantes finales vendría el error de Jonny y Sergio, que le costaría al Celta el segundo gol del partido: "En el gol en propia puerta no queda otra que lamentarse del error".

Con respecto a la retirada de Andreu Fontás del terreno de juego, en la segunda mitad, Berizzo comentó que el central "recayó de su lesión en el tendón de Aquiles". Este contratiempo supone una mala noticia para el Celta, que se las tendrá que apañar para el próximo encuentro con solo dos centrales disponibles, Sergi Gómez y Gustavo Cabral, de vuelta tras sus tres partidos de sanción. Eduardo lo tiene claro para su plan de trabajo: "es una derrota que nos tiene que hacer reflexionar y nos tiene que hacer revisar los errores y corregirlos".