El Málaga CF no recibió el premio final pero sí la recompensa de su afición, que agradeció el gran encuentro realizado por los locales contra el FC Barcelona. Los de Luis Enrique rentabilizaron la ventaja tomada por los dos tempraneros goles y el resto de encuentro intentaron finiquitar el duelo ante la permanente presión de los blanquiazules. Las imprecisiones en la primera mitad casi consiguen que los locales vencieran al descanso, pero Bravo cuajó una gran actuación. Al final, los culés se marcharon victoriosos con un estilo de juego desaparecido en La Rosaleda en uno de los partidos más difíciles que han disputado esta temporada.

El peor comienzo posible

El Málaga inició el partido de la peor manera posible, con gol del FC Barcelona en el minuto 1 de encuentro. Un pase en profundidad de Messi desde el pico izquierdo del área hacia Suárez, acabó con el uruguayo venciendo la línea de fondo ante el "Chory" Castro para chutar ante Kameni, que atajó el balón pero se le escapó por debajo de los brazos y Munir estuvo atento para cazar el rechace.

Suárez apurando línea de fondo en el primer gol | Fotografía: Carlos Martínez (VAVEL)
Suárez apurando línea de fondo en el primer gol | Fotografía: Carlos Martínez (VAVEL)

Pese al tempranero gol del conjunto azulgrana, los blanquiazules salieron al campo con las ideas más claras. El esquema de Javi Gracia sufrió una reconversión al resquebrajarse en mil pedazos tras el gol de Munir, pero lo cierto es que el cambio le vino mejor al Málaga CF. Más intenso, con más garra y con más peligro que los de Luis Enrique, los primeros compases del duelo eran para los boquerones, que a cada jugada arrancaban el aplauso de las gradas.

El Barça caminaba nervioso por el terreno de juego, asfixiado por la presión en el centro del campo. Los blanquiazules ejecutaron la línea defensiva y la medular muy pegadas, los delanteros azulgranas eran incapaces de combinar. Entre tanto, Charles seguía a lo suyo y en sendos remates de cabeza a punto estuvo de lograr el tanto de la igualada. Lo merecía el Málaga mientras el Barcelona esperaba que cesara el aluvión malacitano.

Un Barcelona sin ideas

Las imprecisiones en la defensa y en el centro del campo culé habilitaron el ataque costasoleño, que no desperdiciaba la mínima ocasión de hacer gol. Camacho fue el más cercano a llevarse el honor de igualar el partido, con un disparo potente que Bravo desvió al palo.

El tanto del Barcelona fue un mero espejismo de la pasividad defensiva del combinado de Javi Gracia. Tras el despiste inicial, tanto Albentosa como Weligton se mostraron seguros y confiados atrás, interceptando las internadas de Suárez y Munir. El engranaje compuesto por Javi Gracia anuló las ideas de Luis Enrique, postrando sobre el campo un equipo que encerraba a su rival pero tocaba atrás en un tuya mía entre Mascherano y Vermaelen.

Esfuerzo con recompensa

El peligro iba a más. En primera instancia, un posible penalti sobre Charles cuando este se plantaba solo, dejó impune a Mascherano. Pero más que achicar el ímpetu de La Rosaleda, lo elevó, cambiando las tornas y trasladando el empaque los de Luis Enrique, que achicaban agua como podían

El buen sistema defensivo del Málaga inhabilitó cualquier ofensiva culé | Fotografía: Carlos Martínez (VAVEL)
El buen sistema defensivo del Málaga inhabilitó cualquier ofensiva culé | Fotografía: Carlos Martínez (VAVEL)

Tanto monta, monta tanto. Las imprecisiones del Barcelona ocasionadas por la presión del Málaga, acabaron ocasionando el gol malaguista. En el enésimo esférico retrocedido hasta el arco del chileno Bravo una recuperación de Recio pilló descolocada a la defensa y tras hacer la transición con Charles, el cuero le cayó a Juanpi para que rematara solo ante el guardameta con la derecha, instalando en el marcador el 1 a 1.

El Málaga pedía más, y al envite, los azulgranas se encontraron con la afición y once más, tal y como se refiriera Javi Gracia en la rueda de prensa previa al partido. Antes del descanso, Duje Cop intentó poner por delante a los suyos aunque no pudo. Sin embargo, estuvo mñas cerca del 2-1 el Barça, con una jugada similar a la del primero con un rechace que a puerta vacía casi aprovecha Messi, pero un Albentosa celestial deslizándose por el suelo evitó a la épica un desastre inmerecido. Empate con sabor andaluz al descanso.

Reinicio con dejà-vú azulgrana

Comenzaba la segunda parte, y al Málaga le sobrevino la misma imagen a la cabeza que en la primera mitad, gol del Barcelona nada más pitar el árbitro. En este caso fue Messi, que con un remate semi-acrobático a centro de Munir, acabó con Kameni y recondujo el marcador a terreno catalán.

Juanpi, el mejor del Málaga, celebrando el empate | Forografía: LFP
Juanpi, el mejor del Málaga, celebrando el empate | Forografía: LFP

Y siguiendo con el recuerdo, tras el gol del conjunto de Luis Enrique, los blanquiazules volvieron a incomodar el área de Bravo. Esta vez, de manera más tímida y con menos intensidad, a causa del exhaustivo rendimiento de la primera parte. Asimismo, el Barcelona seguía teniendo la posesión de balón con un movimiento estático y rígido de los jugadores, aunque esta vez no retrasaban el balón hasta su portería.

Las ocasiones de gol por parte malacitana comenzaban a coger ritmo al igual que el equipo. Een una falta lateral, forzada por Rosales en la que se lesionó Adriano y fue sustiutido por Sergi Roberto, una confusión de rechaces mantuvieron por unos instantes en vilo a la grada, que veía tan cerca como lejos el empate.

Desidia final

Las ganas no acompañaron el resultado. El Málaga merecía nuevamente el empate, pero ni el gran partido de Juanpi, ni las internadas de Rosales, que a punto estuvo de marcar un gol, bastaron para remachar la igualada en los minutos finales. En suma, las últimas decisiones del árbitro no contentaron ni al entrenador ni a la afición malaguista, imposibilitando el avance local. 

Hasta el final lo intentaron los costasoleños, pero los últimos intentos ya vinieron por inercia y sin fuerza más que por buen juego. Resultado final inversamente proporcional en sensaciones. El Málaga se fue derrotado pero con un buen juego que contentó a técnico y afición y el Barcelona se fue ganando pero un con un juego pésimo y atípico del club esta temporada.