El último episodio de los derbis entre FC Barcelona y Espanyol esta temporada acabó con la previsible clasificación del conjunto azulgrana. Los dos goles de Munir El Haddadi tras dos contraataques pusieron punto y final a una serie de derbis recordados por asuntos que trascienden lo deportivo. Después del cruce de acusaciones entre jugadores y directivas, y de una actitud caldeada en las gradas, el Barcelona salió como claro vencedor en lo que respecta al cómputo general de la eliminatoria, pero la digna imagen mostrada por los jugadores del Espanyol fue la mejor noticia que podía recibir tanto la grada del RCDE Stadium como Constantin Galca, que ve como sus métodos y planteamientos se traducen en un cambio radical de la imagen del equipo.

Aunque el Espanyol empezó dominando los primeros minutos de partido, el primer tiro a puerta lo protagonizó el Barcelona. Fue al saque de un córner, a disparo de Munir, que despejó a bocajarro Bardi. La siguiente acción de peligro fue una arrancada en diagonal de Leo Messi, que dejó atrás a varios jugadores del Espanyol y obligó a Bardi a estirarse y despejar a córner. La primera ocasión clara para el Espanyol llegó poco antes del minuto 30 de juego, en un córner botado por Salva Sevilla y rematado fuera por Ciani con un potente cabezazo.

Burgui no estuvo demasiado acertado en sus acciones de ataque. | Foto: Perico Domínguez
Burgui no estuvo demasiado acertado en sus acciones de ataque. | Foto: Perico Domínguez

En un ataque del Espanyol, Salva Sevilla cayó derribado dentro del área y Fernández Borbalán no pitó nada. Mientras los jugadores del Espanyol protestaban y mientras el RCDE Stadium se ponía en pie para gritar y abuchear al colegiado, los jugadores del Barcelona trazaron una contra veloz, conducida por Messi y finalizada por Munir, para poner el 0-1 en el marcador y acabar con la esperanza de remontada blanquiazul. Fue la tercera asistencia de Messi entre los dos derbis.

Los planteamientos de los dos equipos

Los dos entrenadores salieron al campo con onces sorprendentes: por un lado, Galca dio la titularidad por primera vez a Ciani, Bardi y Correa, siguió confiando en Jordán en el centro del campo, pero acompañado de Abraham, y Bardi ocupó el extremo izquierdo. Por otro lado, Luis Enrique alineó a las dos altas del mes de enero, Aleix Vidal y Arda Turan, uno en el extremo y otro como interior. En la defensa hubo novedades: Vermaelen formó junto a Mascherano en el centro y Mathieu ocupó el lateral izquierdo. Sergi Roberto volvió a formar como pivote en el centro del campo y el goleador Munir acompañó a Messi y a Vidal en la punta de lanza culé.

Galca y Luis Enrique sorprendieron con sus alineaciones

Cuando el FC Barcelona tenía el balón en su campo, la presión del Espanyol era alta e intensa, intentando forzar el pase atrás y el error de Ter Stegen en el juego de pies. Cuando el Barcelona tenía el balón en el campo del Espanyol, el equipo se replegaba, dibujaba un 2-5-1 con las líneas muy juntas y guardaba la posición mientras Jordán o Abraham mordían a los rivales en busca de recuperar el balón.

Tres decisiones polémicas

El público del RCDE Stadium protestó dos decisiones arbitrales además de la caída de Sevilla que provocó el gol de Munir. La primera fue en el minuto 43, cuando Mathieu despejó a córner un balón con el brazo, y la segunda fue una jugada individual de Caicedo que acabó con el ecuatoriano por los suelos cuando este encaraba a Ter Stegen.

El primer cambio introducido por Constantin Galca fue Paco Montañés, que sustituyó a un desacertado Burgui. El extremeño fue el menos acertado de los tres mediapuntas: Salva Sevilla conducía con acierto los ataques blanquiazules y Marco Asensio desequilibraba con cada balón que tocaba. El segundo fue Mamadou, que entró por Salva Sevilla y formó en ataque junto a Caicedo cuando faltaban 25 minutos para el final del partido, y Gerard Moreno, el único delantero que quedaba en el banquillo, sustituyó a Abraham en una valiente operación de Galca en la que Asensio se colocó de interior.

Las señas de identidad del nuevo Espanyol de Galca

El juego del Espanyol fue superior al del Barcelona en muchas fases del partido. El gol de Munir llegó después de una pérdida de balón y de una buena combinación entre los jugadores culés. Porque con dos pases eran capaces de plantarse delante de Bardi, superando a Ciani en velocidad y en colocación.  El central francés volvía a sentirse futbolista después de las especulaciones que le situaban fuera del equipo en este mercado de invierno, aunque no tuviese su mejor noche, mientras que Álvaro, su compañero en el centro de la zaga, estuvo bien saliendo al corte y en velocidad, pero no así en el juego aéreo porque Munir y Messi le ganaron algunos balones por alto.

Algunos sectores de la grada mostraron pancartas ofensivas hacia la afición culé

Ni la afición del Espanyol ni los jugadores tiraron la toalla pese a lo imposible de la remontada: animaron desde el primer minuto hasta el último, y Galca no renunció al fútbol de ataque pese a tener la eliminatoria perdida desde primer el gol de Munir. El segundo gol fue un jarro de agua fría para la afición, que empezó a abandonar el estadio justo después.